viernes, 4 de septiembre de 2009

Luis "Pájaro" Hernández


Hay jugadores que ni bien llegan a un club, sobre todo si son extranjeros, lo primero que hacen nuestros periodistas es inventarle un parecido con un ídolo o gran jugador del club.
Tal es el caso de Luis "Pájaro" Hernández, quien un año antes que Boca empiece a creer en el bicampeonato, venía a ser el sucesor de Caniggia en el pueblo boquense. Y así fue presentado con video y todo. Seguramente en los primeros entrenamientos el "Bambino" Veira, actual DT, se dio cuenta del pobre nivel del mexicano y lo relegó del torneo local por tener el cupo de extranjeros completo. Mejor dicho prefirió que jueguen Bermúdez, Solano y Córdoba antes que este falso pájaro. Seguramente uno de los pocos aciertos como técnico de Boca.
Rápidamente fue inscripto para jugar en la Supercopa 1997 donde debutó contra el Colo Colo compartiendo delantera... ¿con quién? Sí, obviamente con el “Pájaro” Caniggia, formando la delantera más aria que el mundo haya visto. A pesar de su debut auspicioso, donde pudo marcar un gol, Boca fue eliminado prontamente de la Supercopa perdiendo los 3 partidos que jugó.
Al no encontrar espacio en el club, y que la gente se dé cuenta que lo único que tenía de Caniggia era el pelo rubio (fue el Maxi López de los 90´s), decidieron darle vía libre del club, junto a otros delanteros como Latorre o el verdadero Pájaro.
A partir de Boca empezó a coleccionar clubes y un 15% de cada pase, el cual le asegurará su futuro. Necesitaríamos más de una mano para contar sus clubes como América (Méx.), Lobos BUAP, Jaguares, Necaxa, Veracruz, Los Ángeles Galaxy o Cruz Azul.
Con los resultados a la vista, luego de su ida de Boca, podemos decir que la dirigencia tomó la decisión correcta de devolverlo a la tierra de los nachos y los mariachis, pero siempre quedará una duda que no podemos resolver. ¿Qué hubiera pasado si la AFA aceptaba en ese momento el actual reglamento donde pueden jugar 4 extranjeros? Seguramente hubiera vuelto a fracasar. Pero eso nunca lo sabremos, y lo seguiremos tomando como un producto mexicano insoportable tal como Doña Bárbara o esas novelas baratas que vemos a media tarde.
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Autor invitado Lucas Merolla