La foto comprueba que por lo menos a los 16 del primer tiempo del partido contra Talleres, Gareca estaba en perfecto estado de salud. De hecho, esa mañana del 31 de julio de 1983 por la fecha 11 del Metro fue partícipe intelectual del gol del Gallego Vázquez sin siquiera tocar la pelota. Tras un centro de Hugo Alves, Gareca cortinó y dejó pasar la bocha para que el Gallegol (?) defina ante Chocolate Baley y ponga el 1-0.
Luego vinieron minutos trabados y a pura lucha hasta que a los 37 del primer tiempo, el Tigre salió corriendo directo para los vestuarios con el partido en juego. Metiendo un pique a pura velocidad y totalmente fuera de contexto ya que la pelota estaba en otro sector del campo de juego del Chateau Carreras, pasó por al lado de Faraone y le alcanzó gritar: "...no me cambien que ya vuelvo...". Y se fue al baño mientras lo miraban de reojo los 21 jugadores restantes. A saber: Gatti, Alves, Ruggeri, Mouzo, Córdoba, Pasucci, Berta, Vázquez, Giachello, el Pelado Sotelo, Baley, Marcelo Ruiz, Beccerica, Oviedo, Topolino Riquelme, Hoyos, Bustos, el Pájaro Tedini, Pastor Bevilacqua, Chupete Guerini y Valencia
El regreso fue al trote y con una caripela que dejaba entrever algún que otro problemita estomacal. Cosa que confirmaría el mismo Garcea al finalizar el partido: "...¡es el colmo, no pego una! Entré fenómeno y al ratito empecé a santirme mal, me venían arcadas, ganas de vomitar. Por eso salí. Después me agarró una colitis infernal. No sé qué pasó. Tal vez un enfriamiento, pero la verdad fue un suplicio...".
En el segundo tiempo vinieron dos goles de la T, el segundo sobre la hora, para dar vuelta el resultado y confirmar la enorme cagada decepción que termino siendo esa jornada.