Dentro de esa tendencia a traer jugadores algo devaluados durante 1982, hay que sumar a Eduardo Oscar Bargas. Obviamente no fue el único, así como tampoco fue el máximo responsable de un año pobretón. Pero lo justo es justo y queda feo tirarles todo el fardo a Apariente, Rodrigues Neto o Vijande.
Marcador central nacido en mayo de 1951 que arribó al xeneize a mediados de 1982. Así que no hay que ser muy duchos (?) en matemática para ver que lo que se trajo fue un defensor de 31 pirulos. Su debut oficial en ese Boca de Carmelo Faraone fue el 18 de julio por la primera fecha del Metropolitano, en un agónico empate 1-1 contra Central en Arroyito. La curiosidad del estreno fue que Bargas se movió no como defensor sino como volante por derecha.
Pero no sería su único desempeño haciendo las veces de comodín. Ya que otros partidos los jugó como marcador de punta también por derecha. De tanta innovar y ver que la cosa no salía del todo bien, será que el técnico por fin se decidió a ponerlo de marcador central. Para los que a esta altura piensan que tanta rotación para Bargas se dio a lo largo de muchos partidos le informamos que no. En total fueron 8 encuentro oficiales y desde ya, ningún gol convertido.
Tras jugar ratos aislados por el Metro y tener algo más de rodaje en la Libertadores, se quedó hasta fin de ese año donde trotó un poco en cancha de Vélez frente a San Lorenzo. El amistoso, triunfo de Boca 2-1, fue por el Trofeo del Reencuentro, un partido organizado para festejar (?) la vuelta del Ciclón a la A. Evidentemente otra época.
Su carrera, iniciada en Deportivo Italiano, siguió en Racing, Independiente y continuó, tras su meteórico paso por Boca, en Francia. Allí se despidió del fútbol con las camisetas del Le Puy y más tarde el AS Angouleme
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(Gracias a Guille por la foto)