Aún sabiendo que el Clausura 2010 está en marcha y todo es posible tratándose de Boca, señoras (?) y señores, se larga oficialmente la primer horneada de tipos de este inolvidable ciclo y que hicieron los méritos suficientes como para que sea imposible ignorarlos. Y en el caso que nos ocupa, Leonardo Sebastián Prediger, suma el plus de haberlo hecho en tiempo récord. En 1 partido y medio si nos ponemos muy rigurosos.
Con pasado de probada trayectoria como jugador (no así como hincha) en Colón de Santa Fe, Millonarios de Bogotá y el Porto de Portugal, el volante central arribó al aeropuerto de Ezeiza con las valijas llenas de ropa y por qué no de esperanza en recuperar su nivel, afianzarse de titular en Boca, pelear el campeonato y hasta ganarse un lugar para ir al Mundial de Sudáfrica. Es que su arribo, a comienzos de 2010, fue a préstamo y sin opción con la clara intención de ganar algo de rodaje ya que en Portugal la mano venía toricda. Y como Boca tenía a Battaglia lesionado y a Ameal como presidente, la operación se hizo de un día para el otro.
Conciente que su estadía en Boca tenía como fecha de vencimiento el 16 de mayo, el entrerriano igual vendió un poco de humo: “...me encantaría quedarme en Boca...”. Claro está que todavía no había debutado y como dijo el General, la única verdad es la realidad.
Su estreno oficial fue el 6 de febrero de 2010 contra Ñuls por la tercera fecha del Clausura. Y la cosecha fue para el olvido. Se paró como volante por derecha en el Parque Independencia y no hizo pie pero sí hizo agua, al igual que el resto de un Boca que se comió tres en el primer tiempo pero pudieron haber sido seis o siete tranquilo (?). En el entretiempo el DT Alves metió mano y lo sacó para probar con Pochi Chávez. El resultado final fue un decoroso 2-4, pero su imagen perdió por goleada.
Tras casi un mes de ostracismo absoluto, volvió una noche en el mete-y-saca de apellidos que probaba el Chueco todo el tiempo. Así fue como tuvo su segunda chance recién sería en la séptima fecha ante Vélez y en Liniers. Acá si jugó de volante central, pero tampoco pudo hacer pie. Perdió todas las divididas, mostró escaso control de pelota y nada de corte ante el aluvión del Fortín en el segundo tiempo. Aluvión que transformó el 3-1 de Boca en 3-4 y de no ser por el agónico empate del chileno Medel, estaríamos hablando de una tragedia de dimensiones mayúsculas.
El balance no hay forma de que dé positivo. Falto de fútbol y de ritmo, mal fisícamente y peleado con la pelota, no pudo rebuscárselas para ganarse el lugar en un mediocampo por el que pasaron una larga lista de jugadores.Tras ser ignorado olímpicamente también en el interinato de Tito Pompei, la cuenta regresiva para su partida no le mueve un pelo a nadie.
Con pasado de probada trayectoria como jugador (no así como hincha) en Colón de Santa Fe, Millonarios de Bogotá y el Porto de Portugal, el volante central arribó al aeropuerto de Ezeiza con las valijas llenas de ropa y por qué no de esperanza en recuperar su nivel, afianzarse de titular en Boca, pelear el campeonato y hasta ganarse un lugar para ir al Mundial de Sudáfrica. Es que su arribo, a comienzos de 2010, fue a préstamo y sin opción con la clara intención de ganar algo de rodaje ya que en Portugal la mano venía toricda. Y como Boca tenía a Battaglia lesionado y a Ameal como presidente, la operación se hizo de un día para el otro.
Conciente que su estadía en Boca tenía como fecha de vencimiento el 16 de mayo, el entrerriano igual vendió un poco de humo: “...me encantaría quedarme en Boca...”. Claro está que todavía no había debutado y como dijo el General, la única verdad es la realidad.
Su estreno oficial fue el 6 de febrero de 2010 contra Ñuls por la tercera fecha del Clausura. Y la cosecha fue para el olvido. Se paró como volante por derecha en el Parque Independencia y no hizo pie pero sí hizo agua, al igual que el resto de un Boca que se comió tres en el primer tiempo pero pudieron haber sido seis o siete tranquilo (?). En el entretiempo el DT Alves metió mano y lo sacó para probar con Pochi Chávez. El resultado final fue un decoroso 2-4, pero su imagen perdió por goleada.
Tras casi un mes de ostracismo absoluto, volvió una noche en el mete-y-saca de apellidos que probaba el Chueco todo el tiempo. Así fue como tuvo su segunda chance recién sería en la séptima fecha ante Vélez y en Liniers. Acá si jugó de volante central, pero tampoco pudo hacer pie. Perdió todas las divididas, mostró escaso control de pelota y nada de corte ante el aluvión del Fortín en el segundo tiempo. Aluvión que transformó el 3-1 de Boca en 3-4 y de no ser por el agónico empate del chileno Medel, estaríamos hablando de una tragedia de dimensiones mayúsculas.
El balance no hay forma de que dé positivo. Falto de fútbol y de ritmo, mal fisícamente y peleado con la pelota, no pudo rebuscárselas para ganarse el lugar en un mediocampo por el que pasaron una larga lista de jugadores.Tras ser ignorado olímpicamente también en el interinato de Tito Pompei, la cuenta regresiva para su partida no le mueve un pelo a nadie.
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UPDATE
Como este blog trae suerte (?), bastó que se hablara de carrera sentenciada, para que se le cayeran un par de soldados y nuestro homenajeado se le abra una puerta y pudiera tener una despedida un poco más digna (?).
Descartados Riquelme, Chávez y Medel por lesiones, el técnico interino Pompei se vio en la situación de tener que echar mano a Prediger para poner completar el mediocampo en la cancha de Banfield por la última fecha del Clausura 2010.
No sabemos las palabras exactas, pero deben haber sido más o menos "...ya sé que estás con un pie en el avión para picártelas, pero jugáme este partido y de paso despedite del club...".
Boca cayó feo 0-3 en el Sur y la estadística del volante quedó en 2 partidos y medio con la azul y oro en el pecho.