Tremedo escenario para debutar le tocó a Silvio Rubén Rivero aquel 27 de enero de 1996. Repasemos. El doctor Bilardo , recién asumido como técnico de Boca, rebotaba (?) contra las paredes del vestuario en el Malvinas Argentinas de Mendoza al enterarse a último momento que Maradona no iba a estar de cuerpo presente en el partido de esa noche contra River por la Copa Desafío. De modo que su formación imaginada con Navarro Montoya, Chiche Soñora, Gamboa, Fabbri, Arruabarrena, Nelson Vivas, Carrizo, Saldaña, Maradona, Caniggia y Scotto tenía que sufrir un cambio obligado. Lo llamó a nuestro homenajeado y ni queremos imaginar la sarta de explicaciones tácticas que recibió el momento que vivió al enterarse que iba de titular en la trinchera del mediocampo junto a Fabián Carrizo y con Larry Saldaña soltándose un poco más.
Todo muy lindo, pero el cuento de hadas duró apenas 67 minutos, que fue el tiempo que estuvo en cancha hasta ver la tarjeta roja que le mostró en la cara Ángel Sánchez. Calculamos que la derrota final 0-1 en ese superclásico lo debe haber dejado medio en offside en las consideraciones del Narigón.
Pese a eso, volvió a ser de la partida en un par de choques veraniegos con Racing. Pero ya arrancado el año lectivo (?), la multitud de refuerzos de toda calaña que empezó a desembarcar en Boca lo dejó en el fondo del mar. Jugó algunos amistosos, en el que se encuentra la noche del 1 de agosto de 1996, noche de la presentación del dream team (?) de Bilardo frente a la Universidad de Chile en la Bombonera. Entró por Saldaña en el segundo tiempo, se floreó junto a Carrario, Rambert y Raúl Peralta en la victoria final 3-1 pero jamás habrá sospechado que su tiempo en Boca había terminado.
Tras 6 amistosos, este volante central surgido de las inferiores y nacido el 13 de abril de 1978, tuvo que mudar sus pertencias casi forzadamente a la provincia de Mendoza para vestir a préstamo los colores de Godoy Cruz. Más tarde se lo pudo ver con las camisetas de All Boys, Villa Mitre y Atlanta.