miércoles, 30 de junio de 2010

La mitad más dos (XXIX)


Monaghan, Dominic Bernard. Actor alemán nacido en Berlín y protagonista de "El Señor de los Anillos" y "XMen", entre otras películas.
.
Gracias a Juan Martín Muñoz

martes, 29 de junio de 2010

Horacio Acosta


Sería bastante caradura bajarle el martillo a un tipo que jugó apenas 24 minutos oficiales en la primera de Boca. Pero como Horacio Antonio Acosta le sumó a eso el primer tiempo de un amistoso, la cosa toma otro color (?) y nos animamos.
Marcador central que nació allá por julio de 1971 en Avellaneda y tras un paso por inferiores correteando como mediocampista central fuerte y rudo, debutó con 21 largos años. Y hay que decir que la ocasión derrochaba felicidad por todos lados. Fue el feriado del lunes 12 de octubre de 1992, apenas veinticuatro horas después de ganarle un partido clave a River por el Apertura, y en el marco de la Copa V Centenario. ¿Qué fue eso? Una copita que juntó al Boca de Tabárez contra el Sevilla de Suker y Maradona. Fue armada a doble partido, el primero en el Chateau Carreras y la revancha a jugarse el miércoles 14 en la Bombonera con un pequeño detalle de color: Diego Maradona jugaría esa noche un tiempo para cada equipo.
Lo cierto es que Acosta formó defensa junto a Aldo Paredes, Marchesini y un joven Arruabarrema durante ese primer partido disputado en Córdoba. Amistoso que no lo jugó completo, ya que el Maestro Tabárez lo sacó en el entretiempo para poner a Cenci. Boca perdió 1-3 y la revancha lo volvería a encontrar perdedor (2-3) y ya sin la participacióon de nuestro homenajeado. Una lástima porque por lo menos seguro hubiera robado un par de fotos al lado del Diego con la camiseta de Boca.
Los meses pasaron, Boca salió campeón luego de once años y el Clausura 93 pareció el escenario propicio para que el equipo se asiente y vaya por más. Pero nada que ver. Estalló el histórico conflicto de Halcones y Palomas, rodó la cabeza del Maestro Tabárez y le tiraron el carbón encendido a Osvaldo Potente para que asuma la dirección técnica en forma interina.
En ese clima y con un tapado a punto de asumir el cargo, Boca fue el 16 de mayo hasta la cancha de Independiente a tratar de ganar el clásico y cortar una molesta racha de cuatro partidos sin triunfos. Luego de un trámite picante y con el xeneize ganando 1-0 con un terrible golazo al ángulo del Manteca Martínez la cosa se desbandó a partir del minuto 20 del segundo tiempo. Anibal Hay se puso nervioso, echó a Mac Allister y Potente, apurado por rearmar la defensa, lo metió a Acosta de una en reemplazo del Betito Carranza. Así las cosas, la línea de fondo quedó con Medero de cuatro, Simón de dos, Moya de seis y el pibe nuevo que debutaba oficialmente de tres. El partido pareció controlado, pero los minutos finales trajeron el empate del Rojo, la expulsión de Blas Giunta y lo que sería entonces el debut y despedida de Horacio Acosta con la azul y oro en el pecho.
Tras esos casi setenta minutos en total, jamás volvió a tener chance alguna y a partir de la temporada siguiente recorrió el ascenso con camisetas para todos los gustos: All Boys, Juventud Antoniana, San Miguel e Independiente Rivadavia de Mendoza. Ojo que supo viajar al exterior y volver a vestirse de azul y amarillo formando parte de la defensa del Sportivo Luqueño de Paraguay.

