sábado, 27 de febrero de 2010

viernes, 26 de febrero de 2010

Facundo “Colorado” Sava


Fue tan pero tan dramático el andar del Dream Team de Bilardo que lo de Facundo Sava en Boca pasó casi desapercibido. Pero casi. No por eso el Colorado la iba a sacar tan barata (?) ni nos íbamos a olvidar de él.
Llegado al club por expreso pedido del técnico para encarar la temporada 1996/97, este obelisco hecho mediocampista tardó más de lo previsto en ponerse a punto (?). Será por eso que recién tuvo su bautismo de fuego a comienzos de noviembre de 1996. Y cuando ya el agua se filtraba en la sala de máquinas del Titanic.
Esa noche Boca recibió a Independiente en un clásico que ponía en juego algo más que el honor. De hecho Bilardo al tener enfrente nada menos que a Menotti le sacó filo a la guillotina tras la derrota 0-1 en la Bombonera. El Colorado jugó solo un rato al entrar por Tito Pompei, pero la verdad es que no se entendió mucho su función. ¿Una especie de volante con ida y vuelta por la banda o una especie de lateral que intentaba trepar por el costado pero no se animaba? Jamás lo sabremos con exactitud. ¿Perdido dentro del campo de juego? Eso seguro.
Lo concreto es que tras el sartenazo de Menotti al doctor, Sava entró en casi todos los partidos que quedaban de ese Apertura pero de a ratos aislados. Cinco minutos por acá, quince por allá. Nunca jugó mas de media hora. Y así completó a duras penas la cifra de 7 partidos oficiales con cero gol aportado.
La última fecha fue más de lo mismo pero bajo la orden de Pancho Sá como técnico interino. Llegó el verano y las ilusiones renovadas duraron nada. El arribo del técnico que se fajó lindo con un jugador de Boca sirvió, entre otras cosas, para la despedida del Colorado con una tarjeta roja incluida. Fue el 14 de enero de 1997 en un amistoso jugado contra el San Pablo en el Morumbí en el marco de la Copa Hermanos (?). La derrota fea 1-3 fue el broche de un partido que arrancó torcido y en el que Sava, titular desde el inicio por primera y única vez, se fue a las duchas en el primer tiempo. Un cierre a toda orquesta.
Evidentemente no tenido en cuenta por Veira, su carrera iniciada en Ferro, se rehizo como delantero en Gimnasia de La Plata y más tarde en el Fulham de Inglaterra, el Celta de Vigo y Lorca de España, Racing de Avellaneda, Arsenal de Sarandí y ya con un pie al borde del retiro, bajó al ascenso a ponerse la camiseta de Quilmes.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Don Antonio Alegre


