Veinticuatro horas después de la derrota 1-2 contra el Manchester United, Basile tuvo que rearmar la tropa para hacer un buen papel en la definición por el tercer y cuarto puesto de la Audi Cup. El Allianz Arena de Munich fue escenario entonces, ese 30 de julio de 2009, de un choque de planetas entre el Milan de Ronaldinho y Pirlo frente al Boca de Gunino y Paletta. Visto así, escalofriante (?).
Pasa que Alfio tuvo que mechar y bastante, no sólo por el partido contra los ingleses sino para tratar de que la pretemporada no comenzara con lesionados. Por eso, tuvo los huevos grandes como una casa y puso en cancha a Pato Abbondanzieri, Gunino, Paletta, Sauro, Krupoviesa, Pochi Chávez, Forlín, Marino, Gaitán, Mouche y Viatri. Cuando las placas de la tevé mostraron las formaciones una al lado de la otra, más de un hincha se habrá encomendado a todos los santos.
Y la cosa arrancó, obviamente, mal. Antes de la media hora Boca perdía sólo 0-1 gracias a un par de apariciones importantes de Abbondanzieri. Era evidente que la cosa así no funcaba. Para el segundo tiempo y tratando de evitar el último puesto, Basile quemó las naves y mandó todo su plan al tacho. Entraron Insúa, Battaglia, Riquelme, Palermo y Medel. Ojo que también ingresó Fabián Monzón.
Recién ahí Boca ganó posesión de pelota, levantó bastante el nivel y se adelantó varios metros en el campo de juego. Atenti, que el Milan tuvo más contras bravas bien salvadas por el Pato.El tema es que no pudo liquidar el encuentro y cuando faltaban tres minutos, Viatri conectó un centro y puso el 1-1 final que llevó la definición a los penales. Tal como habÌa pasado en Japón seis años antes.
Finalmente el tercer puesto quedó para Boca luego de que Abbondanzieri confirmara su buen partido, atajara los penales de Pirlo y Alexandre Pato y se disfrazara nuevamente de cuco de los tanos.