martes, 30 de noviembre de 2010

Las penurias de la Candela en 1983

¿Por qué un grupo de juveniles a punto de subir a la primera de Boca se sacan una foto al lado de cuatro churrascos? La explicación es simple pero a la vez muy triste y hasta difícil de creer pasados ya casi treinta años. Los pibes festejaban el arribo de un cargamento de carne porque literalmente no tenían hacía varios días que no tenían para morfar en la Candela.
La foto es un documento histórico que expone dos sentimientos encontrados aquel sábado 17 de diciembre de 1983 en el mítica predio de San Justo. Por un lado la alegría de ver asegurado un plato de comida, pero por otro, la penosa realidad de un Boca que pasaba de un verdadero dream team en 1981 a un 1983 en franco declive y preparándose para un año siguiente al borde del abismo institucional y deportivo.
Obviamente todos los dardos apuntaron a Benito Noel, presidente que por esas semanas se alistaba a dejar el cargo en manos de Corigliano. Y cuando Corigliano se enteró de la noticia, obviamente la dibujó a su antojo vendiendo impresionantes columnas de humo: “...el sábado hubo bastante alegría porque llegó un cargamento de churrascos de un frigorífico cuyo dueño, el señor Rama, se preocupa por la alimentación de los pibes. Para las nuevas autoridades esto es un motivo de preocupación y daremos a La Candela la atención que merece. Brindaremos gran trato a todos estos chicos porque son nuestro futuro y no merecen estos padecimientos...”. ¿De qué padecimientos hablaba concretamente el mandatario entrante? De lo que los pibes, ya hartos, habían blanqueado un par de días antes. Como el caso de Javier Franco, uno de los juveniles que vivían en el predio de San Justo: “...es cierto que falta la comida. Y cuando hay, nos dan poco y a veces con un plato de arroz no podemos recuperarnos de los entrenamientos que suelen ser de doble turno. Esto no va más. El presidente Noel si vino una vez por aquí es mucho. Ni siquiera conoce a los que jugaron alguna vez en primera. El otro día vino y preguntó donde quedaban los vestuarios...”. Sin palabras.
Los empleados de la Candela tomaron dos posturas. Algunos no hablaron por temor de represalias, pero otros aguantaron los trapos decididos a todo. El capatz general, Roberto Ucha, puso el pecho: “...por suerte hay un grupo de socios adictos a Luis Conde que apoyan mucho... pero no alcanza. El número de lesionados aumenta como consecuencia de la mala alimentación. No hay comida. Miremos el caso de Denny Ramírez que ya se desgarró tres veces en el año...”.
Como a Ucha se lo notó un tipo sincero, se lo buscó para confirmar un rumor casi tan miserable como la falta de comida: “...problemas de comida hubo, es cierto. Pero hay que desmentir que los chicos duermen sobre tablas y demás...”. Menos mal (?).

lunes, 29 de noviembre de 2010

“Beto” Menéndez vs Amadeo Carrizo

En el superclásico de 1954 en Núñez nació un enfrentamiento que duró años. Con River ganando 3 a 0 llegó un pelotazo largo en dirección de José “Pepino” Borello, pero saliendo del área, Amadeo Carrizo llegó antes a la pelota y enganchó haciendo pasar de largo al delantero de Boca. Cuando se esperaba el rechazo largo del arquero, Amadeo esperó que volviera Borello a tratar de quitarle la pelota, lo gambeteó nuevamente y recién entonces efectuó el pase para un compañero.
Por esos años no se concebía un arquero haciendo esas jugadas. Se lo consideraba una afrenta y una burla al adversario. Hoy es común verlo en todas las canchas y por todos los arqueros y se toma con naturalidad.
Esta acción le valió la ovación obvia de su público, pero le creó un enemigo implacable: la hinchada de Boca, quién a partir de ese momento, se dedicó a hacerle la vida imposible. Cada visita de Amadeo a la Bombonera comenzó a transformarse en un suplicio para el arquero quien era hostigado permanente por La 12.
El gran vengador de esos años fue Paulo Valentim quien siempre le hizo goles, no sólo en la Bombonera sino también en el Monumental, convirtiéndose de esa forma en uno de los grandes ídolos boquenses. Para peor, Amadeo comenzó a dar señales de fragilidad anímica en partidos definitorios lo  cual fue aprovechado por los jugadores de Boca para provocarlo y desmoralizarlo. 
Quien encabezó siempre el hostigamiento hacia Amadeo fue el talentoso Norberto “Beto” Menéndez, secundado principalmente por Sanfilippo (mientras estuvo en Boca) y por Angel Rojas. Parece ser que Menéndez arrastraba problemas personales con Amadeo desde la época que jugaban juntos en River.
El año 1965 comenzó glorioso para los Millonarios, quienes empezaron a cortarse solos en la punta de la tabla. Pero en la fecha 13, con goles de  Ayres Moraes y Pianetti Boca lo derrotó 2 a 1 en el Monumental y se puso a solo 4 puntos. 
Al comienzo de la segunda rueda, River perdió dos partidos consecutivos, Boca lo alcanzó y a partir de allí comenzó una lucha cabeza a cabeza por el campeonato. Quiso el destino que en la antepenúltima fecha tengan que enfrentarse en la Bombonera, partido al cual llegaron empatados en puntos pero pesando en el ánimo de los jugadores de River, la definición del 62 (Roma-Delem), el triunfo de Boca en el Monumental en el 63 (1 a 0, Sanfilippo) y el empate del 64 en el mismo escenario que le dio a Boca el título.
Los jugadores de Boca, comenzaron a presionar y provocar a Amadeo desde el comienzo mismo del partido. En el primer centro llegado al área de River, Amadeo lo descolgó y el “Tanque” Rojas lo cargó con el cuerpo desparramándolo en el área. Menéndez y Rojitas encabezaron las provocaciones y los chamuyos al arquero de River.
Así y todo Boca se fue al entretiempo en desventaja por 1 a 0. Cuenta la historia que Amadeo no quiso salir a disputar el segundo tiempo, pero fue obligado (?) a hacerlo por sus compañeros y por Renato Cesarini, el técnico en esos momentos. Incluso se comentó que en varios momentos del segundo tiempo quiso salir y que Cesarini mandó a preparar a Gatti, pero nunca efectuó el cambio.
A los pocos minutos del segundo tiempo Pianetti con un zapatazo de 30 metros empató el clásico y partir de allí todo fue de Boca. Buscó y buscó por todos lados hasta que, faltando 4 minutos, el “Beto” Menéndez con un zurdazo al primer palo consiguió el segundo gol y el triunfo para Boca que le permitió sacar 2 puntos de ventaja sobre 4 en disputa.
Al finalizar el partido y mientras la hinchada de Boca deliraba adelantando la conquista de un nuevo título, los jugadores se dirigieron al túnel. En esa época faltaban todavía como veinte años para la llegada de las mangas de seguridad y todos entraban al vestuario por el mismo túnel. Fue allí que ocurrió lo impensado. Menéndez lo cargó y provocó a Carrizo en las escaleras, algunos dicen que solo de boquilla, otros que le tocó el culo. Lo cierto es que de cualquiera de las dos maneras, Amadeo se dio vuelta y le propinó una tremenda trompada en pleno rostro a Menéndez que lo tiró al suelo y lo dejó medio nocaut.
Reaccionaron los jugadores de Boca, algunos le pegaron a Amadeo (se mencionó siempre a Silvero y al “Tanque” Rojas), intervinieron los compañeros del arquero, algunos dirigentes, gente que estaba por allí y se armó un tole tole (?) infernal.
Recordemos que Amadeo medía casi 1,90 m y Menéndez no llegaba a 1,70 m. Una herida sangrante quedó en el pómulo del delantero de Boca. Volaron acusaciones de todo calibre entre los jugadores y los dirigentes.
Después de este escándalo la relación Boca-Amadeo siguió igual. Agresiones verbales permanentes hacia el arquero eran moneda corriente en cualquier clásico que se disputara. Fue muy famosa la anécdota que años mas adelante protagonizó Angel Rojas robándole la gorra a Amadeo antes del comienzo de un trágico partido en el Monumental.
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Autor Jorge Claudio Joffrés

