Al empezar a armar este post lo primero que uno se pregunta es quién fue el visionario que pensó que Pablo Eduardo Islas podía triunfar con la camiseta de Boca. Pero como todo en este mundo tiene una explicación, les cuento que el menor de la zaga de jugadores de apellido Islas y único jugador de campo de los tres hermanos, llegó a Boca en 1997 proveniente de Argentinos Juniors en un paquete que incluyó a César La Paglia, Emanuel Ruiz y Juan Román Riquelme. Tal vez los Bichos de La Paternal no vendían por separado a estos jugadores y hubo que bancarse que llegara Pablito, caso contrario los otros tres, especialmente Román, no venían ni por casualidad.
“Muchos dicen que soy veloz y de potencia. Tal vez sea así en el pique corto, pero creo ser más técnico que veloz y me brindo con todo por el equipo, partido tras partido...”. Así se definía Islas en sus comienzos, pero él no es nadie para hablar de sí mismo. Así cualquiera es Maradona (?). Quienes lo recuerdan, Islas era un delantero fortachón tirando a gordito, tosco y de mucho carácter (en forma negativa) que debutó oficialmente un 28 de agosto de 1997 en un empate 1 a 1 frente a Independiente por la desaparecida Supercopa. Sin embargo, pocas iban a ser las chances que tendría este delantero en Boca. Así y todo tuvo su pico de gloria la noche en que el multicampeón Ajax dirigido por Louis Van Gaal visitó la Bombonera para disputar la copa ABN Amro Bank. Ese fue el debut absoluto de nuestro homenajeado y mejor no le iba a ir. Cuando el partido se complicaba y la hinchada se impacientaba apareció y faltando 7 minutos para terminar el encuentro marcó de cabeza el tercer y definitivo gol para delirio de todos los hinchas presentes. Después del partido la estrella (?) de esa noche dijo: “...hoy no voy a poder dormir, después del gol, los aplausos de la hinchada casi me hacen llorar...”.
Con un saldo de 14 partidos jugados y solo 2 goles y con poca continuidad dada su rebeldía ante circunstancias adversas sumado también a algunas actitudes que molestaron en la institución, en 1998 el gordito centroforward (?) armó sus valijas y se mudó, cedido a préstamo, a San Martín para jugar en Chacarita. Luego comenzó a deambular en un sinfín de instituciones como por ejemplo Racing de Montevideo, Nacional, Tigre y Unión de Santa Fe en donde cabe recordar que en el Clausura 2003 y cumpliendo con la ley del ex, le marcó dos goles a Boca. Esa tarde el Tatengue rompió una racha de 19 años sin ganarle al xeneize como local. No conforme con haber jugado en esos equipos a pesar de su corta edad su trayectoria siguió en Venezia de Italia, Huracán de Parque Patricios, Sport Cartaginés, Cartagena de España y Huracán de Tres Arroyos.
En fin, un pibe más que llegó a Boca con ansias de triunfo pero que finalmente se convirtió en la nada misma.
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Autor Claudio Aiuto
“Muchos dicen que soy veloz y de potencia. Tal vez sea así en el pique corto, pero creo ser más técnico que veloz y me brindo con todo por el equipo, partido tras partido...”. Así se definía Islas en sus comienzos, pero él no es nadie para hablar de sí mismo. Así cualquiera es Maradona (?). Quienes lo recuerdan, Islas era un delantero fortachón tirando a gordito, tosco y de mucho carácter (en forma negativa) que debutó oficialmente un 28 de agosto de 1997 en un empate 1 a 1 frente a Independiente por la desaparecida Supercopa. Sin embargo, pocas iban a ser las chances que tendría este delantero en Boca. Así y todo tuvo su pico de gloria la noche en que el multicampeón Ajax dirigido por Louis Van Gaal visitó la Bombonera para disputar la copa ABN Amro Bank. Ese fue el debut absoluto de nuestro homenajeado y mejor no le iba a ir. Cuando el partido se complicaba y la hinchada se impacientaba apareció y faltando 7 minutos para terminar el encuentro marcó de cabeza el tercer y definitivo gol para delirio de todos los hinchas presentes. Después del partido la estrella (?) de esa noche dijo: “...hoy no voy a poder dormir, después del gol, los aplausos de la hinchada casi me hacen llorar...”.
Con un saldo de 14 partidos jugados y solo 2 goles y con poca continuidad dada su rebeldía ante circunstancias adversas sumado también a algunas actitudes que molestaron en la institución, en 1998 el gordito centroforward (?) armó sus valijas y se mudó, cedido a préstamo, a San Martín para jugar en Chacarita. Luego comenzó a deambular en un sinfín de instituciones como por ejemplo Racing de Montevideo, Nacional, Tigre y Unión de Santa Fe en donde cabe recordar que en el Clausura 2003 y cumpliendo con la ley del ex, le marcó dos goles a Boca. Esa tarde el Tatengue rompió una racha de 19 años sin ganarle al xeneize como local. No conforme con haber jugado en esos equipos a pesar de su corta edad su trayectoria siguió en Venezia de Italia, Huracán de Parque Patricios, Sport Cartaginés, Cartagena de España y Huracán de Tres Arroyos.
En fin, un pibe más que llegó a Boca con ansias de triunfo pero que finalmente se convirtió en la nada misma.
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Autor Claudio Aiuto