¿Cómo empezar un post sobre Antonio Alegre? Complicado, sobre todo porque siempre el que fallece es el mejor de todos. Básicamente el dolor o la tristeza permite elevar al difunto al lugar más alto del ránking de cualquier rama del deporte, espectáculo, política y otras yerbas.
Comencemos por el recuerdo. pero el recuerdo del club: camisetas pintadas con marcador, un club acéfalo que fue comandado por personajes como Corigliano (si le das la mano, contate las uñas después), el Cholo Vidales (anda a hacer café), Martínez Sosa (un despreciable, con decirte que Salvestrini parece bueno al lado de él) y demás. La cancha de Boca era una mole de cemento sin vida, eramos locales en cualquier cancha, hasta jugamos en Junín. También es bueno recordar que las instalaciones del club sufrían. En ese momento: los vestuarios no tenían agua caliente, las canchas de bochas las mantenia el viejo Matti, sino anda a saber que sería de eso hoy..La pileta, la pileta!!! estaba clausurada!!! Habia que ir a Barracas Central a nadar. Que más... a ver… ahhhh!! si jugabas en inferiores o en futbol de salón, no había micros para ir de visitante!! Y si tenías la posibilidad de comprarte camisetas, pantalón y medias, jugabas seguro ya que no había pilchas para todos. Ibas a jugar por ejemplo con Platense, viajabas en un colectivo fletado por los padres de los pibes y cuando jugabas y salías, al suplente le dabas tu camiseta toda chivada! Una vergüenza.
Entre otras cosas, el equipo era un desastre y el plantel desmantelado luego de la huelga. En presidencia no había nada, ni un sope. Además estaba todo embargado. Hasta el sillón presidencial, y eso no es joda, es verdad.
A todo esto, la barra de El Abuelo estaba en su punto cúlmine, con varios fiambres cargados y las canchas hechas un polvorín..
La Ciudad Deportiva entró en un estado de abandono, que vino Tarzán y se fue porque le dio cagazo. Las piletas quedaron en estado irreparable, los quinchos se prendían fuego solos en el verano, en el Parque Genovés, ibas a la montaña rusa y terminabas tocando el arpa. Hasta se había empezado a armar una villa. Se chorearon todo de la confiteria de entrada, y se clausuró. Sólo se mantenía el tenis porque estaba concesionado.
¿Y la Candela? Mamita, imaginate. tenía menos recursos que Haití. ¿Agua caliente? Ja, ja, ja. ¿Afanos? Olvidate. Todos los días. Se afanaron todo. Desde los presidentes, los síndicos, los tesoreros, todos, un desastre. Un club abandonado a su suerte. Nadie quería agarrar el fierro caliente.La filiación radical de Antonio Alegre en el gobierno de Alfonsín, sumó para que solicitado por dirigentes y amigos xeneizes se hiciera cargo del club, así sin vueltas, sin joda, sin internas ni nada. En definitiva era el único boludo que ponía la teca. Buscó él mismo, que de boludo no tenía nada, a un tipo muy capaz que manejaba (y hasta hoy lo hace en forma vitalicia) el Banco Credicoop: Carlos Heller. No sólo hizo un asado abajo del agua (eso que algunos socios todavía le critican) sino que además no le vendió el club a ningún jugador, cosa que había pasado para traer a Diego, Miguelito, Marce Trobbiani y otros (entre ellos el Puma Morete que se llevó un buen fangote). A Heller lo mandó en cana el mufa CFNM porque no le quería pagar la millonada que pedía para quedarse, y no sólo eso sino que además le hizo campaña en contra en las elecciones vs Macri, que finalmente le daría una patada en el ojete por mal bicho. A los traidores les pasa siempre lo mismo. Pero no nos vayamos de tema.
Bueno, entonces Alegre puso de su bolsillo un palito sumados a los u$s 200.000 que le dejó la jugada de los putos traidores de Ruggeri, Gareca, Cóppola y Cacho Córdoba (todos traidores que se olvidaron que sin Boca se iban a dedicar a tirar el fideo en zonas rojas) para empezar a levantar embargos, pedidos de quiebra, suspensión del estadio, sueldos a jugadores, empleados y demás y a cubrir fallas edilicias. Armó un plantel de gente a su alrededor que muchas veces fue nefasto (no hacemos nombres porque después nos comemos una carta documento) y empezaron a tirar del caballo. Alrededor de Gatti, el Vasco, Tapia y algunos más se armó un equipo para recuperar el promedio si, para eso, y tratar de empezar a jugar en la cancha de Boca
de día. Porque de noche solo con cascos de minero se podía jugar porque no se veía una goma, pasaba en el medio del partido por el círculo central un elefante rosa penetrado por un avestruz haciendo la vertical y no lo veías.
La cuestión a fin de cuentas es que en un tiempo récord, Boca empezó a recuperar protagonismo. Sí. Porque ahora parece mentira, pero por si no lo saben ir al colegio o a laburar a la oficina era un parto, te cargaban todos, hasta los de Morón te verdugueaban porque eramos un desastre impresentable en todo sentido.
Y un día se habilitó casi toda la Bombonera. Y volvimos a la Ciudad Deportiva a hacer deporte, a comer un asado, a pescar o a apretarnos alguna nami. y le empezamos a ganar a algunos equipos y tener un equipo competitivo.
Y hasta entramos a la Libertadores en un partido heroico en Rosario, y cuando la jugamos se alumbraba con los flashes de los fotógrafos. Pero luego tuvimos una iluminación de la reputa madre.
Y el terreno de juego se mejoro 100% con sistemas de filtrado, secado y demás.Y se abolió el field para poner publicidad. Y también se pintó la cancha y se arreglaron las butacas. Y un día se habilitó toda la Bombonera. Y también un día ganamos la Supercopa a los hijos de recontra mil putas de Independiente y tuvimos la suerte de dar la primera vuelta en el Libertadores Calesita de América. Y peleamos varios torneos. Y de tener a Faraone, al Zurdo López o al Polaco Cap pasamos a ser dirigidos por Menotti, Pastoriza, Tabárez (también por Habbeger je). Y hasta vino Maradona. Sí boludo, escuchaste bien. Maradona. que no vino antes porque el viejo no se la perdonaba a Cóppola. Y vino Caniggia. Sí boludo, Caniggia, uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol mundial.
Y se empezaron a vender camisetas, y la cancha era una joya también y apenas 5 años después de estar en la lona de verdad.
Y se empezó a recuperar la Candela, y se construyó el paredón perimetral (que lo pago Maradona) y se arreglaron las canchas, las instalaciones eléctricas y el agua caliente. Es válido saber que la Candela fue regalada porque al oligarca de presidente de Macri no le gustó, ya que un día fue hasta el portón de entrada y dijo “…esto no me gusta…” y el plantel dejó de entrenar allí. Pregúntenle a Diego si lo ven algún día qué pensaba de la Candela.
Y un día fuimos a la pileta de Boca. ¡Y se veía el fondo! Le cambiaron el sistema de filtros y era una pinturita, Y un día sacaron los azulejos que te cortaban todo y se hizo toda de material apropiado para piscinas, y se tiraron a la mierda las mesas chotas que había y se pusieron mesas nuevas, Y se hicieron baños y vestuarios y se hizo una cancha de futsal también, y se arregló el solarium y hoy la pileta es una maravilla. Pero le faltaba un quincho cerrado. Y un día un cobrador con muchísimos años en el club desde que su padre también trabajaba allí se cruzó con Don Antonio y le pidió que por favor haga un quinchito para los días de lluvia y para disfrutar el invierno también. Y el zuncho fue una realidad y es espectacular. Ese cobrador es mi papá. Allí en ese quincho se le hizo la despedida de tooooooooodos los empleados al Sr. Antonio Alegre que se emocionó hasta las lágrimas.
Fue el primer y único dirigente en combatir en serio a la barra brava. Eso es verdad y es así. Le cortó el chorro de las entradas, los micros y demás a esta gente que le hizo campaña al Puma Armando. Recuerden el “…andate Alegre que no te queremos más, a vos te puso el gobierno radical…” o el “…ooooh yo lo voto a Armando, porque Alegre, está robando…” que sonó durante toda la campaña electoral en los partidos de Boca. Pobre viejo, se calentaba como loco “…a mi me dicen que robo, a mi, estos delicuentes que viven del club…”. y el socio le dio el triunfo a Alegre-Heller en una elección muy reñida, por sólo 83 votos de diferencia. Justo un día que ferro nos bailó 0-3 en la cancha de Boca y los supuestos guapos le abrieron la cabeza de un piedrazo a la hija de Heller. Si bien no ganó la batalla contra los delincuentes, obligó a Barritta a ir a pautar con él unas entradas, a bajarse los lienzos por tickets y micros. Y el viejo lo blanqueó. No como otros que se hacen bien los pelotudos con ese tema.
Y un día empezamos a cargar nosotros a los demás, y le empezamos a ganar a River, y vino el Maestro Tabárez y le rompimos bien el orto a todos, y salimos campeones, y no ganamos la Copa porque en Chile nos bombearon como loco.
Y de tener a Dos Santos, Di Natale, Matabós, Mendoza, Mario Alberto, el uruguayo Morena y jugar con River con pibes y que nos goleen, tuvimos a Cabañas, Márcico, Manteca, un tal Diego Maradona, Caniggia, Márcico, N*v*rr* M*nt*y*, Batistuta, Latorre, Simón, Blas Giunta, Marangoni entre otros. Y nadie nos tocaba el orto nunca más.
También se empezó a construir el complejo Casa Amarilla, que Macri se carga como de su gestión, pero él lo mejoro. La obra e idea inicial es de Alegre.
Ese Macri es terrible hermano, todas para él las quiere. Hijo único parece.
Y si bien no fue una época muy fructífera en títulos, se salió del fondo, de estar nadando en la mierda a tener una institución, equipo e instalaciones del nivel que Boca merece tener.
Luego a mitad de los noventa, la gente empezó a querer títulos, y luego de 10 años de gestión perdieron las elecciones a manos de Macri-CFNM, perdón, Macri-Pompilio, me confundí. Porque en ese partido que perdimos 4-6 con Racing, el arquero de Boca de ese momento declaró “...estoy contento porque se fue Heller del club…” como si él fuese dirigente, como si no cobrara por jugar en Boca. Además en ese partido fue un poquito para atrás.
En definitiva, por todo lo que nos dió, por ser el dirigente más respetado y más querido por propios y rivales, por haber resucitado al club en todas sus formas, por los títulos obtenidos, por habernos permitido salir del pantano, por dejarle la semilla del club más grande de todos a nivel mundial, por la humildad y la persona de bien que fue: ¡gracias Don Antonio! Dios lo tenga en la gloria, los hinchas de Boca de 35 en adelante agradecidos de por vida y los más chicos, con esta pequeña biografía vacía de números pero llena de emoción, espero sepan quien fue Don Antonio Alegre.