domingo, 28 de noviembre de 2010

Juan Amador Sánchez

La guita mueve al mundo dicen. Y uno de los que puede confirmar la teoría es seguramente Juan Amador Sánchez. Un tipo capaz de pasearse como marcador central vistiendo las camisetas de Boca y de River, de San Martín y de Atlético Tucumán y, algo más grave aún (?): Morón y Nueva Chicago. Tanto peseterismo es completado con pasos por Huracán, Platense y los santefesinos Unión y Atlético Rafaela. Una pinturita.
Su arribo al xeneize fue a comienzos de 1986 y en el medio de la lenta reconstrucción del club luego de la debacle de 1984. Por ese motivo su llegada fue vista por hinchas y DT como un refuerzo de calibre. Pero casi de arranque quedó todo al descubierto.
Su debut fue la noche del domingo 23 de febrero de 1986 cuando Boca recibió al Globo en la Bombonera y se mataron a goles. El triunfo 4-3 dejó a la multitud empachada pero imaginamos las preocupaciones de Marito Zanabria al ver los enormes desacoples de la zaga formada por Di Natale de cuatro, Pipa Higuaín de dos, nuestro homenajeado de seis y el Vasco Olarticochea de tres.
Jugó algo más de ahí hasta el final de la temporada 1985/86 y un ratito en cancha de Boca en la batalla contra Olimpo de Bahía Blanca por la Liguilla. Dado el nivel mostrado, no sorprendió a nadie que al campeonato siguiente arrancara como suplentón cómodo. Pero la participación de Boca en la Libertadores lo devolvió al ruedo en formaciones alternativas de cabotaje o, para ser más estrictos, donde hiciera falta rellenar un hueco. Zafando apenas en el juego aéreo pero siempre con mil kilos de dudas a cuestas. 
Sus 18 partidos oficlales lo mostraron como número seis acompañando a Pipa Higuaín o como dos con un Pasucci o un Zacarías al lado. Pero nada cambiaría de ahí hasta diciembre de 1986, fecha donde pegó la retirada no sin antes dar lástima en goleadas recibidas en cancha de Boca ante Ferro y Ñuls. Ambas 0-3. 

sábado, 27 de noviembre de 2010

viernes, 26 de noviembre de 2010

Boca festeja la Intercontinental ganándole un partido clave a San Lorenzo

El doblete de Palermo habrá sido inolvidable, la victoria sobre el Real Madrid tremenda y la caravana de bienvenida a los campeones apoteótica. Pero la realidad en aquel diciembre de 2000 obligó rápidamente a todo Boca a pasar de página y poner todos los sentidos en la definición del Apertura. No sin antes llevar a cabo el rito tan esperado. Pasear la Copa Intercontinental en una vuelta olímpica con una Bombonera colmada como escenario. Y el fixture, a veces cruel pero a veces muy gaucho, puso a San Lorenzo como invitado para la ocasión.
Así fue como el domingo 3 de diciembre minutos antes del choque clave por la fecha 17, el plantel asomó por el túnel y con el trofeo pasando de mano en mano dio una lenta vuelta alrededor del campo de juego. Mientras en la tercera bandeja del Riachuelo sólo atinaban a darse vuelta como si eso cambiara las cosas, el estadio entero se unió en un sólo grito furibundo: “...dale campeón...”.
Las tribunas desbordaban de gente y de cotillón. Banderas, trompetas, campanas, sirenas de aire comprimido y hasta máscaras de Palermo fueron la picada para el plato principal que fue un partido muy luchado y que tuvo la frutilla del postre cerca del final, con un pasegol de Riquelme para que Palermo defina a lo Martín (?), ponga el 1-0 definitivo y lo deje calentito a Saja deje a Boca al borde del título.

jueves, 25 de noviembre de 2010

La interna del plantel explota a horas de la final del mundo

En plena adrenalina de estar contando los segundos para que empiece el esperadísimo Boca - Real Madrid, el hecho pasó casi desapercibido. Y no era para menos, ya que lo verdaderamente trascendental se ponía en juego el 28 de noviembre a primera hora argentina. Pero a dos días de la final hubo un lindo (?) terremoto dentro del plantel que no dejó muertos (?) sólo porque el partido terminó en triunfo 2-1 sobre los merengues. Y que además no hizo otra cosa que poner en evidencia dos temas: lo calentita que se mantenía la interna del plantel y la muñeca de hierro que tenía Bianchi para pasar turbulencias como ésta o incluso peores.
Ya con la Intercontinental en las vitrinas del club, el hecho concreto trascendió y dejó de ser un secreto a voces: el 26 de noviembre Martín Palermo fue a encarar a Bianchi para decirle que se sentía más cómodo (?) haciendo dupla de ataque con Guillermo Barros Schelotto que con el Chelo Delgado. A lo que Bianchi lo espantó contestándole “...bueno, no hay problema. Juega Guillermo pero en tu lugar...”.
Tiempo después fueron surgiendo detalles de color acerca del hecho. Y no precisamente detalles menores. Según el mito que ya a esa altura era una bola de nieve imparable, la iniciativa de Palermo había sido a pedido de su amigo Guillermo. Muchos creyeron y otros tanto se resistieron. Pero una nueva interna del plantel varios años después dejó blanco sobre negro, cuando el Chelo Delgado, ya retirado, pidió un micrófono y gritó a los cuatro vientos: “...en Japón, a dos días de jugar la final del mundo, Martín le fue a decir a Bianchi que me sacara, eso no es de compañero ni de respetuoso. Palermo fue a decirle que ponga a Guillermo porque no se entendía conmigo, cuando antes de ir a Tokio jugamos juntos siempre, tuvimos un nivel bárbaro y salimos campeones de todo. Además, acuérdense lo que le pasó al Chino Benítez en su momento. Yo no iba a ser cómplice de echar a un técnico. Por qué lo echaron después de no poner a Palermo y Guillermo en el partido que perdimos 4-0 con Chivas: porque nos puso a Palacio y a mí...”.
Para los que todavía dudan de un eventual enojo del Mellizo por no ser parte de la gesta histórica ante el Real Madrid, va la brutal confesión del hermano de Gustavo: “...cuando volvimos de jugar contra el Madrid en Japón, que Bianchi puso al Chelo, el enojo me hizo pensar en irme del club. Me llamó el presidente de la Real Sociedad, de España. Nos pusimos de acuerdo con el contrato y le pedí que arreglaran todo con Boca. Al regreso de Japón volví a jugar, estuve en el partido del campeonato contra Estudiantes, se me fue la calentura y un día antes de terminar el torneo se comunicaron conmigo de nuevo. Les pedí que llamaran el lunes. Y el lunes ya me había ido de vacaciones a Cancún con mis amigos. O sea: no tenía más ganas de irme...”.
El incidente quedó grabado a fuego para los protagonistas más amigos y fue la piedra fundamental (?) de una división que quedó tapada con vueltas olímpics pero jamás fue olvidada.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La multitudinaria caravana para recibir a Boca campeón del mundo

