miércoles, 1 de abril de 2009

Bianchi vs Macri


En el segundo semestre de 2001 y con una nueva Libertadores abrochada, Bianchi confirmó sin temblarle el pulso que no iba a continuar en Boca una vez finalizado su contrato a fin de ese año. La realidad es que la relación del Virrey con Macri y en especial con algunos dirigentes de su entorno era como mínimo helada.
Y semejante anuncio puso a casi toda la gente de Boca de la vereda del técnico. El estallido de un clima que venía siendo cada vez más heavy fue en la conferencia de prensa del 23 de septiembre de 2001 luego que Boca le ganara 6-1 a Lanús con gol del japonés Takahara incluido.
En esa oportunidad Macri, en un gesto sin precedentes, irrumpió en la sala y le exigió públicamente a Bianchi que dé explicaciones sobre los motivos por los cuales no iba a continuar luego del 31 de diciembre. Ante semejante apretada, a Bianchi no sólo se le transformó la cara. Se levantó, abandonó la conferencia de prensa y dejó a Macri hablando solo. En ese momento, con Boca alejado de los primeros puestos del Apertura, quedaba como único objetivo la Intercontinental frente al Bayern Munich. Tras la derrota en Japón y con el contrato vencido, Bianchi dejó de ser el técnico del club, cerrando de esta manera su primera etapa en Boca.
A continuación, el cruce que comenzó a las 18.04. Vale aclarar que antes de empezar, el técnico pidió especialmente hablar solamente de fútbol porque "...de mi contrato no voy a hablar...".
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Ingresa Macri. Bianchi se levanta y tira un venenoso "...¿Qué hacés, Mauricio? Parece que siguen las sorpresas..." mientras se daban un congelado apretón de manos y el show estaba por comenzar.
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Macri: “...si vos Carlos querés tirar la toalla y pensás que no vale la pena seguir remando, está bien. Pero vos tenés que darnos una respuesta porque los hinchas de Boca merecemos saber los motivos y no pasar por una situación tan penosa como la que vivimos hoy. Explicarnos por qué el proyecto no sigue y así también yo termino de entender las razones. Hay que aclarar cosas que no están claras...”. Y luego de unos tibios y sospechosos aplausos de algunos “periodistas”, le pasó el micrófono, que a esa altura era una especie de carbón encendido.
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Bianchi: “...recién me hicieron esa pregunta y dije que no iba a hablar de eso. Yo tomé la decisión de no renovar el contrato el 31 de diciembre, nada más. No renuncié y las causas no tengo por qué decirlas. Es así. No hagamos de esto uno de esos programas que pasan todos los días a las 3 o 4 de la tarde. ¿Cómo se llaman? A los 52 años, yo no estoy para eso...".
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Macri: “...vos no entendés que lamentablemente hay gente que pone palabras en tu boca que vos no dijiste. Por eso yo necesito que, por el bien de Boca, si vos realmente querés al club que tanto te ha dado, digas que te vas por una decisión tuya y que no tiene nada que ver con directivos que están dispuestos a irse si es necesario. Pero quiero que lo aclares. No es justo que guardes silencio y que yo no sepa cuál es el problema...”. El tono ya era muy parecido a una orden. La cara de Bianchi se iba desfigurando ante lo bizarra que se tornaba la situación.
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Bianchi: “...es una decisión mía de no renovar. Ya está”. Se levantó, saludó y desapareció ante la mirada desencajada del presidente.
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Macri seguía hablando solo sentado en la mesa: "...no corresponde lo que estás haciendo, tenés que explicarlo por la familia de Boca. Sólo vine acá para que este señor dé explicaciones de por qué cambió de decisión. Desde el presidente hasta el último hincha quieren que Bianchi siga en Boca, entonces queremos saber las causas de su negativa...".
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Según dicen, minutos después Macri se encerró a solas con Pompilio, Zidar y London (no estuvo el cuestionadísimo Orlando Salvestrini) a sacar conclusiones del papelón y reflexionar sobre los pasos a seguir. En el playón de estacionamiento se lo escuchó decir un resignado "...más de lo que hice, no puedo hacer".
Al toque los rumores volaban para todos lados. Macri abrió el paraguas por las dudas: "...el problema es cómo seguimos generando un espacio de trabajo armonioso . Hay cosas importantes en juego. Y en este clima, no se puede trabajar...”.
Off the record se hablaba de llamar a una votación de comisión directiva para rescindirle inmediatamente el contrato a Bianchi. Para completar un panorama dantesco, un delfín del cartonero llegó a declarar: “...si gana la Intercontinental, el mérito es de él. Si la pierde, la culpa es nuestra. Así no va...".
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Mauricio, antes de abandonar la Bombonera, y abatido como pocas veces se lo vio, tiró lo más parecido a un mensaje subliminal para el mismísimo Virrey: "...el fútbol es así: hoy sos Gardel y mañana, canillita". Lo que se dice todo un filósofo.