miércoles, 17 de diciembre de 2008

Sombra negra (III) - Platense


A fines de la década del 80, Platense se transformó en un habitual candidato a descender en cada campeonato jugado. Pero también se transformó en una piedra en el zapato para Boca. Los de Vicente López, siempre con el agua al cuello, se salvaban de irse a la “B” de milagro pero se las rebuscaban para festejar frente al xeneize. Con jugadores desconocidos, troncos, medios pelo o con lo que fuera. Pero festejaban. La curiosa racha contra los calamares tiene puntos imposibles de no mencionar. Como un 1-2 en el desempate de la final de rueda de perdedores de la Liguilla en cancha de Ferro a mediados de 1987. Otra cosa que no tenía mucha explicación eran los terribles golazos con los que los Espina, Spontón, Abdeneve, De Vicente y Boldrinis saltaban efímeramente a la fama. Casi siempre eran tjeras espectaculares. O zapatazos desde 40 metros. O épicas apiladas maradonianas. A modo de muestra van unos increíbles numeritos: entre el torneo de 1987/88 y el Apertura 90, Boca y Platense jugaron 12 partidos oficiales. Boca ganó sólo uno y los calamares festejaron en cinco oportunidades. Inexplicable.