Con la epopeya de ganarle al Real Madrid consumada, sólo restaba un pequeño detalle. Que el plantel regrese a la Argentina, traiga la Copa Intercontinental para ser depositada en las vitrinas del club y sea recibido como corresponda. O sea cómo héroes. Ni más ni menos.
Así que el jueves 30 de noviembre fue la fecha señalada para vivir una fiesta popular de proporciones gigantescas. Algunos grandulones lo compararon con el regreso del General Perón en la década del 70. Lo concreto es que el pueblo boquense copó las calles y dio rienda suelta a un festejo descomunal e interminable si tenemos en cuenta las casi tres horas que demoró el coche 2059 de la empresa Flecha Bus en unir el Aeropuesto de Ezeiza con el hotel Los Dos Chinos en el barrio de Constitución. Pero empecemos por el principio.
A las 11.45 de la mañana los campeones descendieron por la escalerilla del avión. Obviamente los esperaba el micro pero también un par de ambulancias, la policía, un helicóptero sobrevolando la zona y desde un par de cientos de hinchas adentro del aeropuesto. Tras varios minutos de tratar de organizar lo inorganizable (?), llegó la orden y arrancó la caravana por la Richieri. Y la verdad que hay que reconcoer que todos los cálculos previos quedaron chicos ante semejante desborde de gente al costado de la autopista. 
Pero mejor que hable (?) Adolfo Díaz (?), el chofer del micro: “...los jugadores tenían una alegría bárbara, una euforia tremenda... uno los ve como estrellas pero nada que ver. No sé cómo explicarlo de tan entusiasmados que estaban. Nunca había visto algo así. Era una barbaridad y más a medida que veían la cantidad de gente que los esperaba. Yo me imaginaba que iba a haber gente al costado de la autopista, pero pensé que serían algunas cuadras, apenas salís del Aeropuerto. Porque cuando nosotros entramos los micros a Ezeiza eran como las 9 y media, y ahí en El Trébol -el lugar hasta donde podían acceder los hinchas, justo frente al predio de la AFA- no había ni cien tipos. íDespués fue una cosa de locos! Im-pre-sio-nan-te... Se colgaban de los espejos, golpeaban los vidrios, se metían adelante del micro, lloraban, se arrodillaban... 
Fue, por lejos, el trayecto más complicado que me tocó hacer con un plantel. Lo de hoy no tiene comparación y dudo que alguna vez me toque vivir algo parecido. Con los muchachos del equipo de fútbol de Boca habré hecho unos cuatro o cinco viajes, hará cuestión de un mes que los llevo. Hoy me tocó ir a buscarlos y, la verdad, me encantó. No soy de Boca (ojo, tampoco de River), pero fue buenísimo igual. Ellos estaban muy contentos, saltaban, cantaban, gritaban. Palermo me gritaba para que tuviera cuidado con la gente, que no fuera a pisar a nadie. Porque la autopista era un hormiguero, la gente aparecía por todos lados y un par de veces tuve que maniobrar para esquivarlos porque se me cruzaban con tal de acercarse a sus ídolos.
Cuando agarré 9 de Julio, casi no podíamos avanzar de la gente que iba corriendo a la par del micro. Ibarra los filmó a todos con una camarita que supongo que la trajo de allá. En general, ninguno podía creer la cantidad de gente que había.
Sinceramente, este es el mejor viaje que me tocó hacer en los dos años que llevo en la empresa...”. 
Y si la cosa venía complicada en la autopista ni hablar cuando el micro agarró la bajada de la avenida San Juan y encaró por la 9 de Julio hacia el Obelisco. Las radios iban tirando la data de por donde andaba el micro y la gente bajaba de sus casas y de los laburos para no perderse la fiesta. Y cada vez más hinchas se sumaban a la procesión.
En primera fila iba sentado Carlos Bianchi y al toque Macri y Palermo. Los papelitos caían de los balcones. La gente terminó rodeando al micro y haciendo prácticamente imposible el recorrido. Si bien el desembarco en el Obelisco fue apoteótico, se quedó un escalón abajo de lo que fue la vuelta olímpica en Plaza de Mayo. Miles y miles que cantaban "...para Riquelme, la Selección..." pero al toque hicieron sonar un inolvidable "..para Gallego, la Conmebol...". Hubo vía libre para copar la Plaza porque De la Rúa estaba en México. De todas maneras capaz que ni se hubiera enterado.
El tránsito había colapsado hace rato pero a esa altura era lo de menos. Muchos automovilistas se bajaban de sus autos y saludaban a los campeones intercontinentales. Algunos medios pretendían pegarle a la cantidd de gente que participó del festejo pero era tirar numeritos al aire. Hablaron de 250.000 / 500.000 y hasta más de 700.000 personas. Imposible calcularlo. Como a esa hora los hinchas de River debían estar escondidos debajo de sus camas había mucha gente laburando en el centro, el efecto fue multiplicador. 
La recta final por avenida San Juan y doblando en Chacabuco fue a pura orquesta y acompañada por un sol que rajaba la tierra y un autobomba de los Bomberos Voluntarios delante del micro. La llegada al hotel casi a las tres de la tarde fue tremenda, Con cuadras de gente de vereda a vereda siguiendo al Flecha Bus y sólo pidiendo poder ver la Copa que fue bajada del ómnibus en manos de Riquelme. El ingreso al hotel no auyentó a la multitud que se quedó un largo rato cantando en Brasil y Piedras.

martes, 23 de noviembre de 2010

La embajada japonesa invita al Toto Lorenzo y a Rattín a ver la final

La Copa Intercontinental de 2000 no sólo movilizó en masa a todos los hinchas de Boca sobre la faz de la tierra. La comunidad japonesa en la Argentina no quiso quedarse afuera de semejante acontecimiento histórico y actuó en consecuencia.
Así fue como la embajada nipona organizó para ese martes 28 de noviembre, un gran evento en el Centro Cultural Japonés. La cosa obviamente arrancaba bien temprano con la proyección del partido y con dos invitados grosísimos y de estirpe boquense por donde se los mire: el Rata Rattín y el Toto Lorenzo .
Hacia allí fueron todos los canales de televisión y se apostaron para cubrir el choque de dos culturas diametralmente opuestas frente a un partido de fútbol de tanta importancia. El Rata fue el encargado de romper el hielo y ni bien se acomodaban delante de la tele, le sugirió al Toto “...sentémonos cerca de la televisión, a ver si puedo pegar una patadita...”. Lorenzo no llegó a responder de los nervios que tenía. Sólo alcanzó a decir “...aunque sea por un córner pero que ganemos...”.
Pitó el colombiano Ruiz y las medialunas prolijamente colocadas en un plato volaron por el aire tras el 1 a 0. Si a esa altura la organización oriental no entendía del todo la magnitud de lo que estaba pasando, directamente se quedó en pelotas con el 2 a 0. Rattín se paró, gritó el gol y estalló inmediatamente en lágrimas.
Los minutos finales fueron con los dos próceres a puro nervio y rodeados de un montón de gente que se reía para la ocasión. Con la vuelta olímpica hubo aplausos y un Lorenzo que respiró aliviado. Le pusieron un micrófono y dejó una frase bien de las suyas: “...se le dieron todas a Boca, que a través de la gran cantidad de gente que llevó a Japón demostró lo grande que es...”. Claro que sí.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Pilchas: el buzo de Oscar Córdoba