lunes, 28 de junio de 2010

El colombiano Breyner Bonilla


Hay que sacarse el sombrero y reconocerle algo groso a Breyner Bonilla Montaño, marcador central que desfiló por Boca durante el oscuro Clausura 2010. ¿Qué es? Que le bastaron apenas tres partidos oficiales para dejar su marca grabada a fuego tanto en la historia de Boca como en las tibias de Bertoglio de Colón de Santa Fe.
Sin descartar que haya estado poseído por el espíritu de su mentor, el colombiano metió una bestial patada voladora al volante sabalero en ocasión de la dura derrota 0-3 en el Cementerio de los Elefantes la noche del 8 de abril de 2010.
Así fue como a dos minutos del final y ya con el partido absolutamente liquidado y el técnico boquense Alves armando los bolsos (?), Bonilla frenó una contra de Colón cuando una vez más, la defensa (?) había quedado pésimamente parada. Pero nada de frenar el ataque con agarrones sutiles o zancadillas. Ni tackle siquiera. Con Bertoglio de frente, pelota dominada y lanzado en velocidad, Breyner se tiró en el aire con las dos duelas hacia adelante enganchando a su víctima un toque abajo de las rodillas.
Tras la pirueta espectacular de Bertoglio volando por el aire, Bonilla se levantó con cara de “fue sin querer”, recibió algunos empujones de los rivales, vio la roja del juez y hasta tuvo que ser rodeado por un par de compañeros ante lo que se vislumbraba como un intento de linchamiento. Horas más tarde para ponerle un final dramático a la novela, se presentó en un canal de televisión, lagrimeó y hasta denunció sentirse discrimnado por el Bichi Fuertes.

domingo, 27 de junio de 2010

Boca 2 - Japón 2


Como tres veces en ocho días es demasiado (I, II y III), tanto Boca como Japón dejaron pasar un par de años para volver a trenzarse en lucha. Así, el martes 11 de julio de 1989 y aprovechando un receso en el fútbol local por la Copa América, el seleccionado asiático se mandó una mini gira por estas tierras. Y la Bombonera obviamente fue escala obligatoria.
En una tarde soleada pero con un tornillo tremendo, el Cai Aimar daba sus primeros pasos y plantó un equipo con una delantera media rara. A saber: Navarro Montoya, Chiche Soñora, Simón, Erbín, Ivar Stafuzza, Villarreal, Marangoni, Latorre, Alfredo Graciani, Porota Barberón y Comas.
El trámite venía tipo solteros contra casados y Boca ganaba tranquilo 2-0 con goles de Soñora y Latorre. Pero un tal Kurosaki clavó dos pepas en los últimos veinte y provocó un inolvidable abrazo oriental en mitad de cancha tras el pitazo final de Mario Gallina.
La delegación japonesa abandonó rápidamente el país y se fue a Brasil, en donde siguió aprendiendo a base de derrotas esto de jugar al fútbol. Eso sí, cargaron en sus bolsos un lindo recuerdo al llevarse la receta de un postre que causó sensación en el campamento japonés: los ñoquis con dulce de leche. En la foto, vemos a Graciani tratar de escaparse de Mochizuki y Moriike.

sábado, 26 de junio de 2010

Reservas (V)


Arriba: Quique Hrabina, Medero, Ivar Stafuzza, Lépez, Gringo Pogany y Cenci. Abajo: Benetti, Palavecino, Roque Córdoba, Barroso y Arata.
.
Gracias a Guille

jueves, 24 de junio de 2010

El Salvador 0 - Boca 2


La interminable gira de enero de 1982, que acumuló ocho amistosos en 21 días, sirvió para varias cosas. Primero, para entorpecer por no decir estropear la pretemporada. Segundo, como fuente de ingresos para soñar con retener a Maradona. Y tercero para enfrentar a rivales de toda calaña.
Por eso no extrañó que el debut fuera tan a tono con lo que vendría. El 6 de enero en el estadio Memorial Coliseum de Los Ángeles, los dirigidos por el recién llegado Polaco Cap enfrentaron a la selección de El Salvador. Y le ganaron 2-0, con goles de Maradona y sin transpirar mucho, a una selección que hizo de ese partido una prueba de fuego de cara al Mundial de España que se acercaba.
La formación que salió al campo de juego fue Loco Gatti, Hugo Alves, Mouzo, Ruggeri, Cacho Córdoba, Chino Benítez, Krasouski, Marito Zamabria, Gareca, Maradona y el Mono Perotti. En el segundo tiempo y ya un gol arriba fueron entrando de a uno Iturrieta, Matuszyckz, Pasucci y Marcelo Trobbiani.

