Convengamos que si el nombre de una jugada trasciende el fútbol y termina siendo usado en otros ámbitos de la vida, como por ejemplo en un boliche (léase “...y cuándo pasó la minita le hice la de Dios...”), es innegable que esa jugada marcó una época.
Y la fama adquirida por la “de Dios”, una manera particular en donde el arquero enfrenta mano a mano a un delantero con pelota dominada, es ni más ni menos que el resultado de su eficacia a la hora de ser puesta en práctica por su creador: Hugo Orlando Gatti. Pero, ¿en qué consistía la “de Dios”? Mejor citamos las palabras del propio Loco, con la habitual humildad (?) que siempre lo caracterizó: “...La de Dios es una de las típicas en mi estilo. El delantero llega y yo afirmo las rodillas en el piso, con los brazos sueltos y las palmas de las manos hacia adelante. Casi siempre terminan tirándome la pelota al cuerpo. Es infalible...”.
La “de Dios” tuvo versiones inolvidables como la tapada al Negro Juárez en la finalísima contra Ferro, la tarde que el gol de Perotti casi provoca un asesinato en masa en la tribuna de socios prácticamente definió el Metro 81. O la de la foto, contra Jorge García en el área del Riachuelo en un superclásico del Nacional 82. Imposible olvidar una contra JJ López en un Boca-Talleres de 1982. O las tres o cuatro que tiró en un mismo partido contra Unión en 1985 y los jugadores tatengues ya se miraban entre sí mientras la Bombonera se venía abajo.
Lo que sí (?), no es por llevarle la contra a Hugo, peroi infalible no era. Y nos remitimos por ejemplo al fallido intento de 1986 contra el peruano Franco Navarro que terminó en penal y gol en la derrota 2-5 contra Independiente en Avellaneda. Pero para ser justos, fueron muchas más las veces que la jugada marca registrada salvó las papas del fuego.
Generalmente la frutilla del postre de la “de Dios” era ver a Gatti levantando y sosteniendo la pelota en el aire con una mano. Mostro.