Seguramente muchos se habrán dado cuenta ese mismo 28 de noviembre de 2000 durante el partido. Otros, pariendo (?) delante del televisor, tal vez no estaban para esas pequeñeces. Y algunos recién varios años después nos dimos cuenta del detalle. Por eso bienvenido sea el aviso de Felipe acerca de la cuestión.
El tema es que Oscar Córdoba salió a jugar frente al Real Madrid con un buzo Nike donde predominaban el negro y el gris. Bárbaro (?). Pero los interminables 45 minutos finales mostraron al gran Oscar con el ya mítico buzo negro y amarillo que usara previamente en la consagración de la Libertadores de ese año frente al Palmeiras y siete meses después en el bicampeonato frente a Cruz Azul. ¿Cábala? Seguramente. Ahora, ¿por qué no lo usó desde el arranque y listo? No sabemos, pero mejor. Así podemos chorear subir otro post.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Alfonso de Grazia muere de un ataque al corazón minutos después de ver la final con Real Madrid


Lamentablemente no todas son rosas en esta seguidilla de posts homenaje por el décimo aniversario de la consagración frente al Real Madrid en Tokio. De hecho, repasando aquel lejano noviembre de 2000, es imposible pasar por alto la muerte del actor Alfonso de Grazia.
Fanático hincha de Boca y con 68 años de edad en aquel entonces, terminó de ver la final Intercontinental en su casa junto a su hija y se puso contento y a festejar como cualquier hincha de Boca. Pero las emociones y nervios vividos minutos antes, evidentemente le jugaron una muy mala pasada. Aún en su casa, sufrió un paro cardíaco que le produjo la muerte instantánea.  
Formado en el Conservatorio de Arte Dramático, integró el elenco estable del Teatro San Martín y también tuvo participación como dirigente gremial en la Asociación Argentina de Actores. Al momento de su muerte integraba el elenco de la obra El Inspector.
Entre sus muchos filmes interpretados son imposibles no mencionar La noche de los lápices, El caso María Soledad y Una sombra ya pronto serás.

sábado, 20 de noviembre de 2010

viernes, 19 de noviembre de 2010

jueves, 18 de noviembre de 2010

Los dos goles de Palermo al Real Madrid en cuatro minutos

Como sucede con cualquier competencia que se juega en tierras orientales, de este lado del mundo los futboleros deben hacer un sacrificio y madrugar de más para poder seguir las alternativas de esos partidos por copas de clubes. Aquel martes 28 de noviembre de 2000 no fue la excepción. Pero lo que nos atañe en este post es que esa mañana muchos habrán puteado a Martín Palermo. Usted, lector, se preguntará qué está diciendo este loco. ¿Cómo va a tratar así al protagonista excluyente de esa fría noche de Tokio? No estoy loco ni mucho menos. A ver ¿cuántos de ustedes no habrán encendido el televisor y mientras se jugaban los primeros minutos del partido, fueron a calentar la pava para tomarse unos mates? ¿Cuántos no aprovecharon y fueron al baño?. Jódanse, señores. ¿Por qué?. Porque el gran Titán Palermo los madrugó a todos y mientras algunos se quitaban las lagañas de los ojos, el 9, en sólo cuatro minutos puso el partido 2-0 a favor de Boca. Increíble. Muchos habrán pensado que lo soñaron, que aún estaban dormidos y muchas situaciones oníricas (?) que no vienen al caso. Pero no, fue todo real.
La cuestión es que el delantero pegó dos golpes bien tempraneros que dejaron al Madrid y especialmente a Iker Casillas, al borde del knock-out. El primero, a los 2 minutos, fue tras un pelotazo largo y preciso de Aníbal Matellán desde la izquierda para una clásica corrida del "Chelo" Delgado que envió un centro bajo para que Palermo entre por el medio de lo centrales merengues y con un toque derrote al actual arquero campeón del mundo en Sudáfrica. Cuatro minutos después llegó el segundo tras una genialidad de Juan Román Riquelme, que levantó la cabeza y desde atrás de mitad de cancha vio cómo Palermo corría por izquierda. El 10, con un guante le puso la pelota en los piés, el 9 le ganó la marca a Makelele y con un zurdazo bajo y esquinado superó la estirada del uno madrileño.
Iban tan sólo 6 minutos y Boca superaba a los blancos por 2-0. Ni el más optimista podía creerlo... ¿Qué dije?. Ahora sí estoy loco. El optimista del gol creyó y desde sus pies salieron los dos mazazos madrugadores que dejaron al Madrid boquiabierto.
Lección para aprender: si juega Palermo, no despegue la vista del televisor ya que aunque en otro contexto no era la primera vez que marcaba dos goles en pocos minutos. Tampoco quite la oreja de la radio. Si está en la cancha, menos que menos se dé vuelta cuando pasen Las Boquitas...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

La extraña cobertura de los medios para una final del mundo


La final intercontinental entre Boca y Real Madrid tuvo una rara cobertura mediática. Visto a la distancia queda claro que era otra época. Internet era muy lenta y para pocos. Pensar en ver videos online en Internet era una locura. Los celulares tenían poco alcance. Nada de usarlo para fotos ni mensajes de texto. Los creadores de Facebook y Twitter estaban en la escuela primaria. Por suerte, la TV en directo vía satélite hacía tiempo que estaba instalada. Pero no todo fue color de rosa (?). Para que el país pudiera ver el partido tenía varias trabas: no fue por TV abierta (era habitual que Canal 9 transmitiera la intercontinental, así pasó con la que ganó Vélez en el 94 y con la que perdió River en el 96). Cablevisión tenía la exclusividad, aunque el encuentro se pasara por el canal PSN y esta señal también estaba en la grilla de Multicanal, la otra gran operadora de cable.

¿Qué era PSN? Definitivamente un canal hecho para lavar guita, para transmitir grandes eventos. Duró dos años, llegó con bombos y platillos y se fue en el más absoluto silencio. Más allá de tener los derechos (de hecho la Libertadores ganada por Boca también la transmitió PSN, aunque además Canal 13 lo hacía por aire) para esta ocasión dieron verdadera pena. Los cronistas eran Ricardo Ortiz, Eduardo Biscayart y Omar Flores, un trío que no estuvo a la altura de las circunstancias. Pifiaron nombres (le dijeron "Marchant" a Matellán), relataron todo con una monotonía insoportable, no dieron ningún tipo de información y cuando tuvieron que opinar expresaron "es un partido difícil de explicar" (???).

La cobertura visual fue igual de tétrica: mal con las repeticiones, imagen pobre y el colmo de mostrar un par de veces a la dupla de comentaristas saludando a cámara mientras se jugaba el partido!!

Hasta aquí, se contó como fue la transmisión, pero no de las restricciones. El que no tenía Cablevisión no podía ver el partido (eso significa más de medio país). Tanta sensación de injusticia hizo que a Víctor Hugo Morales se le ocurriera pasar en su programa "Desayuno" por Canal 7, imágenes tomadas directamente de PSN. Obviamente se desató un escándalo por esto, con juicios de por medio. Pero para los que no tenían chance de ver la final fue una bendición lo que realizó Víctor Hugo.