Gracias Juan por permitirme expresar.
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Texto Guyo de La Boca
Video Guille
Banner homenaje Seba

lunes, 22 de febrero de 2010

Los goles de Abramovich en 1987 y Soñora en 1990 a Racing





Estos dos biandazos (?) que se metieron en el arco de la Academia tienen muchísimas cosas en común y sólo un par de detalles de color que los diferencian. Entonces nada impide robar lucirnos con otro post.
Tanto el gol de Abramovich como el de Soñora fueron a Racing, en cancha de Vélez, en el arco que da a Reservistas Argentinos, entrando por la derecha del ataque boquense y con tiros que sorprendieron a dos ex arqueros de River como Fillol y Goycochea. Pero ojo que también sorprendieron y bastante hasta a los propios hinchas de Boca.
Si queremos seguir, podriamos darle con que ambos fueron sobre la hora y en jornadas de calor agobiante. El del Ruso, 8 de febrero de 1987 por la segunda rueda de la temporada 86/87, fue a los 43 del segundo tiempo. Y el de Chiche, 18 de noviembre de 1990 por el Apertura 90, faltando ocho minutos. Y lo más importante: sirvieron para ganar 1-0 ambos clásicos. ¿Es coincidencia que ambos goles fueron hechos por marcadores de punta? Para el debate. Soñora jugó ese partido como volante y recién un año después bajaría a la defensa.
Para los que ven el vaso medio vacío (?) van algunas diferencias. En el del Apertura 90 hizo de local Racing, se jugó por la mañana y Boca usó medias blancas.

domingo, 21 de febrero de 2010

viernes, 19 de febrero de 2010

Pablo Islas


Al empezar a armar este post lo primero que uno se pregunta es quién fue el visionario que pensó que Pablo Eduardo Islas podía triunfar con la camiseta de Boca. Pero como todo en este mundo tiene una explicación, les cuento que el menor de la zaga de jugadores de apellido Islas y único jugador de campo de los tres hermanos, llegó a Boca en 1997 proveniente de Argentinos Juniors en un paquete que incluyó a César La Paglia, Emanuel Ruiz y Juan Román Riquelme. Tal vez los Bichos de La Paternal no vendían por separado a estos jugadores y hubo que bancarse que llegara Pablito, caso contrario los otros tres, especialmente Román, no venían ni por casualidad.
“Muchos dicen que soy veloz y de potencia. Tal vez sea así en el pique corto, pero creo ser más técnico que veloz y me brindo con todo por el equipo, partido tras partido...”. Así se definía Islas en sus comienzos, pero él no es nadie para hablar de sí mismo. Así cualquiera es Maradona (?). Quienes lo recuerdan, Islas era un delantero fortachón tirando a gordito, tosco y de mucho carácter (en forma negativa) que debutó oficialmente un 28 de agosto de 1997 en un empate 1 a 1 frente a Independiente por la desaparecida Supercopa. Sin embargo, pocas iban a ser las chances que tendría este delantero en Boca. Así y todo tuvo su pico de gloria la noche en que el multicampeón Ajax dirigido por Louis Van Gaal visitó la Bombonera para disputar la copa ABN Amro Bank. Ese fue el debut absoluto de nuestro homenajeado y mejor no le iba a ir. Cuando el partido se complicaba y la hinchada se impacientaba apareció y faltando 7 minutos para terminar el encuentro marcó de cabeza el tercer y definitivo gol para delirio de todos los hinchas presentes. Después del partido la estrella (?) de esa noche dijo: “...hoy no voy a poder dormir, después del gol, los aplausos de la hinchada casi me hacen llorar...”.
Con un saldo de 14 partidos jugados y solo 2 goles y con poca continuidad dada su rebeldía ante circunstancias adversas sumado también a algunas actitudes que molestaron en la institución, en 1998 el gordito centroforward (?) armó sus valijas y se mudó, cedido a préstamo, a San Martín para jugar en Chacarita. Luego comenzó a deambular en un sinfín de instituciones como por ejemplo Racing de Montevideo, Nacional, Tigre y Unión de Santa Fe en donde cabe recordar que en el Clausura 2003 y cumpliendo con la ley del ex, le marcó dos goles a Boca. Esa tarde el Tatengue rompió una racha de 19 años sin ganarle al xeneize como local. No conforme con haber jugado en esos equipos a pesar de su corta edad su trayectoria siguió en Venezia de Italia, Huracán de Parque Patricios, Sport Cartaginés, Cartagena de España y Huracán de Tres Arroyos.
En fin, un pibe más que llegó a Boca con ansias de triunfo pero que finalmente se convirtió en la nada misma.
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Autor Claudio Aiuto

jueves, 18 de febrero de 2010

Japón 0 - Boca 1


¿Se pueden jugar tres amistosos contra la selección de Japón en menos de diez días? Y, como poder, se puede. Después discutimos (?) si sirven para agarrar algo de guita ritmo en una pretemporada que, sin que nadie lo supiera, iba a convertirse en la despedida de Maradona en su primer ciclo con la camiseta xeneize.
Lo concreto es que Boca tras jugar un primer partido el 16 de enero y una revancha cuatro días después, volvió a enfrentarse al seleccionado asiático el 24 de enero de 1982.
Ya como chanchos de tanto verse, los japoneses supieron donde ajustar piezas y propusieron un trámite bastante más enredado. Pero Diego tiró de la punta del ovillo, y con un golazo de media distancia clavando la pelota en el ángulo puso el 1-0 definitivo. Después muy pocas llegadas y nuevamente el frío como tema destacado.
Los once que puso el Polaco Cap en el estadio Nacional de Tokio fueron Gatti, Iturrieta, Ruggeri, Mouzo, Cacho Córdoba, Pasucci, el uruguayo Krasouski, Marcelito Trobbiani, Gareca, Maradona con guantes de lana y el Mono Perotti. En el segundo tiempo entraron el Chino Benítez y Matuszyck.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Sergio Castillo


