miércoles, 23 de septiembre de 2009

Luis “Turco” Abdeneve


Algunos años antes de que arriben Apud y Mohamed, hubo otro Turco que no se llamó Antonio pero se calzó la camiseta de Boca y se las ingenió para mostrar también algunas ráfagas de buen fútbol. Nada muy serio que digamos, pero bastantes meritorias fueron las pisadas de Luis Ramón Abdeneve en una época donde ver a Boca meter cuatro pases seguidos era difícil.
Volante de ataque con casi nula vocación de marca, habilidoso, gambeteador pero lagunero y algo liviano como para imponerse y agarrar la batuta del equipo. Ojo que esa batuta era un fierro caliente por esos años ya que comandar los ataques de Boca a mediados de los ochenta era para suicidas. Y fantaseando un poco, es probable que hasta un Riquelme hubiera hecho agua en ese momento de la historia.
Llegó a comienzos de 1984, tras un destacado paso por Unión de Santa Fe y su debut oficial fue la soleada tarde del 4 de marzo en un triunfo 2-0 a Talleres en cancha de Vélez, por la primera fase del Nacional. Tarde más recordada por un par de balazos en la tribuna de Boca que por los goles de Gareca y Otero. El Turco, tras ser palmeado en la espalda por el Zurdo López, entró en el segundo tiempo para reemplazar al Bocha Porté.
Tuvo algo más de rodaje en el porrazo de Boca en ese Nacional y ganó bastante terreno en el Metropolitano que vino a continuación. Pero los constantes vaivenes institucionales de uno de los peores años de la historia no le permitieron tener la continuidad que seguramente hubiera merecido en ese equipo.
Tras un par de goles dejó el club al finalizar el campeonato para volver al Tatengue. Pasó a Platense en la temporada 1985/86, y vino a la Bombonera para marcarle un descomunal golazo al uruguayo Balerio en el arco de Casa Amarilla. Esa temporada fue la figurita de moda tras meter varios goles impactantes con la camiseta del Calamar.
Pero su historia en Boca de ninguna manera estaba cerrada. Regresó a comienzos de 1987 para disputar minutos aislados en el amanecer humeante del primer ciclo Menotti. Metió un gol para el 3-1 a Talleres en Córdoba y quedó relegado en una formación que encontró luego de varios años, algo de regularidad con Tapia, Rinaldi, Graciani y Comas en ataque (buena delantera). Tras ingresar por el Tuta Torres en un partido de la liguilla de ese año contra Deportivo Armenio en Vélez, corrió sus últimos minutos con la azul y oro y se fue a Gimnasia de La Plata.
Sus números finales son 21 partidos oficiales, 4 goles convertidos y una importante dosis de habilidad lamentablemente desaprovechada. Una lástima. Su carrera también incluyó a Deportivo Español, el Bolívar de Bolivia, Olimpia de Honduras y Bucaramanga de Colombia.