sábado, 16 de octubre de 2010

Caneo gloria y honor

El Imborrable exiliado de estas últimas semanas no es Carlos Tévez que marcó de penal en la victoria del City ante el Newcastle de Fabricio Coloccini. Ni siquiera alcanza (?) que ese gol haya servido para que el "Apache" se coloque junto al uruguayo Gustavo Poyet como máximo goleador sudamericano en las Islas Británicas.
Tampoco merece un gran espacio Rodrigo Palacio, que convirtió en la victoria del Genoa sobre el Bari 2-1.
Menos (?) líneas aún debería tener Cristian Giménez, no por desmerecerlo, más bien porque ya es un asiduo recurrente de esta sección. De todas formas, nobleza obliga, cabe aclarar que el golazo del "Chaco" resolvió el duelo ante el América.
De ninguna manera vamos a ponernos contentos (?) con la situación de Sebastían Nayar. Resulta que el Recreativo de Huelva debe cumplir con Boca y pagar el fichaje del jugador si quiere evitar que la FIFA lo castigue con una sanción deportiva, en este caso, la quita de seis puntos en la actual temporada. El club andaluz todavía debe satisfacer al argentino un pago de 216.000 euros, correspondiente al último plazo del traspaso del "Oso", que debía de haberse ejecutado en el mes de julio. Por este motivo, Boca Juniors acudió al Tribunal de Arbitraje Deportivo. El Recreativo de Huelva intentó renegociar la deuda con el Xeneize y, en un segundo momento, presentó como excusa su situación concursal, aunque la demanda del Boca es anterior a todo el proceso.
En fin, nada de lo antes mencionado se puede comparar a lo hecho por Miguel Caneo en el partido River-Quilmes del Apertura 2010. El "japonés" merece este espacio porque de alguna manera agarrarnos de estos pequeños sucesos ajenos hacen olvidar la mala campaña del propio club del cual se es hincha. Así lo habrán sentido aquellos boquenses que saltaron del sillón cuando a los 91 minutos de juego, la defensa riverplatense durmió la siesta del siglo y permitió que el ex volante del Boca de Bianchi versión 2003 marque de cabeza el tanto agónico que le dio a Quilmes un puntazo en el Monumental.