Estamos de acuerdo que no fue el mejor momento para arribar a Boca. La presión por abrochar un título, más la llegada en masa de refuerzos y un Veira al que ya le andaba mal la brújula armaron un escenario tormentoso. Pero así como decimos eso, también hay que decir que Sergio Raúl Castillo, desde el costado derecho de la defensa no aportó ni un mísero granito de arena.
Porque podríamos hablar de cero marca, cero proyección y nadie se tiraría debajo de un tren (?). Pero ya cuando hay que decir cero control de pelota y de zona totalmente liberada para los rivales, la cosa se pone muy jodida. Así de dramático.
Debutó el 27 de agosto de 1997 en un partido de Supercopa contra Independiente en la Bombonera. Formó defensa con Traverso de dos, Tota Fabbri de seis y Mauricio Pineda de tres. Y el experimento casi sale bien si no fuera por el empate del Gurí Alvez en tiempo de descuento.
Ese año sólo derrocharía inseguridad en una Supercopa que duraría muy poco para Boca y recién en 1998 trasladaría todo su mar de dudas al campeonato local. Así fue como en el Clausura 98, la agonía del ciclo Veira, tuvo algo más de rodaje pero siempre como fusible de cambio cuando había que ir a empatar o morir, cosa que generalmente pasaba todos los domingos. Y para comprobar esto basta solo con repasar que en sus 17 partidos oficiales dejó el lugar en cancha a los Latorre, Islas, Carioca Ruiz, Florentín o el que estuviera más a mano.
Su carrera, bastante prometedora según algunos, había comenzado en Guaraní Antonio Franco de Misiones y Deportivo Español y tras le experiencia nefasta en Boca, siguió en el Atlas de México, Belgrano y un retorno seguramente muy esperado a Guaraní Antonio Franco.
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Gracias a Guille por la foto

martes, 16 de febrero de 2010

La fractura de mandíbula del Loco Gatti


La llegada de Hugo Gatti al arco de Boca fue un hecho que se vino preanunciandodesde su época de Gimnasia La Plata entre 1969 y 1974, cuando luego de su salida de River en 1968 comenzó un idilio con nuestro club que incluyó declaraciones asegurando ser hincha y que uno de sus sueños era vestir la camiseta azul y oro. Este "noviazgo" se vio incrementado cuando una tarde le arrojaron sobre su área en la Bombonera una escoba desde La 12 y se puso a barrer el césped.
En 1975 Unión de Santa Fe recién ascendido, contrató como DT a Juan Carlos Toto Lorenzo, quien armó un equipo con grandes estrellas que peleó el campeonato palmo a palmo con el River de Labruna.
Para el arco, el Toto se llevó a Hugo Gatti de Gimnasia. Fue la previa de lo que ocurriría un año después. La dirigencia de Boca luego de tres años de ver en cancha a un equipo representativo brillante en juego pero sin obtener el título contrató a Juan Carlos Lorenzo, quien trajo de Unión de Santa Fe a tres de sus figuras: el conocido para Boca Ruben Suñé, Ernesto Mastrángelo y POR FIN Hugo Gatti. (foto con Armando luego de firmar el contrato).

El equipo despertó mucha espectativa pero tenía un andar irregular sobre todoen el juego. El 11 de abril y por la undécima fecha el rival fue Independiente en Avellaneda. Durante el primer tiempo en un mano a mano, Gatti chocó su caracontra la rodilla del fornido delantero rojo Daniel Astegiano y se fracturó la mandíbula, quedando tendido en el césped sin conocimiento y ensangrentado. Se llegó a temer una desgracia mayor. Cuando lo reemplazó el flojo Carlos Biasutto, la hinchada roja cantaba “…aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles de Biasuttoque ya van a venir…”. Hasta los rivales sabían de las bondades de nuestroarquero suplente, pero Biasutto tuvo su esperada revancha y le atajó un penal al verdadero súper especialista, Ricardo Elbio Pavoni.
El partido terminó 1-1 y la operación de mandíbula del Loco fue seguida atentamentepor toda la prensa. Días después Gatti ya se mostraba con su cara enyesada y con unos feísimos alambres sosteniéndole la boca, un monstruo verdadero. Cuatro partidos más hubo que aguantar a Biasutto. Pero una derrota con River de local y una feroz goleada 1-5 que nos propinó el Rosario Central de Kempes en Rosario, apuraron en medio de una polémica nacional, sobre si era muy arriesgado o no, que 28 días después del choque con Astegiano Gatti reapareciera en cancha. Y así fue nomás, en el 3 a 0 contra Estudiantes en la Boca, y usando un protector sobre su cara.
El Toto habló de inyección anímica, motivaciones y otras yerbas en un campeonato que siguió de regular en peor hasta las finales donde el equipo si empezó a funcionar con un impulso arrasador que lo llevó al bicampeonato nacional y de Libertadores y a la Intercontinental.
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Autor invitado Miguel Sarfson

lunes, 15 de febrero de 2010

Los pases de Gareca y Ruggeri a River


Coincidimos todos en que la época era jodida. Cobrar en el Boca del 84 era mas difícil que sacar chispas raspando dos tomates. Pero puede pasar que te deba guita tu hermano, tu mejor amigo o tu viejo porque le fue mal, le afanaron o le pasó una desgracia. Entonces uno reacciona de diferente manera que si un garca te emboca. Pero no vas a morder la mano de quien te dio de comer. Conclusión: te transformás en un ingrato por dos pesos o mil, no importa la cantidad.
Estos dos soretes desfachatados, porque no hay otra manera de llamarlos, aunque sí: el de rulitos es el más hijo de puta traidor de toda la historia de Boca. Volviendo, éstos dos MORDIERON LA MANO DEL AMO, porque Ruggeri masturbaba toros trabajaba en el campo y cortaba el pasto con los dientes allá en su Corral de Bustos natal. Y Gareca, si no era por Boca, todavía estaba destapando pozos ciegos en Tapiales.
Los problemas económicos surgidos luego de la compra de Maradona, la debacle en la economía Argentina, el fin de la tablita de Martínez de Hoz más todos los chorizos y mordedores que existen en todos los clubes, dejaron a Boca en una situación desesperante, terminando en el fondo de la tabla. No hubo respuesta alguna a los pedidos de renovación de contrato, los teléfonos dejaron de ser atendidos, los cri cri de los grillos se hicieron presentes, y los jugadores se declararon en huelga. Escenario que trajo consecuencias nefastas: además del estadio clausurado, el equipo juvenil y un club acéfalo, tuvimos que soportar las famosas camisetas pintadas con fibra en el partido contra Atlanta.
Acá empiezan los quilombos y confusiones. El Loco Gatti, el Cabezón Ruggeri y el Flaco Gareca eran las figuras del club. Estos dos últimos soretes muchachos, reperesentados y asesorados por Guillermo Cóppola, firmaron la renovación por el 20% para quedar libres. Pero los dirigentes les habían dado un aumento, por lo tanto no los querían dejar en libertad de acción. Apareció Futbolistas Argentinos Agramiados y al no llegar a un acuerdo se armó la huelga a mediados de enero, previo a un Boca - Independiente. Y el 1 de febrero se realizó la DOBLE TRANSFERENCIA a River, que incluyó un pacto entre los directivos para no dejar a Boca sin nada: le entregaban los pases de Olarticochea y Tapia.
Gareca jugó un amistoso en Mar del Plata contra Boca, y fue sistemáticamente insultado todo el partido. Recuerdo haber viajado solamente para putearlo de cerca. El otro trolo vendido no jugó ese partido. A mediados de febrero ambos hijos de puta futbolistas debutaron oficialmente con la camiseta de las gallinas, Gareca duró seis meses y se fue a Colombia, al América de Cali. Toda esa jugada lo dejó sin Mundial ´86. El otro puto traidor jugó hasta el 88 cuando se fue a España. Lástima que Pasucci no lo partió en dos.
Eso sí. Obtuvieron algo: son los dos jugadores mas insultados en la historia del futbol argentino sin lugar a dudas.
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PD: Podríamos incluir en la listita de traidores a Cacho Córdoba y Huguito Alves también.
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Autor Guyo

domingo, 14 de febrero de 2010

La mitad más dos (XIX)


