martes, 19 de mayo de 2009

La tragedia de la Puerta 12


Este esforzado blog, siempre trata de encontrar un costado positivo a todo lo ocurrido en la vida del xeneize. La idea es sacar una sonrisa y traer el recuerdo de los peores jugadores, de hechos curiosos y hasta de las más duras derrotas.
Pero en esta oportunidad, ante semejante tragedia, lo único que podemos hacer es llamamos a silencio y transcribir textualmente los hechos y las declaraciones de los testigos de aquella tarde nefasta para el fútbol argentino, pero en especial, para todos los hinchas de Boca.
...
El 23 de junio de 1968 Boca visitó a River por el Metropolitano. En un trámite aburrido y trabado, en el que lo único rescatable había sido el robo de la gorra de Amadeo Carrizo por parte de Rojitas, empataron 0-0.
Tras el pitazo final, la hinchada de Boca, que había ocupado y abarrotado la tribuna que da a Figueroa Alcorta, comenzó una lenta desconcentración. Enseguida empezaron las avalanchas.
El último tramo de la escalera que baja a la Puerta 12 –actual sector L de la tribuna alta Centenario– es un túnel oscuro y peligroso. Una verdadera trampa si los simpatizantes que están abajo no pueden salir y los que están arriba empujan sin saber qué pasa abajo.
Fue demasiado tarde cuando los gritos desesperados pudieron parar la marea humana que bajaba por la escalera. Setenta y un muertos por golpes y por asfixia. Más de sesenta heridos. Muchos años años después, no sólo no hay culpables, sino que se sigue sin tener una certeza de por qué pasó lo que pasó.
Desde el primer momento, se manejaron tres hipótesis para tratar de encontrarle una explicación a semejante masacre. Aunque, como vamos a ver, algunas son muchísimo más creíbles que otras:
...
1) Tragedia provocada por puertas del estadio cerradas
La enorme mayoría de los testigos vio los portones metálicos cerrados o entornados. Y muchos aseguraron que los molinetes no habían sido sacados de las puertas.
...
"...los molinetes estaban colocados en la salida y tenían una barra de hierro que no permitía el paso ni de a una persona a la vez..." (Juan Iñíguez a Crónica en 1968)
...
"...yo puedo asegurar que, diez minutos antes del final del partido, la Puerta 12 estaba cerrada. Mi hijo de 10 años se desmayó y quise salir por ahí, pero me vi obligado a subir con el nene en brazos y buscar otra salida. La puerta estaba cerrada, yo la vi. Y para peor, cuando la abrieron, quienes estábamos en las primeras filas nos encontramos con los molinetes. Fue tremendo, señor..." (Enrique Acuña, sobreviviente, a Clarín en 1968).
...
“...las puertas estaban cerradas. Se dijeron muchas cosas sobre la tragedia de Puerta 12, pero yo trabajé en ese caso y puedo dar fe de que lo que originó el desastre fue algo muy simple: las puertas estaban cerradas. Por entonces las puertas las manejaban los inspectores de la Municipalidad. Y dos de ellos se olvidaron de abrirlas. Por eso todos murieron por asfixia, no tenían ni un rasguño. Cuando el inspector se da cuenta y abre, la gente ya estaba muerta. Verlo fue tremendo: abrieron la puerta y de golpe cayó una pelota humana de dos metros y los cuerpos quedaron desparramados por Figueroa Alcorta...” (Carlos López, Policía que trabajó ese día)
...
“...apenas terminó el partido quisimos salir con un amigo. Estaba muy oscuro, había una sola bombita que sería de 25 watts por la luz amarilla que daba. Era una sensación de encierro insoportable. De abajo gritaban no empujen, pero la presión venía de arriba. Y empezamos a correr. De a dos escalones, de a cinco, la idea era no tropezarse. Salí saltando y cuando me di vuelta venía cayendo gente pegando la cabeza contra el piso y se armó un tapón humano y no salió más nadie. Molinete no había, sí que la puerta tijera no estaba totalmente abierta, y sobre ahí caía gente, se enroscaba y se moría...” (Carlos Alsina, sobreviviente de la tragedia)
...
2) Tragedia provocada por el accionar policial
Otros hinchas afirmaron convencidos que la tragedia fue causada por una brutal represión policial. Según esta hipótesis, la Policía se había organizado para peinar la salida y atrapar a la barra de Boca por haber tirado proyectiles durante el partido y, más que nada, por haber cantado la marcha peronista (delito de estado en plena dictadura de Onganía). La represión provocó que muchos hinchas que estaban saliendo del estadio por la Puerta 12 intentaran volver a entrar.