miércoles, 23 de junio de 2010

Omar “Pelado” Pérez


Entre Carlos Bianchi que le daba mucha cabida a los pibes de inferiores, el contexto de vacas gordas que vivía el club por las vueltas olímpicas una atrás de otra y el valioso agregado de sus cualidades técnicas, hicieron que Omar Sebastián Pérez acumule la nada despreciable cantidad de 63 partidos oficiales jugados con la camiseta de Boca. Un numerito más que interesante.
Si a eso le sumamos un par de golazos convertidos, más algunas actuaciones prometedoras, parece medio atrevido decir que el Pelado Pérez no aprobó la materia “Jugar en Boca”. Pero la verdad es que si la aprobó (?), fue con 4 y llevándosela a marzo.
Nacido en Santiago del Estero allá por marzo de 1981, vio los flashes de la primera división de la mano de un Virrey que vio en el Pelado a un sucesor natural de Riquelme. Y como Boca se lanzaba a la aventura de la primera Libertadores del ciclo Bianchi, la famosa rotación le permitió asomar la cabeza. Su debut fue el 20 de febrero de 2000 en el Cilindro de Avellaneda por la segunda fecha del Clausura. Partido que terminó empatado 1-1 y con una nueva expulsión de Turbina Navas.
Y ojo que lo de sucesor de Riquelme no fue una patriada del DT, ya que muchos vimos o quisimos ver lo mismo: un enganche habilidoso, pensante, con técnica y con la capacidad de entender cuándo hacer la pausa y cuándo acelerar. Lo que no es poco.
Pero el año del Pelado no sería ese 2000, en donde jugó apenas un par de partidos más. El 2001, año de transición anunciada por el técnico y de un Riquelme ya encajetado (?) con los dirigentes, iba a ser el año de su despegue. Entonces, gracias a que Boca se tiraba de entrada al bicampeonato en la Copa, nuestro homenajeado tuvo todo el rodaje necesario y fue número puesto en muchas formaciones del Clausura. También tuvo participación internacional en la Mercosur, donde se anotó con un doblete frente al Vasco da Gama en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, y semejantes perfomances, con terrible golazo de tiro libre incluido, no hicieron otra cosa que ponerlo adelante de todo en la largada de cara al Apertura. Y con Boca midiendo esfuerzos por la cita en Japón con el Bayern Munich, Pérez tuvo todas las de ganar. Pero no ganó. El tema pasa porque con semejante continuidad y muestras de confianza del técnico, nunca terminó de dejar una imagen sólida. Mostró chispazos, hizo algunos goles, tuvo buenos ratos pero todo muy aislado y no con las garantías que exige Boca y el puesto que ocupaba. En 2002 se dio una situación casi calcada pero con el Maestro Tabárez sentado en el banco. O sea, mucho rodaje en el Clausura mientras Boca priorizaba la Libertadores. Pero tampoco pudo afianzarse, ganarse la confianza de todos en base a rendimientos parejos y ya para el Apertura 2002, prácticamente no sería de la partida en aquel equipo que jugó bien y luchó por el título hasta el gol de Pusineri en Avellaneda. El tren ya había pasado.
A comienzos de 2003, la vuelta de Bianchi lo puso nuevamente en el campo de juego con la azul y oro. Pero sólo por dos partidos: cantó presente en el triunfo 2-0 a Chicago en la Bombonera por la primera fecha y tras jugar los 90 minutos en la derrota 0-2 contra Unión en Santa Fe, sufrió el doblete de un ex y sin saberlo, se despedía del mundo Boca. Atrás quedaron toneladas de ilusión, 6 goles convertidos y mucho de promesa incumplida.
En la temporada siguiente, la 2003/04, se mudó a Banfield para seguir más tarde su carrera en el exterior con las camisetas de Junior, Independiente de Medellín, Independiente de Santa Fe y Real Cartagena de Colombia, con un breve paso en el medio por los Jaguares de México,

martes, 22 de junio de 2010

La bochornosa prueba piloto entre Boca e Independiente para las definiciones por penales de la temporada 1988/89


