Olarticoeches pasó por Racing y por River antes de llegar a Boca. Y ni bien empezó a jugar con la azul y oro se hizo ídolo y capitán. ¿Por qué? Sí. Por sus patadas.
Durísimo el “Vasco” de Saladillo. Un verdadero peaje para cualquier rival que cruzara mitad de cancha. Jugó una sola temporada para el xeneize (1985/86) y dejó el mejor de los recuerdos por su entrega, sacrificio y más que nada, por sus raspadas a contrarios.