...
"Los hinchas hacían sus necesidades en vasos de café y le tiraban orina y excremento a la Policía montada que estaba en la calle. Eso provocó la represión policial y luego, la tragedia" (William Kent, ex presidente de River).
...
"Hubo agentes que actuaron sobre la gente que se desconcentraba por la escalera de la Puerta 12, mientras era obstruida por la Policía montada. Allí se produjo el desbande y la tragedia. La puerta estaba abierta y los molinetes, retirados. Yo estaba ahí y doy fe de ello. Mi hipótesis es que se quiso poner a cubierto el desempeño de la Fuerza y se inventó el tema de los molinetes" (de Juan Carlos Tabanera, ex inspector general de la Municipalidad, a Domingos Populares en 1988).
...
3) Tragedia provocada por la barra de Boca
Según apresuradas declaraciones del abogado de River, el desastre había sido provocado por la hinchada de Boca que, al querer evitar ser detenidos por la Policía, intentó ganar las escaleras nuevamente para reingresar al estadio.
...
“...la causa de la tragedia fue la inconducta de la multitud apresurada por salir y condicionada en su retiro por una estrategia de los barras de Boca. La Montada había formado un semicírculo para detener a los que todos los domingos por la tarde provocan desastres. Cuando los vieron quisieron pasar inadvertidos y se retrajeron para confundirse con la gente. Miles salían, pero a medida de que aquellos se retraían fueron cayendo. Y sobre ellos otros y otros. Así se hizo imposible huir. No estaban los molinetes puestos ni la puerta cerrada: el club no tuvo responsabilidad y la Justicia nos sobreseyó...” (Ariel Ángel Dasso, abogado de River en el año 68)
...
Con la tragedia consumada, la angustia de los familiares de los hinchas que habían asistido a la cancha se hizo dramática. Empezaron a peregrinar por hospitales y comisarías para intentar reconocer los cadáveres numerados y aún sin identificación.
...
La mayoría de los muertos eran jóvenes y adolescentes. El promedio de edad, 19 años. Por eso la causa quedó a cargo de un juez de Menores, Oscar Hermelo. Cuando al día siguiente fue al estadio para hacer un reconocimiento visual, todavía había cordones, hebillas de cinturón y peines sobre los escalones. Y manchas de sangre.
...
Los hechos de la Puerta 12 trascendieron las fronteras del país. El Barcelona de España, la Universidad de Chile y la Liga de Fútbol Paraguaya ofrecieron sus equipos para jugar partidos en Buenos Aires a beneficio de los familiares de las víctimas. En el país se decretó duelo nacional.
...
Tras un dramático velatorio colectivo en la Bombonera, al martes siguiente fueron enterrados los restos de la mayoría de las víctimas, pero todavía quedaban dos cadáveres sin reconocer. El viernes falleció, en el hospital Fernández, Julián Fieldman, de 16 años, la víctima 71 de la tragedia. Dos meses después, el juez ordenó la prisión preventiva de Américo Di Vietro y Marcelino Cabrera, intendente y capataz de River, y dispuso un embargo de 200 millones contra ambos y contra el club.
...
El informe de los peritos, avaló rotundamente la hipótesis de los portones del estadio cerrados:"...el suceso se desencadenó y alcanzó la magnitud extraordinaria conocida por la existencia en las bocas de salida de un obstáculo irremovible entre los que cabe mencionar: 1°, la puerta plegadiza total o parcialmente cerrada; 2°, la puerta plegadiza replegada y no rebatida, más el total de molinetes colocados; 3°, la puerta plegadiza replegada y no rebatida, más algunos molinetes colocados...”.
...
Pero, increíble y misteriosamente, a fines de noviembre, la sala VI de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, integrada por Raúl Munilla Lacasa, Jorge Quiroga y Ventura Esteves, sobreseyó definitivamente a ambos imputados y les levantó el embargo a ellos y al vlub River. Los tres camaristas consideraron que las pruebas demostraban que, antes de haber terminado el partido, todos los obstáculos habían sido removidos.
...
La queja presentada por los damnificados ante la Corte Suprema quedó cajoneada. En agosto de 1969, cansados, los familiares desistieron del recurso.
...