Serrat. Joan Manuel "Nano". Cantautor, compositor, intérprete, poeta y músico español.

jueves, 11 de febrero de 2010

Carlos Barisio


Si esto fuera Imborrable Ferro (?) habría que ponerse pie con el solo hecho de nombrar a Carlos José Barisio. Pero como por suerte no lo es, lo tomamos con mucha más calma y nada impide que sea tratado como cualquier hijo de vecino.
Luego de una trayectoria por River, Gimnasia de La Plata, All Boys y Ferro, Barisio recaló en Boca a comienzos de 1983. Venía con 32 años y la importante chapa de su récord de arco invicto obtenido en primera división mientras defendía los tres palos del Verdolaga. Habían sido 1075 minutos que pusieron al Boca de Maradona y Brindisi contra la cuerdas en el Metro 81.
Su arribo coincidió con una de las levantadas (?) anímicas de Hugo Gatti. Así que no hubo récord que valga, y la tuvo que luchar desde el banco de suplentes. Lugar del que no saldría jamás si nos basamos en sus 3 partidos oficiales. Debut contra Platense por la primera fase del Nacional 83 (triunfo 2-0) y ya en el Metro, empate 1-1 con Chicago en La Boca y triunfo 2-1 contra Huracán haciendo de local en cancha de Ferro y escuchando por radio los goles de Racing de Córdoba que mandaron al de Avellaneda a la B.
Podríamos agregar que jugó un par de amistosos, que fue custodiado (?) por una defensa formada por Comelles, Bachino, Pasucci y Bordet y que su paso fue como la nada misma. Y cómo habrá sido de terminante la cosa, que en 1984 tuvo que ir a ganarse el pan al ascenso poniéndose los buzos de Deportivo Armenio primero, y Chacarita después.

La pelota electrónica usada por Boca en el Mundial de Clubes 2007


Para muchos, lo más destacado que tuvo el Mundial de Clubes 2007 fue la tremenda puteada de Ledesma hacia el banco de suplentes tras anotar el descuento sobre la hora. Para otros, lo más trascendente fue lo mal que defendieron Paletta y Maidana en ese partido frente a Milan. Para algunos menos quizás, fueron los pantalones amarillos usados contra los tunecinos. Para la FIFA en cambio, lo más importante fue el estreno oficial del balón inteligente Adidas. Estreno que servía para ir testeando el asunto con miras a Sudáfrica 2010.
Si bien la pelota fue usada por primera vez en el Mundial Sub-17 de Perú 2005, el Mundial de Clubes con Boca presente, fue la primer competición posta en que se utilizó.
La tecnología de la pelota inteligente, también llamada pelota electrónica debido a que contiene un circuito electrónico integrado (chip) de 1,5 cm, envía señales de radio cuando cruza las líneas del campo de juego como si esta hubiera tocado una cerca virtual. Esta señal es transmitida por un sistema de doce antenas, ubicadas en las esquinas del campo de juego, a una computadora, la cual envía, en menos de un segundo, un mensaje a un reloj especial usado por el árbitro.
Lo que la FIFA se proponía en definitiva era terminar con las polémicas ante los goles fantasmas como el que cobró Castrilli a instancias del línea en cancha de Vélez en la derrota 1-5 del Clausura 1996.
Tras la prueba piloto, hablaron los protagonistas. Y hubo para todos los gustos. Clarence Seedorf no se animó a ir a fondo: "...por distintos motivos técnicos, aún tenemos que acostumbrarnos a ciertas trayectorias pero, en general, pudimos patear correctamente. Esta nueva pelota es un poco difícil de controlar, pero cuando uno la golpea bien, al arquero se le hace más complicado poder agarrarla".  El que sí no tuvo pelos en la lengua fue el Negro Ibarra cuando trató de explicar que ante un disparo era evidente que la trayectoria cambiaba. Su bombazo en el palo tal vez lo transformó en palabra autorizada en la materia.
Con la Copa ya en el bolso, Carlo Ancelotti, el entrenador del Milán, juró que "...no notamos nada en particular, tiene una buena consistencia y las trayectorias son respetadas...".
Sin embargo, tanta movida fue sólo para perder un poco el tiempo. Tras algunas pruebas más, en marzo de 2008, la International Board votó 5-3 en contra de la utilización de tecnología en la línea de gol, ya sea mediante el uso de una pelota inteligente con chip o con cámaras de televisión. Y así lo hizo saber en un comunicado terminante: “...los dispositivos tecnológicos para determinar si la pelota ingresó o no por completo en el arco no serán utilizados en el futuro inmediato. La FIFA no llevará adelante ningún otro ensayo buscando que la tecnología ayude a los árbitros durante los encuentros en jugadas discutibles sobre la línea de gol...”

