Si bien es la más famosa de todas, la gira de 1925 no fue la única que realizó Boca yirando por el Viejo Continente. A comienzos de la década del cincuenta hubo otra excursión que fue un poco más corta pero que cosechó importantes resultados a nivel deportivo. Y un debut a todo trapo.
El 10 de diciembre de 1953 en Francia, más precisamente en el Parque de los Príncipes, Boca se presentó ante un Combinado de clubes parisinos y lo paseó de comienzo a fin. Le metió seis, erró un penal y se ganó el reconocimiento por la brutal diferencia que marcó en el campo de juego.
Con tres goles de Fernández Real más los de Montaño, Vairo y Edwards, el xeneize levantó el telón de una gira que tras seis partidos lo iba a encontrar sin conocer la derrota y con un par de goleadas a favor.
Los once que formó el técnico Mario Fortunato fueron Musimessi el arquero cantor, Colman, Edwards, Lombardo, Acosta, Natalio Pescia, Herminio González, Montaño, Fernández Real, Vairo y Busico.
El 10 de diciembre de 1953 en Francia, más precisamente en el Parque de los Príncipes, Boca se presentó ante un Combinado de clubes parisinos y lo paseó de comienzo a fin. Le metió seis, erró un penal y se ganó el reconocimiento por la brutal diferencia que marcó en el campo de juego.
Con tres goles de Fernández Real más los de Montaño, Vairo y Edwards, el xeneize levantó el telón de una gira que tras seis partidos lo iba a encontrar sin conocer la derrota y con un par de goleadas a favor.
Los once que formó el técnico Mario Fortunato fueron Musimessi el arquero cantor, Colman, Edwards, Lombardo, Acosta, Natalio Pescia, Herminio González, Montaño, Fernández Real, Vairo y Busico.