A fines del 68 los clubes y la AFA reunieron 32 millones de pesos (menos de 100.000 dólares) para ofrecerlos a los familiares como resarcimiento. En enero del 69 dispusieron darles 30 días de plazo a los damnificados para que se anotaran para cobrar el resarcimiento, pero en la misma nota el interventor Armando Ramos Ruiz intimaba a quienes querían cobrar esa suma para "renunciar expresamente a cualquier acción legal contra River" para exigir indemnizaciones. Dos años después, la AFA y River fueron condenados a pagarles 140.000 pesos ley (alrededor de 50 dólares) a Nélida Oneto de Gianolli y Diógenes Zúgaro: los únicos familiares de víctimas de la tragedia que hicieron juicio. El resto jamás reclamó ni cobró un solo peso.
...
Hoy, los portones metálicos y los molinetes del Monumental son otros. Pero el último tramo de la escalera sigue siendo un túnel con iluminación deficiente, aunque ahora tenga una baranda central que divide la circulación. Los encargados de controlar las entradas, que no pasan de los 30 años, apenas saben lo que ocurrió aquella tarde. Igual que muchos hinchas jóvenes. Apenas saben que allí se vivió la mayor tragedia del fútbol argentino.
...
Como para dar por cerrado rápido el capítulo, se resolvió cambiar el nombre y a la fatídica entrada ponerle Puerta K, como si eso tapara lo ocurrido. De hecho, tan negado estuvo el tema, que recién en marzo de 2008 y tras muchas idas y vueltas, los familiares de las víctimas lograron que se pusiera una plaqueta recordatoria en el lugar de la tragedia.

A continuación, más testimonios para cerrar el post. La herida, nunca lo hará:
"Me salvé porque tenía la costumbre de quedarme un buen rato en la tribuna después de que terminaba el partido. Estaba con un amigo que hacía la colimba junto conmigo. Cuando bajamos, la Policía cerraba el paso hacia esa puerta, pero no tenía la menor idea de por qué. Era muy confuso" (Hugo Vargas, 52 años, testigo).
...
"El clima era peligroso. Algunos hinchas habían quemado banderas de River. Otros arrojaban cohetes, monedas y vasos con orina a los que estaban en la parte baja de la tribuna. No faltaron trompadas ni pequeñas avalanchas" (de Eduardo Amatucci, testigo, a Clarín en 1968).
...
"En un principio era una avalancha normal, pero después se acrecentó. Iba por el aire, sin tocar el piso. Algo empezó a salir mal. La avalancha se detuvo. Cada vez estaba más apretado. Había gritos de pánico, de mucho miedo. La gente que estaba abajo quería subir. Estábamos uno arriba de otro bajo una terrible presión que no dejaba respirar. Me caí y después me desmayé. ¿Cuál fue el motivo de la tragedia? Nunca lo conocí. Yo me salvé de milagro. Quizá gracias a la gente que me ayudó porque era el más joven de todos y porque la avalancha se detuvo cuando yo estaba en un recodo de la escalera. Apenas tenía 14 años. Nunca más fui a ver a Boca" (Miguel Durrieu, 46, sobreviviente).
...
"Ese día estuve en la tribuna de River, y salí por la puerta de al lado. Recién me enteré a diez cuadras del estadio, cuando salían los camiones con los muertos. Los cuerpos estaban violetas" ("Cacho" Burgo, testigo).
...
"Pensaban que yo había muerto y me escribieron el número 19 en mi pecho, como si ya fuera finado. Recién en el hospital Pirovano se dieron cuenta de que todavía respiraba. Tenía los ojos color morcilla y la piel color carbón. Me estalló un oído y casi pierdo la vista. Me habían dado por muerto. Sólo recuerdo hasta que terminó el partido y me metí en la escalera de la Puerta 12. Después no me acuerdo de nada más, pero mi esposa vio en un video que los molinetes estaban puestos y que la Policía pegaba. Me salvé porque tengo una caja toráxica grande" (Juan Carlos Alomo, 57 años, sobreviviente).
...
"Tenía franco, pero me enteré y al rato llegué al hospital. Era un horror y se pudo hacer muy poco. Recuerdo a los familiares corriendo desesperadamente por los pasillos. Los hospitales no estaban preparados para recibir víctimas en masa. Los que se salvaron fue por su fortaleza física. Hasta llegó el presidente Onganía para hacer rostro" (Jorge Izza, médico, ex jefe del hospital Pirovano).
...
Desde ya, expresamos todo nuestro dolor y respeto a las víctimas y a sus familiares. Y nuestro deseo, tal vez ingenuo, de que algún día se busque y encuentre a los responsables.