Enorme acto de valentía el de la por entonces nueva dirigencia de Alegre y Heller, cuando allá por mediados de 1985 abrocharon la participación de Boca en la XV edición del Trofeo Naranja en España. ¿Por qué decimos esto? La fecha del amistoso cayó pautada para el 22 de agosto de 1985, exactamente un año y un día después de la catástrofe contra el Barcelona en el Nou Camp. Y desde ya que los fantasmas todavía revoloteaban de lo lindo.
Gracias a Dios los protagonistas fueron otros, pero tal vez por las dudas Don Alfredo Di Stéfano armó una trinchera a prueba de habilidosos. Con el uruguayo Balerio en el arco, plantó una verdadera máquina destructora de tibias (?) con Plumero Gómez, Tata Brown, Ruso Hrabina, el Vasco Olarticoechea, Pasucci y Stafuzza. Libres quedaban el Chino Tapia y tres de punta: Graciani, Centurión y la Pepa Irazoqui.
Casi de arranque un gol de Sixto puso arriba a los valencianos. Al rato empató Centurión y antes que termine el primer tiempo Cabrera volvió a poner arriba a los locales. Pese a la derrota parcial, el partido de Boca había sido bueno y de igual a igual. Cosa que terminó de plasmarse en la segunda parte cuando goles de Olarticochea, Irazoqui y Bermell en contra dieron vuelta el marcador. Con el cuarto gol conseguido y a falta de diez minutos, Di Stéfano no quiso ningún martes 13 (?) y no dudó en sacar a Irazoqui para poner a Sergio Otero en la línea de fondo.