Barranca abajo tanto en lo institucional como en lo deportivo, a mediados de 1983 fue cuando empezaron a verse las primeras señales claras de la maroma que se vendría al año siguiente. Y un ejemplo fue lo sucedido el 17 de julio de 1983.
Ese domingo Boca debía recibir a Nueva Chicago en la Bombonera por la octava fecha del Metro. Pero la única preocupación que debería haber sido tratar de enderezar un arranque flojo en el campeonato, pasó a segundo plano cuando el viernes 15 se conoció la noticia: el personal administrativo de Boca se declaraba en huelga reclamando el pago de los sueldos atrasados de mayo, junio y aguinaldo. Concretamente, la medida de fuerza tenía arma de negociación no abrir la Bombonera el día de partido.
Las idas y vueltas contra-reloj fallaron porque como era de esperar (?), la guita no apareció. Así que los dirigentes se dedicaron a alistar un grupito de socios muy adeptos, junto a los cuales abrieron el estadio por su cuenta y se sentaron en las boleterías para vender las entradas.
En la foto vemos al presidente Martín Benito Noel y a Pablo Abbatángelo vigilando como iba la cosa minutos antes del comienzo del partido. Partido que Boca empató 1-1 con goles de Carlitos Mendoza y Larramendi para los de Mataderos.