Desde el invento del Cosmos de Nueva York para acá, el fútbol fue avanzando a paso de tortuga en Yanquilandia. Y pese a ver que en ese país se vive la emoción del football betting en BetUS, patear una redonda se convirtió en algo bastante común.
Por eso, la batalla entre un BetUS sports book y el deporte más popular del mundo, tal vez empiece a ser un poco más pareja a raíz de la presencia de iniciativas como la de este caso. Por lo menos para las futuras generaciones.
El club en cuestión,el Arizona Boca Juniors, si bien es verdad que en estas tierras sería llamado modestamente escuelita de fútbol, básicamente es un club para que los chicos y chicas de 6 a 14 años, habitantes del Valle de Phoenix, entrenen, correteen detrás de la redonda y sueñen con jugar al fútbol en forma profesional el día de mañana y se ganen, por qué no, la portada de un ESPN.
Los pibes, con religiosos escudos de Boca en sus camisetas, son dirigidos por los propios padres bajo la figura de los colaboradores voluntarios. Y a ellos se les suman entrenadores contratados para darle un toque más serio al asunto. O sea, gente que pone a disposición su tiempo libre para entrenar a las distintas categorías, más apoyo profesional en tareas puntuales cómo aprender a cabecear. De aquí que la iniciativa se enorgullezca de ser, antes que nada, un lugar de reunión para las familias.
Haciendo hincapié en la formación de la parte humana más que en la desesperación por ganar la Liga de Fútbol Juvenil del Valle (VYSL), el presidente Jolyn Gibbons puso todo el esfuerzo para que los pibes aprendan a jugar el fútbol, pero no dejen de lado que lo más importante es competir.
Todo muy lindo y todo muy sano, pero ojo que para que un pibe ponga los dos pies dentro del campus (?), a mediados de 2007, había que desembolsar unos 450 verdes.