miércoles, 17 de diciembre de 2008

Oscar Regenhardt


Al pobre de Regenhardt lo mandaron a talar un árbol con una cuchara. Boca había organizado festejos en la Bombonera por la obtención de su quinta Copa Libertadores ganada frente al Santos de Brasil. Pero ese domingo y a esa misma hora había que enfrentar a Rosario Central en Arroyito por la última fecha del Clausura 2003. Ya sin chances, y ante la negativa de la AFA para reprogramar el partido, el xeneize mando un Boca “B” lleno de debutantes. Todo comandado por un Regenhardt, que tras el partido tiró un escueto “..fue una lástima. La diferencia se hizo notoria...”. El 2-7 favor de los canallas había sido lapidario.