La historia del “Polaco” (ni loco vuelvo a escribir el apellido) en Boca fue bastante corta. Y poco frondosa, por decirlo de alguna manera bastante suave.
Puntero veloz y encarador, el santafesino podía moverse por los dos costados del ataque boquense. Ahora, de hacer un gol, ni hablar.
Surgió de las inferiores y debutó en la primera el 11 de octubre de 1981 en el recordado 7-1 a San Lorenzo de Mar del Plata en la Bombonera. Allí ingreso por el “Pichi” Escudero promediando el segundo tiempo.
Jugó en total 16 partidos y nunca pudo dejar un recuerdo en las redes contrarias. Esos dieciséis partidos fueron todos entre fines del 81 y principios del 82 en los viejos y respectivos campeonatos nacionales.
Luego pasó a Racing para irse al descenso, más tarde a Temperley y, hasta donde sabemos, cerró su pobre paso por el fútbol en Marítimo de Caracas (Venezuela).
Puntero veloz y encarador, el santafesino podía moverse por los dos costados del ataque boquense. Ahora, de hacer un gol, ni hablar.
Surgió de las inferiores y debutó en la primera el 11 de octubre de 1981 en el recordado 7-1 a San Lorenzo de Mar del Plata en la Bombonera. Allí ingreso por el “Pichi” Escudero promediando el segundo tiempo.
Jugó en total 16 partidos y nunca pudo dejar un recuerdo en las redes contrarias. Esos dieciséis partidos fueron todos entre fines del 81 y principios del 82 en los viejos y respectivos campeonatos nacionales.
Luego pasó a Racing para irse al descenso, más tarde a Temperley y, hasta donde sabemos, cerró su pobre paso por el fútbol en Marítimo de Caracas (Venezuela).