Los excluidos del sistema pudieron ver el partido en diferido por América (a las 22) y con el relato de Sebastián Vignolo y Juan Pablo Varsky. Tiempo después Varsky contó que hasta último momento había una oportunidad de que ellos fueran la dupla principal de PSN y por eso igualmente hicieron los relatos desde el estadio. Hubiera sido ideal que ellos estuvieran en vez de bancarse a los impresentables de PSN... en fin. También los españoles dieron su visión de lo que fue la final y a juzgar por este video, aquello de que "a los europeos no les interesa la Intercontinental" queda de lado. Vean sino:

El canal Crónica TV no se quedó afuera del acontecimiento y dio un contundente mensaje editorial:

Y la otra forma de seguir en directo aquel Boca-Real Madrid quedó para las radios. Mitre, con Fantino y un desafinado Leto, era la más destacada. También transmitieron La Red (que cruzó al entonces presidente De La Rúa con Palermo...), Rivadavia, Continental y El Mundo.
La prensa gráfica generó mucho material en los días siguientes. Olé y El Gráfico tuvieron sus ediciones especiales además de las regulares, y hasta una revista que no tuvo mucha historia llamada Pasión Deportiva generó un motivo más para coleccionar.

Y obviamente, la prensa española hizo lo suyo. Que Boca haya aparecido en los diarios Marca o As o en la revista Don Balón con tantos elogios y palabras de alabanzas forma parte de otras de las cosas destacadas que dejó aquella intercontinental. Si hubo un momento para guardar absolutamente todos los diarios y revistas que se editan en Argentina (y en España o Japón), lo que se generó el 28 de noviembre de 2000 fue la gran ocasión.
Nota en Revista Don Balón - Edición 1312 - 4 de diciembre de 2000

martes, 16 de noviembre de 2010

Matellán va de titular y anula a Figo

El campamento boquense en Tokio se vio sacudido, primero por el rumor y luego por la confirmación de la noticia. A casi nada del choque frente a Real Madrid, Bianchi volaba a Fagiani del once titular, corría a Matellán como lateral izquierdo y mandaba a un soldado de su confianza a la zaga central: Christian Traverso .
Y cuando la bomba cruzó el globo terráqueo y llegó a la Argentina, fue vista como un disparate del técnico de Boca. Hoy, diez años después, parece algo perfectamente posible. Pero si nos situamos en aquel caluroso noviembre de 2000, el movimiento de piezas era lo más parecido a una improvisación que podía terminar en suicidio futbolístico. Pero no. Por suerte todo lo contrario.
El Mate recién en ese Apertura 2000 y tras la venta de Samuel, se había ganado la titularidad como marcador central y luego de muchos años de lucharla. Pero la realidad es que no gozaba de la confianza de prácticamente nadie. De producciones irregulares y enormes dudas con la bocha en los pies, Aníbal tenía encima que ocupar un lugar de la defensa que le exigía bastante más recorrido que su puesto natural. Y como si todo esto ya fuera poco, el escenario lo obligaba a toparse con una figura por demás pesetera estelar: Lucho Figo.
En ese momento se habló de una supuesta lesión muscular de Fagiani que obligaba a toda la movida. Pero no. Posteriores declaraciones de Bianchi lo desmintieron rotundamente. La verdad es que en esos días previos, el ojo clínico del Virrey no vio bien a Fagiani quien de esa manera, tras ser titular todo el semestre, se quedaba afuera del partido más importante.
La aventura tuvo un final soñado, y no como otras intentonas del pasado . Matellán se comió crudo al portugués y fue una de las claves para sacar adelante la final y ganar la Copa Intercontinental.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Boca lleva 10.000 hinchas a Tokio para ver la final Intercontinental de 2000


¿Cómo se puede explicar que la pasión traspase las fronteras de las posibilidades económicas de cada uno de los hinchas que el 28 de noviembre del 2000 alentaron a Boca en Japón? Si se contextualiza cómo estaba el país por aquellos años uno se dará cuenta de que emprender tamaña travesía hacia Japón parecía una utopía. Por otro lado, ¿en qué mente brillante cabe que alrededor de 10 mil (se habla de más también) almas xeneizes se trasladen 18.357 kilómetros para copar el Estadio Nacional de Tokio? Teniendo en cuenta que en otras presentaciones de equipos argentinos en Japón apenas se alcanzaban las 300 o 400 personas con toda la furia, lo que sucedió hace diez años toma una dimensión extraordinaria. Así y todo, si hay razones que expliquen lo que sucedió esa noche en la capital nipona habría que buscarlas desde el corazón y desde el sentimiento que tiene la gente de Boca. 
Trasladar la Bombonera a Japón fue un sueño hecho realidad, a pesar de cargar con el peso de ser los extraños, los que venían a perder o “los que juegan con el Real Madrid”. Aunque los japoneses miraran de reojo sin entender lo que pasaba en una de las cabeceras del estadio y sin saber siquiera del fervor de cientos de hinchas que coreaban “Paleeeermooo, Paleeeermooo” y optaran por alentar al equipo español por sus figuras mediáticas y comerciales, nada impidió que esa noche fría de Tokio los hinchas, visitantes sólo por encontrarse en otro lugar físico, estallaran ante los dos tempraneros goles de Martín, ante cada gambeta de Juan Román Riquelme, se emocionen por los incansables piques del “Chelo” Delgado y festejen hasta la pegajosa marca de Aníbal Matellán que borró al multimillonario Figo. Ni hablar de cuando desataron la locura al escuchar al árbitro colombiano Ruiz pitar el final del partido y darse cuenta que Boca era campeón del mundo luego de 22 años. Cientos de orientales fueron testigos de una noche que no podrán olvidar pero mucho menos entender.
Con el cotillón, los bombos, varios hinchas disfrazados de azul y oro, y como broche de oro dos banderas gigantes, una con el mítico Maestro pizzero y la leyenda “Podrán imitarnos pero igualarnos jamás” y la otra con las iniciales “CABJ”, Boca copó toda la popular y se convirtió en el equipo que más gente trasladó a esta competencia en toda sus ediciones. Esa noche inolvidable quedará alojada en la memoria como el día en que la mítica Bombonera se trasladó a la tierra del Sol Naciente.

