domingo, 28 de diciembre de 2008

Alejandro "Avi" Mancuso


Sabemos que puede llegar a levantar algo de polémica dedicarle estas líneas a Alejandro Víctor Mancuso. Pero desde el vamos queremos aclarar que, como en casi todos los aspectos de esta vida, el fútbol en especial es materia más que opinable.
Nadie desconoce que el “Avi” haya tenido buen pie y que técnicamente entregaba la pelota redonda a sus compañeros. Pero sólo esto como bandera, ¿alcanza para decir que su paso por Boca fue bueno? Nadie dice que haya sido el peor cinco de la historia de Boca ni mucho menos. Pero el debate queda abierto.
Volante central que aterrizó en Boca a comienzos de 1993 tras la sufrida obtención del Apertura del año anterior. Debutó oficialmente el 28 de febrero en el Chateau Carreras cuando Boca empató 1-1 con Belgrano por la segunda fecha del Clausura. Aunque esa tarde del debut, no debe haber sido de las más felices para Mancuso. El Maestro Tabárez lo mandó a la cancha por Manteca Martínez a los quince del segundo tiempo y al ratito nomás debió dejarle su lugar al paraguayo Neffa.
Ese plantel fue el que dio inicio oficial a la batalla de halcones y palomas, quilombo que no dejó que el “Avi” se hiciera un lugar adecuado. Y menos dentro de la cancha, en donde Giunta era amo y señor del círculo central. Resumiendo, había muchos caciques y pocos indios.
Ya bajo las órdenes de Profesor Habegger y tras la separación de Blas del plantel, el “Avi” empezó a adueñarse de la camiseta número cinco. Sin embargo, sus desempeños más relevantes se dieron recién con Menotti en el banco. El toqueteo de los equipos del Flaco le cayó como anillo al dedo a Mancuso pero al mismo tiempo, lo hizo sufrir como loco la falta de marca en esos mediocampos made in Menotti. Corriendo de un lado para el otro y más que expuesto en muchas oportunidades.
Sin ser recordado por pegar, se fue expulsado frente a Independiente y frente a River por torneos locales y nuevamente frente al Rojo en la decisiva final de ida de la Supercopa 94 jugada en la Bombonera. Cosa que, obviamente, lo bajó de la revancha/derrota en Avellaneda. Tras cometer un penal bastante boludo frente a River la tarde que el millonario casi da la vuelta olímpica en La Boca por el Apertura 94, Mancuso jugó dos partidos más y se fue de Boca a fines de 1994.
Jugó en total 66 partidos oficiales e hizo 2 o 3 goles. ¿Por qué la duda? Algunos medios dan un gol a Platense en el Clausura 94 al mendocino Moya y no a Mancu.
Para cerrar con una buena, podemos decir que nadie olvida su gol a River en Mendoza el 26 de enero de 1994. Está bien que fue por la veraniega Copa Desafío, pero tampoco es para despreciar.
Su carrera que había comenzado en Ferro y Vélez, siguió tras su paso en el xeneize, en Palmeiras, Flamengo, Santa Cruz de Recife (todos de Brasil), Independiente, el proyecto Badajoz y el Bella Vista de Uruguay.