También conocido con el apodo de "Motoneta", desde ya que no tenemos ningún derecho a meternos con el peinado de Rubén Darío Gómez. Tampoco somos quiénes para señalar con el dedo su llegada al club en 1985 a través de la sospechada incursión de Puma en el pase de jugadores. Estuvo en Boca un año exacto y sus 21 partidos oficiales no nos sirven de carne de cañón para ajusticiarlo. ¿Transpiró la camiseta? La verdad que sí, porque metía unas murras interesantes marcando el lateral derecho de la defensa. Su debut fue el 17 de febrero de 1985 en la derrota 0-1 con Altos Hornos de Zapla en Jujuy por el Nacional. Jugó bastante en ese campeonato y casi toda la primera rueda del torneo de primera división 1985/86. Su nivel en general no desentonó. Obviamente tenía limitaciones. Pero un Pampa Calvo también las tiene y sigue firme en Boca con el correr de los años. Su carrera, iniciada en Atlanta, siguió en Unión, River, Argentinos Juniors, Lanús, Atlético Rafaela, Arsenal y Douglas Haig.
¿Qué pasó con el Plumero? Que se le soltó la cadena casi cuatro años después de haberse ido del club.
El 8 de septiembr de 1989 por la segunda fecha de la temporada 89/90, el Boca de Cai Aimar recibió a River en la Bombonera en partido nocturno de día de semana. El Plumero vino a jugar con la banda roja y de paso, vender un poco de humo entre los simpatizantes millonarios. A los 20 del segundo tiempo metió un planchazo tremendo, vio la roja y se fue caminando despacito besándose la camiseta de River y tirando cortes de manga de frente a Casa Amarilla. Una pinturita (?).
El triunfo 1-0 con gol de Cucciuffo de cabeza desató la fiesta pero no hizo olvidar la barrileteada imperdonable de Gómez. Cada visita posterior a cancha de Boca con otras camisetas fue acompañada de merecidas silbatinas.