Como pasa siempre, Boca es una enorme oportunidad de hacer negocios. Pero si le sumamos varios años de sequía y altos grados de desesperación en los hinchas, la cosa se potencia a niveles incalculables. Y algo de eso habrá corrido allá por finales de 1992 a medida que avanzaba el lento calvario de ese Apertura por suerte con final feliz.
Y en el revoleo y ante la inminencia de la esperada vuelta olímpica hubo lugar para todo. Hasta para la cerveza Boca Juniors, o como se la fogoneaba (?) en su momento: la cerveza de La Número 12.
Presentada en latas de 473 ml y 16 cm de alto, le bebida era importada en el país por La Guayra SRL (?) con oficinas en pleno centro porteño. Más precuisamente en la calle Esmeralda 740, 8vo. piso, oficina 851. Y menos mal que estaba esta gente (?), porque en la lata decía bien grande que estábamos en presencia de una cerveza importada de los Estados Unidos. La década menemista en su máximo esplendor (?).
En versiones con y sin alcohol, las latas venían con fotos de los jugadores del plantel de 1993, sus respectivos autógrafos y un mensaje por demás misterioso: "Conserve este envase y complete la formación del equipo que habrá una sorpresa". ¿A qué sorpresa se referían? Ni idea pero hubiera estado bueno una latita del Profesor Habegger para hacer blanco con un rifle tomar entre amigos.
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Gracias a Federico Depetri por la colaboración