domingo, 14 de noviembre de 2010

La tarde negra de Palermo justo antes del viaje a Japón


El domingo 19 de noviembre de 2000 la Bombonera se colmó de punta a punta por el choque del Boca puntero ante el Talleres dirigido por el Negro JJ López y que a esa altura del Apertura, fecha 15, no aflojaba en la pelea por el primer puesto de la tabla. Pero indudablemente hubo un condimento extra esa jornada: era nada más y nada menos que el partido despedida del xeneize antes de su vuelo de Varig programado para el lunes 20 a las 18.20, con escalas en San Pablo y Los Ángeles, y destino final Tokio. De manera que esos últimos 90 minutos oficiales de fútbol fueron a la vez una puesta a punto del relojito suizo que era ese Boca de Bianchi
Y la puesta a punto dejó una mueca de preocupación tras el pitazo de Ángel Sánchez y pese a la victoria 2-0 con goles de Riquelme y Delgado. El foco de atención pasó de ser si Guillermo le sacaba el puesto al Chelo o no, a ser la preocupante actuación de Palermo. Es que el Titán de manera increíble llegó a desperdiciar siete situaciones claras de gol. Algo impensado en un goleador de su calibre. 
El muro de contención puesto por JJ con Cuenca al arco y Manfredi, Galarza, Maidana y Del Sotto abajo no le pudieron hacer ni sombra al goleador. Pero evidentemente no fue su tarde.
De las siete chances de gol, hubo dos muy muy claras, de esas que Palermo nunca falla. La primera a los 30 del primer tiempo cuando Martín enganchó adentro del área chica ante un jugador Tallarín y solo ante Cuenca la cruzó de derecha al palo izquierdo y se fue desviado. La otra, en el segundo tiempo, con Boca 1 a 0 y la chance de liquidar el partido, fue bastante peor: Delgado desbordó por la punta, metió el centro y Palermo, en el punto penal y a la carrera con el arco de Casa Amarilla a su disposición, la mandó por arriba del travesaño.
Enseguida bajó el “Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir...”, pero el espaldarazo de confianza de la gente evidentemente no rindió sus frutos si consideramos además un remate de volea cruzado afuera, un cocazo inventado que terminó en el travesaño, un tiro desde lejos desviado, un centro atrás del Sapo Marchant que alcanzó a definir con la punta del botín y salió apenas afuera, otro cabezazo cerca luego de un centro de Ibarra y la última, un derechazo que rozó el ángulo de Cuenca.
Ya cegado intentó reclamar dos supuestos penales y terminó muy fastidioso y pateando al arco desde cualquier lado en busca de su gol.
Con los jugadores abrazándose en el centro del campo y la Bombonera despidiéndolos a grito pelado, Bianchi se mandó una de ajedrez. Hizo claros gestos a los fotógrafos de que no lo dejen de lado al goleador. Y al pasar por al lado, lo tomó del brazo, lo palmeó y le tiró una linda bomba anímica: “...muy bien Martín por guardarte los goles. Hoy no hacían falta, pero en la final sí que van a ser necesarios...”.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Boca adelanta 50 días su partido con Los Andes por el viaje a Japón


El fixture del Apertura 2000 estaba bien clarito. Como siempre (?) pasa en el fútbol argentino. Domingo 19 de noviembre, fecha 15 contra Talleres en la Bombonera. Domingo 26, fecha 16 con Los Andes en el Sur. Y domingo 3 de diciembre, fecha 17 y partido chivísimo con San Lorenzo en cancha de Boca. Pero en el medio de todo eso, había un pequeño detalle. El 28 de noviembre Boca debía jugar contra el Real Madrid la final Intercontinental en el Estadio Nacional de Tokio. Por consiguiente, y más teniendo en cuenta que Boca estaba peleando el campeonato, la dirigencia supo moverse a tiempo, anticiparse al tema y jugar esa fecha 16 antes de viajar a Japón y no después. Un detalle no menor ya que ganando ese partido Boca empezaría a inclinar psicológicamente la balanza del título a su favor.
Así las cosas, Boca visitó a Los Andes en cancha de Lanús entre la fecha 9 (victoria por 3-2 a Lanús el viernes 29 de septiembre en cancha de Boca) y la fecha 10 (empate 1-1 con River el 15 de octubre en el Monumental). El partido en cuestión con el Milrayitas se jugó el sábado 7 de octubre y en un fin de semana en el que no hubo fútbol local ya que la Argentina de Bielsa le ganó a la Uruguay de Passarella por fecha de Eliminatoria. ¿No se entendió una goma? No importa. Lo concreto es que el domingo 26 mientras River recibía a Belgrano de Córdoba, el plantel de Boca ultimaba detalles para el choque galáctico.
El Virrey alineó frente a Los Andes a Pato Abbondanzieri, Negro Ibarra, Nico Burdisso, Matellán, Faggiani, Battaglia, Chicho Serna, el Mellizo Gustavo, Riquelme, Barijho y Palermo. Un dato de esos que nos gustan (?) es que el arquero suplente fuer Mauro Astrada con la 34 en la espalda.
Con arbitraje de Sequeira y un trámite mucho más cerrado de lo previsto, recién en el comienzo del segundo tiempo Boca pudo quebrar el marcador gracias al oportunismo del Chipi Barijho, para después freezar el partido e iniciar, ya tranquilo y con los puntos en el bolsillo, la cuenta regresiva para Japón.
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Gracias a BocaVideos

viernes, 12 de noviembre de 2010

El sol del 28 viene asomando...

Si algo hicimos desde el primer post hace casi dos años, fue escaparle a la actualidad. Y en esta oportunidad, no habrá ninguna excepción. Sólo que el motivo que nos reúne (?) es de los mejores que pudimos encontrar. De los más grosos. Esta vez, ningún Pampa Sosa. 
Así las cosas, en el marco del décimo aniversario de la conquista de la segunda Copa Intercontinental del club, tras una idea pura y exclusivamente de Guille y en un esfuerzo de producción sin igual junto a Boca Videos, Imborrable Boca inaugura los festejos no oficiales por dicho logro ocurrido un ya lejano 28 de noviembre de 2000 en Japón y frente al Real Madrid.
¿Y en qué consisten los festejos? Como todavía el presupuesto no da para grandes movidas, nos vamos a concentar en lo nuestro (?): hacer posts.
Así que, señoras y señores, desde mañana y hasta el 28 de noviembre inclusive, fecha patria boquense, sólo se postearán notas relacionadas a la gesta histórica en el Estadio Nacional de Tokio. Así que se vienen 15 días un poquito monotemáticos. La ocasión lo amerita.