martes, 9 de febrero de 2010

Jorge "Coqui" Raffo


Cuando Jorge Raffo debutó en la primera división de Boca parecía que este delantero iba a zafar del camino común que caen muchos jugadores, empezando por su apodo, hubiera sido fácil ponerle “Toro” o “Torito” como hacen la gran mayoría de los relatores, pero en este caso fue diferente y su apodo seria “Coqui”. Pero a pesar de estos destellos de diferencia con la media normal, no pudo evitar la cuestión mas obvia del asunto, debutar en Boca en los 80 y baldosear.
Hizo sus caminos en las inferiores xeneizes, donde, como se ve en la foto, llegó a ser capitán en algún partido perdido de Boca. El 22/9/1985 llegó el día tan esperado para el joven muchacho de 19 años. Faltando 10 minutos entró contra Unión por el Murciélago Graciani, cuando el partido iba 2-0. Aunque minutos más tarde descontaria el Tatengue y Centurión erraba un penal.
El año 85 terminó con otro partido jugado por “Coqui”, entrando de vuelta faltando 10 minutos contra Español, y viendo como a los 90 minutos Stafuzza empataría el partido. El año 1986 lo vio desaparecido del club, y recién se dio el lujo de disputar de vuelta un partido el 27 de septiembre de 1987 contra Talleres entrando por Pimpinela Tessone, y así siguió ese año entrando en otros 3 partidos más y jugando de titular contra Armenio, aunque duró 45 minutos antes de ser sustituido por Gambetita Latorre. Como resultado final una mala cuenta: 7 partidos – 0 goles.
Luego del paso por el club de la Ribera empezó un gran derrape en su carrera futbolística, primero pasó a Quilmes donde se mantuvo entre el 88 y el 90, jugando 27 partidos y marcando 7 goles. Luego de ser relegado por los dirigentes de este club empezaría la historia por la cual hoy en día es conocido. Trabajaría para ponerse bien físicamente solo junto a un preparador físico y a otros jugadores en su misma situación. Este seria el molde inicial de lo que hoy conocemos como el CEFAR.
Por lo visto este entrenamiento le vino bien y en el año 1992 se dio el lujo de pasar al Saint-Omer US de la National 2 de Francia donde jugó 25 partidos y marcó tan solo 4 goles. De ahí al Eintrach Werwick de Bélgica donde jugo 20 cotejos y entró en el marcador 2 veces.
El año 1994 lo trajo de vuelta al país, primero jugando para Unión 32 veces y convirtiendo en 10 ocasiones, siguiendo por Los Andes durante 2 años, 38 partidos y 2 goles seria el nuevo saldo. En la temporada 97/98 fue a hacer sus últimos tiros a Sportivo Italiano, donde jugó 11 partidos y no pudo gritar ni un solo tanto. A mitad de esa temporada se retiraría del futbol para dirigir a Almirante Brown, que al fin de esa temporada descendería al igual que Sportivo Italiano.
Su carrera de entrenador contó con clubes como Atlanta, pero realmente logro transcendencia creando el CEFAR, una institución que une a todo los jugadores libres y que cada pretemporada tiene lugar en los noticieros por los amistosos que hace contra distintos clubes de la Argentina. Eso si, esperemos que los jugadores que el entrena tengan más poder de gol que él, sino nunca tendrán chances de repuntar sus carreras.
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Autor Merolla

lunes, 8 de febrero de 2010

Los dos tiros libres del Mono Perotti a River en 1980





A todos los que inflaron a nivel de hazaña que Gallardo clavara dos goles de tiro libre contra Boca durante 2009, hay que avisarles que de ninguna manera es un hecho inédito. Es más, el Mono Perotti lo hizo casi 30 años antes y también a un Pato que, a diferencia del nuestro al borde del retiro, atravesaba quizás los mejores años de su carrera: Ubaldo Matildo Fillol.
Ambos goles, golazos, fueron en la Bombonera, al palo de la barrera y sobre la hora, pero en circunstancias bastante diferentes. El primero, el 2 de marzo de 1980, fue faltando 7 minutos y sirvió para decorar y cerrar la dura derrota 2-5 por la primera rueda del Metro. Pasemos rápido al otro.
El segundo en cambio, exactamente ocho meses después y por el Nacional, fue faltando 3 minutos y sirvió para ganar 1-0 y festejar ese triunfo como se debe. ¿Por qué? Ese River venía mojando muy seguido a nivel títulos y, cosa rara, a nivel superclásicos también. Con la victoria abrochada, la Bombonera se vino abajo en el desahogo que sirvió para cerrar con una flor de sonrisa un año bastante pobre.

domingo, 7 de febrero de 2010

Boca 1974


Arriba: Rogel, Marcelito Trobbiani, Sánchez, Tano Pernía, Tarantini y Nicolau.
Abajo: Poncé, Chino Benítez, García Cambón, Patota Potente y Ferrero.

sábado, 6 de febrero de 2010

Festejos Imborrables (XXV)


Córdoba y el Patrón Bermúdez abrazados, Cagna llegando y la San Martín como siempre en silencio tras el penal atajado por Oscar a Gallardo. Apertura 1998.

Alberto “Conejo” Tarantini


Estimados amigos: ¿cómo empezar este post hablando del “Conejo” sin insultarlo o juntando munición gruesa para ejecutarlo? Es difícil de entender que un pibe tan bonachón, gran jugador, sin problemas de perfil o capacidad para jugar también de central se haya vuelto tan sorete detestable. Un predecesor del otro sorete mal cagado jodido de Oscar Ruggeri,
El tipo este, a quien mi viejo tuvo la posibilidad de tratar casi a diario ya que lo llevaba en su auto a las canchas debido a su amistad con Roberto Mouzo y su padre, paso de corderito a lobo feroz sin escalas según él me conto, ya que era un joven de gran talento, hincha de Boca, que desde la humildad y su lógica capacidad de jugador de nivel mundial llegó a ser multicampeón con Boca y campeón del mundo con Argentina, siendo titular indiscutible prestando sus servicios.
Nació en Ezeiza, y si no era por Boca, los aviones sólo los hubiese visto pasar por arriba de su cabeza enrulada. Debutó en Boca un 8 de julio del 73 en un triunfo 2-0 sobre Central llegando a ser campeón Nacional y del Metro 76 y de la Copa Libertadores 77. Dijo de él Rogelio Dominguez, el DT del momento: "...es un marcador de punta con mucho futuro. Fijate que a pesar de los 17 años que tiene, hace todo bien y muy pocas veces se equivoca. Cuando aprenda a controlarse creo que va a ser el mejor en su puesto. No me cabe duda...". Hasta ahí el corderito.
Luego comienza una pelea feroz con el Puma Armando por premios, mejoras de contrato y otras yerbas, amparándose en la famosa ley del 20%.
Cuenta un diario de la época: “...por una ley de 1975, que sólo rige en el fútbol argentino, cuando un jugador firma su vínculo con la institución, está implícita una cláusula de renovación automática que contempla un aumento anual del 20% en los salarios y luego de dos años queda libre. La regla se incorporó para proteger a los jugadores que no llegaban a un acuerdo para la renovación del contrato y que les permitía mantener el nivel adquisitivo en caso de una inflación. Además, los contratos en el ámbito local siempre fueron con una duración menor al mercado europeo. El primer jugador que quedó libre con este reglamento fue Alberto Tarantini (Boca), en 1978...”.
El muy hijo de puta oriundo de Ezeiza se dejó llenar la cabeza por sus minitas (convengamos que para la época ganaba más minas que lo que hoy gana Beckham), por Agremiados y por los nuevos amigos del ídolo, llevando a Boca hasta la encrucijada de dejarlo en libertad de acción y enfrentando a un Puma Armando furioso: “...nunca más te volverás a poner la camiseta de Boca...” le objetó el presidente sintiéndose traicionado por uno de sus jugadores más queridos. De más está decir que a partir de que empezaron sus quilombos en el club no se subió al auto ni en pedo.
Estamos hablando de un pibe de 21 años y en esa época no había ni Cóppola, ni Lombrilla, ni Mascardi, sólo se dejaba llevar por el agua que contenía su cerebro. Supuestamente el pedía solamente un 15% de aumento y el Puma no se lo daba.
Es para destacar que su problema contractual no afecto en absoluto su rendimiento.
Acá se empiezan a tejer todas las conjeturas e hipótesis posibles: que Lacoste presionó asegurándole su titularidad en el Mundial 78 (Carrascosa que era el titular había renunciado), que un Menotti enfrentado con Lorenzo también había ayudado, que Aragón Cabrera hizo el puente para que terminara en River.
Es un caso particular. La gente estaba caliente, jugó el campeonato del mundo libre y se fue al Birmingham City de Inglaterra, luego pasóo a Talleres de Córdoba y en el 81 desembarcó en Núñez. Cómo olvidar cuando volvió a la Bombonera y quedó despatarrado en el tercer gol de Diego, o cayendo en el arco en la revancha en el Gallinero.
El “...cuiden los bolsos, cuiden las carteras, llego la p… de Pata Villanueva...” recordándole el affaire de su esposa en un shopping del exterior, más los insultos y la ironía de la hinchada, lo hizo ser uno de los PRIMEROS TRAIDORES de la historia, utilizando a los ingleses y a los cordobeses para llegar a River.
En definitiva: un defensor extraordinario, de una garra y capacidad técnica de excelencia, encima multicampeón y fachero, una mezcla explosiva para cualquier pibe de 21 años.
Si lo comparamos con el otro defensor mala persona de Ruggeri no se asemeja en nada, ya que en ningún momento le faltó el respeto a la gente ni se besó la camiseta de la contra. Es un caso muy complejo que en su momento levantó polémica, y desempolvando un poco, levanta caca al día de la fecha.
El veredicto es de ustedes: ¿PERDÓN O PAREDÓN AL CONEJO?
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Autor invitado Guyo

