Luego de los continuos zarandeos del ciclo Alves durante el Clausura 2010 y un broche acorde (?) con la fea derrota ante Colón en Santa Fe que incluyó derrota 0-3 y piñas en el vestuario, la calma pareció volver a Boca con la renuncia del Chueco y el nombramiento de Tito Pompei como técnico interino hasta la finalización de ese Clausura.
Pero evidentemente la paz habrá quedado para otro momento y no para ese. El sábado 10 de abril, en la Bombonera y a puertas cerradas, el Tito dio inicio a su segundo entrenamiento como DT interino. Pero lo que tendría que haber sido algo de fulbito para elegir a once que enfrenten a Arsenal, terminó siendo una velada digna del Luna Park. Porque cuando iban apenas dos minutos, Rosada se le acercó a Medel para pedirle que dejara de hablarle a Matías Giménez. El chileno lo tomó a mal, se le plantó cara a cara y le lanzó un manotazo. Pero el Bombón no se quedó atrás y respondió con un golpe de nocaut. Enseguida se metieron sus compañeros a separar mientras calculamos que Pompei pensaba “¿qué estoy haciendo acá un sábado a la mañana...?”.
El Tito paró la práctica inmediatamente, se llevó a los dos, les habló durante diez minutos y casualidad o no, finalmente dejó a Rosada fuera de la lista de concentrados. ¿Por qué decimos casualidad o no?
Porque el cruce tuvo un antecedente sospechoso unos veinte días antes. A horas del superclásico que iba a suspenderse por fuertes lluvias, Alves había elegido al chileno en lugar de Rosada para formar el mediocampo. Y en la última práctica antes de jugar contra River, el Bombón le entró durísimo a Medel quien debió abandonar el entrenamiento rengueando y en duda para el domingo. Era tal el bailongo en la interna del plantel por esos días, que al chileno nadie pudo sacarle de la cabeza que su compañero le había querido arrebatar la titularidad a patada limpia.