Luego de un 0-0 con Nueva Chicago en cancha de Vélez y tres triunfos en fila pese a jugar con el Pampa Sosa de nueve contra Unión, Banfield y Estudiantes, la Bombonera se preparó el domingo 25 de agosto de 2002 para el primer examen serio del Apertura: el San Lorenzo de Rubén Darío Insúa (?).
Y la expectativa por ver al Boca del Maestro Tabárez comportarse en un clásico y de paso confirmar el buen arranque en el campeonato, como no podía ser de otra manera, se tradujo en una Bombonera repleta por ver cumplir un viejo mandato: meter al rival contra su arco en los primeros minutos. Ilusos (?). Que tu rival te clave una pepa a los 22 segundos, vaya y pase (?). Ahora si encima el que sacó del medio cuando empezó el partido fue Boca y el que hizo el gol fue Pepe Chatruc la cosa se pone más jodida de explicar.
Desde que pitó Ángel Sánchez hasta que el Beto Acosta enfiló maradoneando hacia el arco del Riachuelo nadie imaginó un desenlace tan dantesco para el tiempo de partido transcurrido. El Pato sacó con el pie el remate de Acosta, pero el rebote fue tomado por Chatruc que a la carrera le pegó con el diario y terminó agarrando a contrapierna a Clemente, Burdisso y Abbondanzieri. Palo, gol y un arranque imposible de creer.
Ah (?), párrafo aparte para el festejo del gol que, tal vez no llegó a la categoría de un Saja en el Clausura 2006, pero está ahí nomás. El Pipi Romagnoli tiraría otro baldazo de agua fría a los 17, pero por suerte Carlitos Tévez se puso el traje de superhéroe y solito se encargó de dejar 2-2 el resultado final.