Un rato antes de que Palermo se lleve el arco de Casa Amarilla como regalo, el domingo 12 de junio de 2011 hubo un Vélez campeón y nadie se enteró partido de fútbol. Totalmente eclipsado por la fiesta de despedida al goleador tras su último partido en la Bombonera, pero partido al fin. Noventa minutos contra Banfield por la fecha 18 del Clausura que mostraron a un Boca empatar y alejarse de la clasificación a la Sudamericana, a Lucchetti saliendo a comprar una vez más el diario (?) y a Falcioni pifiarle feo a los cambios. Cosa que pagaría minutos más tarde con una feroz chiflatina en su aparición en los video de la pantalla gigante.
En el medio hubo hasta un árbitro que se lesionó y un detalle no menor en cuanto a la equipación usada por Boca. Como de costumbre para la época, todos los números y nombres en camisetas y pantalones fueron de color blanco. A excepción del gran homenajeado de la noche, Martín Palermo, quién gracias a un pedido excepcional de Boca ante la AFA pudo distinguirse del resto de sus compañeros usando números y nombre en color dorado. Como si le hiciera falta llamar aún más la atención.