El 29 agosto de 1951 la Asamblea Extraordinaria de socios de Boca aprobó la adquisición de un inmueble situado en la manzana de Las Heras, Malabia, Lafinur y Gutiérrez, en nuestra Capital Federal. En ese predio estaba el llamado por entonces Parque Norte, antes conocido como Parque Romano.
La idea de los dirigentes era utilizar ese escenario para múltiples actividades deportivas y culturales. Era la concreción de un anexo en una zona alejada de La Boca, una novedad porque salvo la mudanza de la cancha a Wilde en 1912 por el desalojo del field utilizado por aquel entonces, nunca antes la institución xeneize tuvo una sede lejos del barrio.
El inmueble en la zona norte de la Capital tenía una extensión de 6897.24 metros cuadrados. La parte principal, consta de un ambiente cubierto de una superficie de mil metros cuadrados, usados antes de que Boca lo adquiera como pista de baile. Debajo de ese piso estaba la pileta de natación. Todo el recinto cubierto tenía tribunas y plateas y se estimaba que con algunas reformas podría albergar hasta 30 mil espectadores. Además había otros salones perfectamente adaptables para convertirlos en gimnasios. Y se hallaban vestuarios, baños, oficinas, despachos, boleterías, buffet y otros.
La compra de este lugar se convirtió en todo un acontecimiento en el ámbito social y deportivo. El costo ascendió a 5.152.000 pesos moneda nacional, y Boca convino pagarlo en varias cuotas.
Se creó una subcomisión encargada directamente del anexo y se nombraron a las siguientes personas en los cargos determinados: Jorge Mateu Pagés (presidente), Luis Juan Pertini (Vice), Raúl Sicilia (Secretario general), Juan Covazzi (Tesorero), Juan Barbieri (Protesorero), Arq. Caniglia y Pedro Hasquiry (Vocales).
El 7 de noviembre el club abrió las puertas del Anexo ubicado en Palermo, sirviendo vino a los asociados y al periodismo, y con exhibiciones de Patín artístico, vóley, judo, lucha y proyección de cine para niños de la zona.
¿Y que pasó con este fenomenal recinto? Lamentablemente no prestó los servicios imaginados y a los pocos años Boca se desprendió de él. Hoy varios edificios ocupan esa manzana y ni rastros quedan de lo que alguna vez estuvo en manos del club.