En 1977 y como parte de su preparación para el Mundial 78 la Selección Argentina, dirigida por César Luis Menotti, intervino en el torneo de verano de Mar del Plata teniendo como rivales a Boca, River, Newell’s y Aldosivi.
Quiso el destino, y los resultados, que la última fecha debiera enfrentar a Boca, dirigido por Juan Carlos Lorenzo, con la obligación de ganar para poder obtener el título ya que tenía un punto menos que el equipo xeneize.
Hasta esos momentos no existía un gran enfrentamiento entre Menotti y Lorenzo. El Toto muy diplomático apoyaba, no con mucho entusiasmo, la gestión de Menotti y el Flaco, que todavía no había ganado el mundial, no se había agrandado y no se consideraba el inventor (?) del fútbol argentino, se mantenía tranquilo sin entrar en muchas polémicas. Pero lo que si existía era el enfrentamiento entre dos ideas futbolísticas totalmente opuestas: el “lirismo” de Menotti y el “sólo importa ganar” de Lorenzo.
Los rumores y las versiones referidas al partido comenzaron a circular varios días antes. Según la opinión mayoritaria, Boca no podía ni debía ganar ese partido. De las altas esferas del gobierno militar habrían llegado al club de la Ribera sugerencias (?) para no oponer mucha resistencia al “equipo de todos”. Y tal como todos sabían, más que sugerencias, eran órdenes.
Los directivos del club negaban tales aprietes pero la sensación generalizada era que sí existieron y no sólo una, sino varias veces. Lorenzo y Menotti callaban ante alguna que otra pregunta aislada al respecto.
Ahora, ¿qué pasó en el partido?
La Selección ganó por 1 a 0 con gol de Daniel Bertoni a los 14 minutos de juego a la salida de un tiro libre que fue muy mal defendido por Pistone, arquero que reemplazó a Gatti ya que éste ocupaba el arco del equipo de Menotti.
La Selección ganó por 1 a 0 con gol de Daniel Bertoni a los 14 minutos de juego a la salida de un tiro libre que fue muy mal defendido por Pistone, arquero que reemplazó a Gatti ya que éste ocupaba el arco del equipo de Menotti.
Lo que más llamó la atención de la gente fue la forma en que Boca jugó ese partido. Si bien le faltó prácticamente medio equipo, ya que no fueron de la partida los habitualmente titulares Suñé, Benitez, Ribolzi y Veglio y tampoco lo hicieron Gatti y Felman que integraban el seleccionado argentino, lo que nadie imaginó fue cómo Boca encaró ese enfrentamiento.
El equipo de Lorenzo se caracterizaba por la presión constante sobre los rivales y, aún en amistosos, jugar todas las pelotas como si fueran la última. Pero esa noche, sobre todo en el primer tiempo, el equipo boquense jugó de forma contraria a su estilo: dejó recibir libremente a los contrarios, no presionó sobre la salida del rival y marcó poco y nada. En resumen, practicó el estilo de futbol que más le convenía al equipo de César. Por ello no extrañó la ventaja que rápidamente consiguió el seleccionado y los pasajes de buen futbol que desarrolló durante esa parte del encuentro. En la segunda etapa, ya en desventaja, Boca presionó un poco mas y el partido se emparejó totalmente. Las suspicacias aumentaron después de la finalización del partido cuando varios de los integrantes del equipo de Menotti declaraban no haberse sentido cómodos en el segundo tiempo frente a la presión ejercida por Boca. Quizás el mas claro fue uno de los referentes del equipo nacional en esos momentos, Julio Ricardo Villa, quien manifestó: “...en el segundo tiempo ingresó Tesare para apretarme la marca y ya no tuve espacios de maniobra...”.
¿Qué sucedió realmente? ¿Por qué Boca jugó tan amistosamente ese partido? La respuesta solo la tienen los protagonistas. A lo mejor algún día se conocerá.
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Autor Jorge Claudio Joffrés