Interminables y por lo visto inútiles, fueron las súplicas de Ángel Sánchez en el círculo central de la Bombonera el sábado 16 de diciembre de 1995 por la última fecha del Apertura. Y entre la negativa de los capitanes, el juego de camisetas suplentes de Boca que no aparecía en la utilería y la curiosa postura de Deportivo Español en usar vestimenta azul oscuro con vivos amarillos, lo que vino tras el pitazo inicial fue una maroma (?) de veinte jugadores corriendo de un lado para el otro sin que se los pudiera distinguir como corresponde.
Fueron 45 minutos difíciles de digerir (?). Primero, por el campeonato que venía de rifar Boca y segundo, por tener que adivinar entre Vivas, Medero, Fabbri, Mac Allister, Raúl Peralta, Giunta, el Kily González, Maradona, Roberto Gómez, el Manteca Martínez, Sergio Castillo, Fuentes, Orellano, Basavilbaso, Sandro Ojeda, Odriozola, Lemmi, Agoglia, Arsenio Benítez y Hugo Castillo. Encima (?), el Diego estrenaba su peinado sin mechón. Todo mal (?).
Por suerte estaban Yorno y Pontiroli para entender para qué arco pateaba cada equipo. Tras el descanso y un primer tiempo casi sin emociones, llegaron los cuatro goles del 2-2 final y algo de lucidez cuando se lo vio salir a Boca para la segunda parte con la camiseta suplente blanca.