jueves, 11 de noviembre de 2010

A Navarro Montoya le hacen seis goles en cuatro partidos

Hay episodios que son materia opinable, que uno puede creer o no. Como por ejemplo que a un tipo lo hayan limpiado por comerse un trava en Barrio Norte se le diga mufa por haberse ido al descenso chiquicientas veces. También podemos discutir si iba para atrás se tiraba como bolsa de papas en algunos partidos decisivos, si efectivamente es o no ídolo del club, si le gustaban más las cámaras que el dulce de leche o si dividía al vestuario. Aunque en este último punto que en todos los programas de Hay Equipo de TyC nunca lo hayan invitado sus ex compañeros nos da la pauta de algo. 
También podemos polemizar si le mordió la mano a quien le daba de comer cuando pronunció la triste frase “...Heller volverá a ser un oscuro gerente de banco” después de perder un campeonato. ¿Era un arquero ganador de partidos o de títulos? La verdad es que es dudosa su capacidad de ganar choques decisivos como un Gatti, Roma o Córdoba. 
Podemos estar de acuerdo o no sobre si se ponía el equipo al hombro, si hacía bien en dejarse forrear por Chilavert, en sus fotos y cenas con M*n*m en Olivos, en si le gustaba llamar la atención con su vestimenta, en si era necesario que cada vez que había un contrario en el piso hacía gestos ampulosos, llamaba al referí, a los médicos, al CIPEC, al Argerich y se rezaba diez padrenuestros para salir en todos los medios. ¿Tenía los pies redondos? Cuando el hijo de puta vendehumo de Menotti lo puso a barrer tipo Gatti y especialmente cuando se cambió el reglamento haciendo que los arqueros tuvieran que jugar más con los pies, la realidad empezó a mostrar que temblaba más que Chile en el último terremoto.
Lo que no puede ni podrá discutirse es que en cuatro partidos distintos (sí, cuatro) el quía la fue a buscar adentro seis veces. Es un hecho muy poco común que un arquero de Boca sufra media docena de goles en un partido. Así que en cuatro, ni hablar.
La primera fue el nefasto día en que el Boca de Pastoriza, en una tarde atípica de 1988, luego de que Simón acariciara a la altura de la rodilla a un tucumano, San Martín con Vidal González como verdugo se llevó una página en su historia para no olvidar nunca más. 
La segunda fue en la Libertadores 94. Con el equipo de Menotti (hijo de puta, la puta que te parió) Boca no sólo se comió seis pepas sino que quedó fuera en una primera ronda donde clasificaban tres de cuatro equipos. El 6-1 lapidario en el demolido Parque Antártica fue vergonzoso. Al partido siguiente nos tomamos revancha metiéndole otra vez un sexteto a Racing Club. Pero acá no temina la cosa.
El 3 de diciembre de 1995 Boca afrontaba un partido súper decisivo contra Racing de local, el día de las elecciones que consagraron a Mauricio Macri como presidente al ganarle a Antonio Alegre. Este partido tuvo el condimento extra de que para muchos, entre los cuales me incluyo, el arquero ídolo de los niños, superhéroe (?) de la revista Billiken, fue claramente para atriki un desastre. En la página futboldescarga está el partido para que lo revean con tranquilidad y saquen sus conclusiones. Las declaraciones posteriores del goalkepper mencionadas al comienzo de la nota no ayudaron a ahuyentar el fantasma.
Y falta la última. El Lobo de Guillermo Barros Schelotto visitó en 1996 la Bombonera con el recuperado asombrosamente Beto Márcico en sus filas, quien parecía venir directo de los consultorios de Slim y Alberto Cormillot en conjunto, y pesando 74 kgs luego de vagar con 110 kgs varios años del lado de la sombrita de los viejos palcos en los dias de verano
En un partido excepcional de Medero y del arquero, Boca se comió seis en la reinauguración de la Bombonera con los palcos VIP de Mauri (?), que ya empezaba con la historieta de que Boca debía dejar de ser un club popular para ser un club elitista. De ehcho los palcos se subastaron entre ricos y gente que los adquirió como regalos empresariales. En definitiva, una tarde oscura en que Schelotto hizo tres goles y Márcico uno de penal.
El derrotero del arquero con los seis goles no paró. Por suerte se fue de Boca de una vez por todas y se empezó a ir a la B con todo lo que le pasaba cerca, tanto en España como en Argentina. En su paso por el Funebrero no solo lo mandó al descenso sino que se comió seis de nuevo con Independiente.
Luego fue a Gimnasia. No lo mandó a la B pero lo dejó tecleando en Primera y tiene los días contados hace varias temporadas. Acá Vélez le hizo media docena de nuevo. Se corre la bola (?) que Bravo, el juvenil del Fortín que le hizo el gol, tuvo los huevos de cambiarle la camiseta y no pudo jugar más al fútbol profesional por un problema cardíaco y tuvo que conformarse con dirigir la reserva de los de Liniers.Creer o reventar.
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Autor GUYO

miércoles, 10 de noviembre de 2010

...en Ramble Tamble

Cómo más vale tarde que nunca, vaya enhorabuena un fuerte abrazo y agradecimiento al blog Ramble Tamble por sus efusivas (?) palabras hacia Imborrable Boca. Ramble Tamble es el blog personal del mismísimo Artemio López, un tipo que, aparte de ser el director de la consultora de investigación social y opinión pública eQuis, es sobre todas las cosas un reconocido profesional que por ejemplo puede hablar con toda la autoridad del mundo sobre esta cruzada que hace rato lleva adelante el diario deportivo que quiso hacer de Fabbiani un ídolo riverplatense Olé para instalar la idea de que ahora River es el club más popular de la Argentina. Una cruzada que no tiene ni pies ni cabeza y hasta en las mediciones (?) del Gran DT hace agua. Así que gracias Artemio por poner los huevos números sobre la mesa y decir la verdad.
Ah (?). Mención especial para la data que el mismo Artemio agrega sobre el Diego bueno. Imperdible.

martes, 9 de noviembre de 2010

Alcides Silveira es jugador y técnico de Boca al mismo tiempo

El año 1967 fue  revolucionario en el fútbol argentino. Se crearon, a instancias de Valentín Suarez, los torneos Metropolitano y Nacional dando cabida por primera vez en la historia a los equipos del interior del país.
Para Boca fue futbolísticamente pobrísimo. Cuarto en el Metro, no pudo acceder a las finales y apuntó todo al recién nacido Torneo Nacional. El fixture para este primer torneo fue diseñado en forma muy particular. En las primeras fechas los grandes del fútbol argentino más Velez, Estudiantes y Rosario debían enfrentar a los cuatro equipos debutantes del interior más los “chicos” de la Capital y recién después enfrentarse entre ellos.
Boca comenzó a los tumbos y encima tuvo el honor (?) de ser el primer grande del fútbol argentino en ser derrotado por un equipo del interior en su propia cancha. En la quinta fecha del torneo, Central Córdoba de Santiago del Estero lo venció por 2 a 1 ante la sorpresa de todo el mundo futbolístico.
Este andar irregular del equipo provocó la renuncia del técnico Adolfo Pedernera y entonces al visionario de Don Alberto J. Armando se le ocurrió otra de sus “locuras”: ofrecerle la dirección técnica del equipo al uruguayo Alcides Vicente Silveira, de tan solo 28 años. ¿Qué tenía de raro esto? Pues que Silveira era en esos momentos el número 6 titular del equipo.
En su primer reportaje en la revista El Gráfico dijo frases que después se le volverían en contra, tales como “…para Dt soy un fenómeno...” o “...si sigo, el año que viene Boca gana el campeonato por 10 puntos de ventaja...”. Y desde ya la “...si no salgo campeón devuelvo la plata...”.
Se pensó que el uruguayo dejaría de jugar, pero no fue así. Armó el equipo para su debut frente a Lanús en la Bombonera y ¡se incluyó a si mismo!. O sea ¡se autodirigió! Fue triunfo por 3 a 1, pero nadie se imaginaba lo que se venía.
Siete días después en Boedo, Silveira sufrió doblemente, como jugador y técnico, una de las más catastróficas derrotas de Boca. San Lorenzo lo venció por 4 a 0, convirtiendo, en sólo 30 minutos los cuatros goles el “Bambino Veira” (mas allá de ser de los Cuervos ¡qué jugador!, ¡qué zurda maravillosa!). Cuentan que la hinchada de Boca abandonó masivamente el Gasómetro al terminar el primer tiempo.
Lo mejor de ese Nacional fue el triunfo frente a River, de visitante, por 1 a 0 con un golazo del “Tano” Nicolás Novello (excepcional jugador, retirado muy joven por sus lesiones) que nuevamente dejo a River fuera de la pelea por el título.
Terminado ese año, se empezó preparar con todo para en 1968 volver a los éxitos. Se reforzó el equipo con los brasileños Cardoso y Texeira Lima, de Gimnasia llegaron Pardo y Rogel, de Atlanta arribaron Cabrera y Fernández, de Perú quien luego sería uno de los grandes centrales de la historia de Boca: Julio Meléndez Calderón, y de Uruguay un volante precedido de los mejores antecedentes: Milton Viera (¡¡fracaso total!). 
En los primeros partidos el uruguayo no se incluyó en el equipo (muchos pensaron que definitivamente), pero, ante la irregularidad y los malos resultados en la cuarta fecha volvió a ponerse a sí mismo de titular. Jugó tres partidos en su doble condición y después de un pobre empate 1 a 1 frente a River presentó la renuncia como DT y siguió  como jugador, jugando solamente dos partidos más en la primera de Boca.
Los malos resultados y su fuerte personalidad, que lo llevó a tener choques muy frecuentes con los referentes del plantel, sellaron su destino y le pusieron fin a tan singular experiencia.
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Autor Jorge Claudio Joffrés

