viernes, 11 de diciembre de 2009

Luis Lúquez


Si no estuviera esa “z” final habría que hablar de un actor de puta madre. Pero como no se puede hacer nada al respecto, sólo queda remarla y darle para adelante.
Luis Rogelio Lúquez, marcador de punta derecho, surgió de las inferiores boquenses a comienzos de 1982, así que haciendo cuentas, por un par de meses no pudo compartir vestuario con Maradona. Ya empezamos para atrás.
Su debut oficial fue el miércoles 3 de marzo de ese año 82 en un partido nocturno contra Rosario Central en la Bombonera por la primera fase del Nacional. A los 30 del segundo tiempo le dejó el lugar a otro groso como Nelson Iturrieta y tuvo que ver de afuera los intentos fallidos de Boca por quebrar al Canalla. El 1-1 final no fue el mejor resultado, pero lo bueno estaba ahí nomás. Cuatro días después, Lúquez salió de titular en el Monumental para enfrentar a River en un superclásico que quedó en la historia. Fue goleada 5-1 y paliza de Boca a un equipo millonario lleno de pibes más el aporte (?) de Falopa Randazzo.
Lúquez, a pura garra y por qué no algo de técnica, pareció empezar a ganarse el lugar. Correteó bastante en ese Nacional, un par de partidos de la Libertadores y hasta comenzó el Metropolitano como titular. Pero a medida que pasaron los partidos le pasó lo que es muy común en este tipo de casos. No pudo mantener el nivel y entró en un tobogán con más dudas que certezas. De eso a ir al banco hay nada. Pasó a ser suplente promediando el Metro y fue moneda de cambio entrando a jugar como tres y hasta como seis. ¿Que pasó con el puesto de cuatro? Faraone hacía ta-te-ti entre Quiroz, Huguito Alves y hasta Pasucci en algunos partidos. Lo concreto es que ya nunca más fue el puesto de Lúquez.
El 22 de enero de 1983, en un partido chivo frente a Talleres en el Chateau, sin saberlo se despidió de Boca. Disfrutó de la victoria 3-1, de un gol de Támer y hasta de una chilena del Loco Gatti pero nunca más se calzó la azul y oro.
Dejó el registro de 28 partidos oficiales, obviamente cero gol y una carrera que buscó nuevos horizontes y los encontró en Gimnasia, Talleres, Cipolletti de Río Negro, Ituzaingó y Estudiantes de Caseros.