Obviamente no fue el fin del mundo, ya que eso (?) vendría dos años después. Pero perder 1-5 contra la selección chilena y no en el mejor de los contextos, fue un golpe durísimo. Tan duro como para acelerar la caída libre de ese equipo de Vladislao Cap que, a su regreso a la Argentina empató con River y Estudiantes en la Bombonera, se comió cuatro en Córdoba frente a Talleres y quedó eliminado del Nacional en primera fase. Una enorme desilusión.
Y cuando decimos que el contexto no era el más apropiado nos referimos puntualmennte a la fecha en que cayó el amistoso (?): 20 de abril de 1982. Con 18 días de una guerra delirante impulsada por el hijo de puta de Galtieri Guerra de Malvinas desatada, y con un clima muy tenso por las gauchadas del gobierno chileno a Margaret Tatcher, Boca se presentó en el estadio Nacional de Santiago con cuatro buracos enormes en su columna vertebral. Y la excursión sin Gatti, Mouzo, Ruggeri y Gareca salió carísima.
Antes que termine el primer tiempo, la Roja (?) se puso tres goles arriba con goles de Caszely y Moscoso. Y la goleada, más algunos cánticos hirientes que bajaban de las tribunas armaron el caldo gordo para el segundo tiempo. Descontó enseguida el Polaco Matuszyckz, pero las expulsiones de Pasucci y Tesare, más un gol en contra de Lúquez sentenciaron el asunto.
Los once que salieron al campo de juego fueron la Pantera Rodríguez, Lúquez, Tesare, el uruguayo Krasouski, Cacho Córdoba, Bachino, Abel Alves, Marcelito Trobbiani, Pasucci, Miguel Brindisi y Matuszyckz.