lunes, 8 de noviembre de 2010

La dupla técnica Ángel Cappa - Rogelio Poncini

Un poroto la quema de los pastizales del Delta al lado de las impresionantes columnas de humo que se levantaron dentro de la Bombonera allá por comienzos de 1987. Porque el arribo del caprichito de Heller entrenador campeón del mundo en 1978, cómo no podía ser de otra manera, vino adornado con todo su séquito de fundamentalistas. Entre los que se encontraban Rogelio Poncini y el homenajeado (?) de turno: Ángel Cappa, un hombre bien al pie del cañón, según lo que puede verse en la foto adjunta.
El tema es que ante un severo percance por la eventual renovación de su contrato de salud, el Flaco Menotti como de costumbre dejó el barco a la deriva. En esta oportunidad, de cara a la Liguilla 1986/87. Ojo que no faltaron los que pensaron que el faltazo del DT fue por un bajón anímico tras la enorme frustración por haber mancado en la pelea por el título que finalmente se llevó Rosario Central.
Así las cosas, según los libros (?), Ángel Cappa hizo dupla técnica con Poncini en el estreno de la Liguilla. El cómodo triunfo 4-0 sobre Deportivo Armenio en Vélez, que en los minutos finales se transformó en 4-2 y con cierta zozobra, lo debe haber hecho putear un poco a don Ángel. Tal vez por eso, decidió dar un paso al costado y dejar sólo a Poncini para lo que se venía. Y lo que vino fue una levantada del equipo hasta que Menotti volvió al banco para dirigir y perder las finales con Independiente.
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Gracias a Nano de Mirá quién canta por la foto

domingo, 7 de noviembre de 2010

Un gran día, lástima la noche...

Resulta que estaba todo armadito para que el 2do. Encuentro Imborrable Boca sea 24 horas antes del superclásico, con toda la adrenalina (?) que eso implica, pero no. El destino metió la cola a fondo y el fallecimiento de Néstor Kirchner obligó a la reprogramación de todo el campeonato.
Pero la cosa no terminó ahí. Como Independiente no tiró un cubito de hielo sino un cascote que le abrió la cabeza al arquero de Defensor sigue de regalo en la Sudamericana, su partido con San Lorenzo fue pasado al domingo 7 y el de Boca - Argentinos Juniors pasó al mismísimo sábado 6 de noviembre, fecha elegida con bastante anticipación para el encuentro oficial del blog. En un primer momento se especuló (?) con la suspensión pero por suerte hubo un tiro para el lado de la justicia y los horarios permitieron llevar a cabo la reunión y que los más osados vayan tranquilos a ver en vivo una nueva derrota del Boca de Borghi. Pero empecemos por el principio.
La jornada había arrancado antes del mediodía con la llegada a paso cansino de un grupo de gente (?) que vino dispuesta a tres cosas básicas: morfar, tomar y hablar de Boca.
A medida que avanzó la tarde y los choris y patys hicieron estragos, el proyecto inicial de armar un picado quedó obviamente en la nada. Una lástima porque con el Argerich a una cuadra, estaba todo bajo control.
Hubo anécdotas, risas, amenazas (?), recuerdos, gente enmascarada, bolsas de rolitos, panzas, polémicas y hasta un intento de denuncia. Es que en el esperado sorteo de videos y las nuevas remeras de Imborrable Boca hubo ganadores, pero las evidentes fallas en la organización dejaron a un asistente sin premio tras perder las dos rondas. Imperdonable. Así que si alguien conoce un escribano que lo vaya apalabrando para la próxima.
En resumen, se la pasó espectacular y hubo promesa de hacer algo a fin de año para ahí si despedir de una patada en el orto a Borgui, Escudero y por qué no Lucchetti buena vez este interminable año futbolístico. Que así sea.

sábado, 6 de noviembre de 2010

El Swansea la tiene adentro...

Luego de unos días que nos tomamos para recabar información volvemos a repasar los hechos más destacados de los ex Boca por el mundo.


Viejos exiliados pasan semana tras semana por esta sección demostrando su vigencia en el fútbol mundial. Alguno se repiten fecha tras fecha, consecuencia de que les va muy bien en sus respectivos clubes. Tal es el caso de Alfredo Moreno que desde que se alejó de Boca no paró de hacer goles dondequiera que jugó. Por la 11ª fecha del torneo mexicano, el "Negro" convirtió para el Atlas en la victoria ante San Luis. Si bien su equipo está último en su grupo, el santiagueño siempre se anota con algún golcito. Además, en la misma liga pero por la 12ª fecha, Cristian Giménez clavó el tercer tanto para el Cruz Azul en la goleada 3-0 al Santos Laguna. Pero ese no iba a ser el único tanto del "Chaco" que iba a ilustrar este post ya que este último domingo convirtió el gol del triunfo de Cruz Azul frente a Puebla. Bestial lo de Giménez que en 15 fechas lleva marcados 8 goles.


Yéndonos más al norte, el Columbus Crew de Guillermo Barros Schelotto perdió en los playoffs de la MLS, el técnico lo sacó en el segundo tiempo, y al Melli no le gustó para nada el cambio. Un actitud que hace recordar a las mejores tardes del Mellizo en Boca.


En Ecuador, Deportivo Cuenca remontó un marcador adverso de 2-0 ante Espoli, en Santo Domingo de los Tsáchilas, y superó de visitante 5-2, resultado que lo consolida en el segundo lugar de la tabla con 32 unidades, a un punto del líder Liga de Quito. Todo muy lindo, pero lo que realmente nos interesa es que Luis Miguel Escalada se anotó con un tanto de penal.


En Chile tenemos un debut en la sección ya que Enzo Gutiérrez, jugador de las inferiores, hizo dos goles en el triunfo O´Higgins sobre el Palestino.


Cruzando el charco, en Italia y por la copa de ese país nos enteramos que el uruguayo Álvaro González anotó para la Lazio ante el débil Portogruaro. En la otra vereda de la capital, por la novena fecha del Calcio, Nicolás Burdisso abrió el marcador para que la Roma, de mala campaña esta temporada, anote con un cabezazo el primer tanto en el 2-0 al Lecce.


En Inglaterra cabe destacar que Mauro Boselli se sacó la mufa y logró convertir un gol para que su equipo le gane al Swansea y clasifique a la quinta ronda de la Carling Cup.


Cerrando con esta edición de los "Exiliados Imborrables", el diario Olé le realizó una interesante nota a Wilfredo Caballero, ex arquero xeneize y desde hace varios años defendiendo la portería del Elche, en la Segunda División del fútbol español. Aquí la nota.

2do. Encuentro Imborrable Boca: llegó el dia...

Sábado 6 de noviembre - Club Catalinas - Pi y Margall 671 - República de La Boca - 10 a 18 hs.