jueves, 4 de febrero de 2010

Japón 2 - Boca 3


Apenas cuatro días después del empate 1-1, Boca volvió a verle la cara (?) al seleccionado de Japón. Y si en el primer partido en Tokio, el frío había pegado fuerte, ni hablar de lo que pasó esa noche del miércoles 20 de enero de 1982 en Kobe, ciudad portuaria a más de 500 kilómetros de la capital. La fresca del mar hizo bajar la térmica drásticamente.
Pese a lo bravo del clima, el estadio Kobe Chua, sin tribunas atrás de los arcos, reunió a 13.000 espectadores que enseguida salieron de su habitual formalidad. ¿Por qué? Porque antes de los 25 del primer tiempo y en jugadas aisladas, Japón se había puesto dos goles arriba. Primero con un tiro libre y luego con una escapada de Nomura que atorado por Mouzo y desde la raya de fondo se sacó la pelota de encima y la puso entre el primer palo y Gatti. Sorpresa total.
Pero el segundo tiempo mostraría otro partido. Boca ajustó clavijas y se adelantó veinte metros. Pero además de inclinar la cancha jugó casi perfecto. Krasouski cortó todo, Mouzo y Ruggeri apoyaron en mitad de cancha, Cacho Cordoba se mandó en todos los tiros, Trobbiani fue y vino, Perotti picó y exigió a todos y Diego... Diego hizo el resto jugando a un nivel pocas veces visto en Boca.
Enseguida, a los cuatro minutos, un zurdazo cruzado de Maradona puso el descuento. Pero el vendaval en que se había transformado Boca, tuvo su jugada bisagra: una contra japonesa se iba derecho al gol pero fue cortada por el Loco Gatti saliendo fuera del área y tirándose en palomita. Locura en el estadio y gritos más fuertes que en los goles locales.
Los defensores asiáticos no hacían pie y aguantaban lo que venía. Que era mucho. Primero Gareca reventó el palo. Al toque, el Mono Perotti quedó mano a mano pero el arquero Taguchi le sacó un gol imposible. Diego hizo jueguitos ante un defensor y metió una tijera que no fue gol de milagro. Los japoneses ya no querían mas lola y se limitaban a patearla para adelante.
A los 36 Taguchi voló abajo, se pegó la cabeza contra un palo y le sacó el empate a Diego. Hasta que se vino toda la estantería abajo y en un sesenta segundos Boca dio la vuelta el partido y puso a salvo el invicto de la gira. A los 40, Gareca empujó al gol una obra maestra de Diego y a los 41, una triple pared Maradona - Trobbiani lo dejó a Diego entrando al arco con pelota y todo. Los nipones a esa altura parecían postes que ni levantaban la mirada del piso. Sobre el final Perotti se perdió el cuarto y enseguida lo impensado. Una multitud invadió el campo de juego buscando abrazar a los jugadores de Boca. 
Otros hinchas directamente fueron a la puerta del estadio y esperaron religiosamente la salida del micro para seguirlo en bicicleta bajo una tenue nevizca en lo que fue una caravana conmovedora. Ya en el hotel el boom Maradona seguiría a niveles impensados y no por los cientos de autógrafos que tuvo que firmar el diez de Boca. Cuando hablamos de niveles impensados nos referimos puntualmente al mechón de pelo que tuvo que dejarse cortar para dejar un recuerdo.

martes, 2 de febrero de 2010

Daniel “Flaco” Bilos


Cuando Daniel Rubén Bilos volvió medio averiado y con un par de kilos menos de su debut en la selección Argentina de Pekerman, nadie imaginó que el Flaco iba a desbarrancar tan estrepitosamente. Bastante atrás habían quedado su llegada a Boca a mitad de 2005, sus primeros partidos en un nivel impresionante, la propuesta de agarrar viaje a la ciudadanía croata para ir al Mundial y en especial, sus trancazos imparables por los costados del mediocampo. Pero vayamos al principio.
El Flaco arribó a Boca casi en silencio comparado con otros refuerzos que llegaron para que Coco Basile arme su once de memoria. De hecho Cata Díaz y Pocho Insúa se llevaron indudablemente todos los flashes.
Pero a la hora de patear la caprichosa (?) el Flaco tomó un protagonismo impensado. Y a los hechos nos remitimos. Debut el 16 de julio contra el Tottenham Hotspur y gol. Estreno oficial el 7 de agosto contra Gimnasia de Jujuy en el Nuevo Gasómetro y buen partido. Segunda fecha gol a Central en la Bombonera y tercera fecha gol a Lanús y apilada fantástica hasta que un jugador (?) llamado Fabbiani, tal vez algo celoso, lo bajó muy feo. Ah, Bassi hizo la más fácil: roja a los dos.
Pese al mal trago que incluyó el empate granate sobre la hora, el Flaco volvió a todo trapo. Magia, tacos y pisadas siempre útiles y efectivas. Cosa que no es poco. Tocó el cielo con las manos una tarde de día de semana cuando le clavó dos goles al Flaco Vivaldo en el arco del Riachuelo y se cargó casi solo un triunfo chivo 2-1 a Tiro Federal. La ilusión creció en los hinchas al ver a un tipo que era prácticamente imparable. De arriba, de abajo y con la bocha ya sea en los pies o aguantándola.
Pieza clave entonces en el doblete de Apertura y Copa Sudamericana 2005, llegamos a ese marzo de 2006 bisagra. Tras el regreso del amistoso con la selección, chau Bilos. Así de una. Dubitativo, sin fuerza y sin su marca registrada: los zancazos épicos llevándose a la rastra todo. El Clausura lo terminó como pudo, participó de un gol rarísimo que puso el 3-2 decisivo y polémico frente a Vélez en Liniers y luego de festejar una nueva vuelta olímpìca contra Olimpo en la Bombonera, despidió a su amigo Rodrigo Palacio deseándole suerte en el Mundial. Consciente o no, tras 42 partidos oficiales y 5 goles y medio (?) contando ese que todos le dimos pero no hizo en cancha de Vélez, también se despidió esa misma tarde de la camiseta de Boca.
Su carrera, iniciada en Sport Pergamino y Banfield, siguió luego en el Saint Ettiene de Francia, América de México y ya súper devaluado en San Lorenzo y nuevamente con un fantasmal y campeón paso por el Taladro en 2009, donde anunció su retiro por problemas insalvables en la rodilla izquierda.

lunes, 1 de febrero de 2010

El Chacarita - Boca del Metropolitano 1984


La historia que rodea a este mítico partido entre Boca y Chacarita debe dividirse en dos partes. La primera, la de los hechos tal cual sucedieron. Y la segunda, la de los por qué. Ambas, de terror.
Los hechos dejaron registrado que el 4 de noviembre de 1984, un Boca muy empobrecido futbolísticamente y lleno de problemas institucionales, llegó a San Martín necesitado de un triunfo urgente en medio de una seguidilla de derrotas que lo hundía en los últimos puestos de la tabla. Chaca no estaba para tirar manteca al techo. Venía un poco mejor, pero el promedio lo ponía en la cornisa domingo tras domingo. Así las cosas, a falta de ocho fechas para terminar el campeonato, la mano pintaba caldeada.
Marito Zanabria, técnico interino de Boca en esos momentos, echó mano a lo que había y mandó a la cancha a Walter Medina, Schinocca, Dos Santos, Flaco Fornés, Jorge Latorre, Tabita Valente, Sisca, Angarola, Rafael Herrera, el Tuta Torres y Vales.
Desde un rato antes que salieran los equipos, ya se habían registrado incidentes en las tribunas. Pero concretamente las 16.15 fue la hora señalada para el descontrol. Empezaron a volar piedras y el estado en general de la cancha hizo el caldo gordo para que ya no hubiera freno. Es que las baldosas de los pasillos que rodeaban las tribunas se levantaban solas. Así que hubo todo un autoservice de cascotes a disposición para tirarse durante un rato largo. Ya era tan incontrolable lo que volaba por el aire, que el comienzo del partido se demoró diez minutos. Se demoró básicamente para que pudieran sacarse las baldosas que caían sobre el pasto y más que nada, para que los jugadores pudieran mojarse los ojos y tratar de zafar en algo el efecto de los gases lacrimógenos que había tirado la bonaerense unos minutos antes.
El primer tiempo, pese a todo, se jugó. Fue muy pobre. Cero emoción y con todo el foco en lo que se vivía en las tribunas. Las cosa pareció calmarse pero el entretiempo trajo nuevas corridas y proyectiles.
Con el segundo tiempo en marcha, cerca de los 10 minutos, recrudecieron los combates. El juez Cardillo se despertó de la siesta y paró el partido durante nueve minutos. Fueron nueve minutos en los que por momentos se vivió un infierno hasta que en un momento pareció que la cosa se tranquilizaba. Y tan así fue que, finalmente, se reanudó el encuentro. Pero ya no habría tiempo de sutilezas y llegaria lo peor. Tras más ataques y algunos combates cuerpo a cuerpo, la policia empezó a reprimir a diestra y siniestra. Y de repente, lo impensado. Las dos hinchadas se juntaron para enfrentar a la policía que, desbordada por todos lados, empezó a tirar para todos lados con munición antidisturbios. Para no ser menos, las barras desenfundaron sus armas y empezó una balacera. Se escucharon cerca de 100 disparos. Parecía una pelicula pero no. Se pudo ver tres policias cayendo heridos de bala, gente rodando por los tablones y un caos total.
Cardillo se debe haber cagado en las patas, suspendió el partido a los 20 del segundo tiempo y se fueron corriendo todos al vestuario. El informe dijo “...partido suspendido por el mal comportamiento de algunos sectores de ambas hinchadas...”. Se quedó medio corto.
Pero el bailongo siguió en las calles. Ahí la policía se tomó revancha y el desbande fue tremendo. Como si todo esto fuera poco, hinchas de Boca sufrieron una emboscada en la estación de trenes de San Martín. Cartón lleno. El informe policial dejó ver 70 detenidos y cero previsión para algo que se olfateaba por San Martín. ¿Por qué?
Porque cuenta la leyenda, que la relación entre ambas hinchadas era bastante buena. De hecho, ese mismo mediodía la barra de Chacarita organizó un asado de camaradería (?) para recibir a la de Boca. Pero una interna en la hinchada funebrera hizo que la segunda línea de la barra soñara con tomar el poder esa misma tarde dando un golpe colosal: robar todas las banderas de Boca. Por eso luego del asado, y en camino tranqui hacia la cancha, la barra de Boca fue tomada por sorpresa. Tras perder algunos trapos, al Abuelo se le subió la tanada, y dio la orden (?) literal de romper toda la cancha. La 12 hizo su ingreso y se puso manos a la obra. En ese momento, la que se sorprendió fue la barra oficial del Funebrero que no entendía que había pasado desde el asado hasta ese momento. La confusión hizo que se armara un todos contra todos. Las dos facciones de Chacarita, La 12 y la policía. A los botes.
Tras algunos días, el tribunal dio la orden de continuar el partido el 28 de noviembre en cancha de Huracán y a puertas cerradas. Por fin una muestra de sentido común. Para jugar esos 25 minutos restantes, Boca repitió sólo a Flaco For´nés abajo y Sisca en el medio. Los demás fueron Balerio, Pasucci, Ávalos, Oveja Bordet, Krasouski, Dykstra, Stocco, Giachello y Turco Abdeneve. El resultado no se modificó y quedó finalmente 0-0. Pese a eso, el partido entró sin dudas en la historia negra del fútbol argentino.