El 4 de sepptiembre de 1988, a una semana del inicio del campeonato, la AFA ya tenía súper confirmado que en caso de que los partidos terminaran empatados se definiría por penales qué equipo se llevaba un punto más. Todo muy lindo, pero la fría ley firmada en la calle Viamonte mostraba algunas zonas grises que evidentemente no cerraban y generaban dudas. Por eso se armó un partido amistoso pàra ver qué pasaba.
Los elegidos en cuestión para el amistoso fueron Boca e Independiente y el lugar la Bombonera. Lo que nadie dijo es que cabía la posibilidad de que el partido fuera ganado por uno de los dos equipos. Pero no. Ambos mandaron toda la carne al asador poniendo titulares y haciendo debutar gente recién llegada y la cosa terminaría, casualmente o no, 1-1 con goles de Latorre y Ubaldi. Llegaba el momento esperado. Pero el desconcierto copó la escena.
Desde que terminó el partido hasta que Walter Perazzo pateó el primer penal de la serie pasaron 9 minutos. Si a eso le sumamos que hasta el último penal, el número 18 pateado y convertido por Bochini, pasaron 24 minutos, el chiste demandó algo más de media hora. Un bodrio mayúsculo con cero emoción, justamente todo lo contrario que se buscaba. Hasta hubo hinchas de ambos equipos que comenzaron la retirada en medio de la tanda de penales. ¿Qué fue concretamente lo que ayudó muchísimo a hacer la definición un homenaje al aburrimiento? Lo que hasta ese momento pretendía la AFA.
Supuestamente cada equipo debía patear su tanda con una pelota distinta y en arcos diferentes. Así fue como el Rojo pateó sus penales en el arco de Casa Amarilla y Boca en el que da de espaldas al Riachuelo. Por consiguiente entre penal y penal se daba una lenta e interminable caminata de Juan Bava y uno de sus ayudantes, el línea Aragno, para cambiar de escenario. Algunos fotógrafos ya tenían su lugar pero hubo otros, evidentemente pichis, que corrían a lo loco todo el tiempo. Si a eso le sumamos una multitud de periodistas en el campo de juego, más los alcanzapelotas, cables y algunos colados pidiendo autógrafos, el escenario era como mínimo caótico.
En esa insólita espera entre penal y penal pasó de todo. Los arqueros aprovecharon para poner nerviosos a los pateadores y algunos jugadores se deban consejos entre sí. Así fue como como Navarro Montoya le atajó el penal a Pedrito Massacessi, luego de los sabios consejos de Claudio Marangoni en una amena conversación a la vista de todos.

Como si todo esto no alcanzara se dio otra situacion extraña. El punto penal del arco de Brandsen donde pateaba Boca, estaba terriblemente poceado. Entonces los jugadores de Boca acomodaban la pelota donde podían y no donde debían. Sergio Vargas protestó cada penal mitad en serio, mitad buscando poner nervioso a los ejecutores, cosa que logró con Tapia y con José Luis Villarreal. Aunque en el caso del cordobés no da echarle la culpa al arquero de Independiente ya que no sería la última vez que el volante demostrara graves problemas ante estas instancias decisivas. Y eso que era un amistoso.

El resultado final fue 8-7 a favor de los de Avellaneda, pero la polémica siguió en los vestuarios. Y uno de los más exaltados fue el técnico de Independiente, el Indio Solari: "...los árbitros deberían contar los pasos y no guiarse por los puntos marcados en el campo. Podráa darse el caso de que estuvieran marcados más lejos o más cerca de los arcos, según convenga al cuadro local. O tener pozos hechos a propósito. También revisar las dos pelotas con que se ejecutan las series de tiros. La que no está en juego debería tenerla el linesman para eviar que la desinflen...". Medio paranocio el Indio. Y eso que había ganado.
Lo cierto es que viendo el bochorno llevado a cabo, la AFA cambió a último momento la reglamentación y decidió finalmente patear con la misma pelota y en el mismo arco todos los penales. Sentido común que le dicen.

lunes, 21 de junio de 2010

Ojos bien cerrados (VIII)


.
21 de junio de 2000. Final de Copa Libertadores en el Morumbí. Definición por penales contra el Palmeiras por Marcelo Araujo.
.
Gracias a Fuqinho

domingo, 20 de junio de 2010

Reservas (IV)


Categoría 1987, con Viatri y García a la cabeza, en Brasil y con pantalones blancos.
.
Gracias a Nani Albuquerque

sábado, 19 de junio de 2010

jueves, 17 de junio de 2010

Navarro Montoya buzo, pantalón y medias cambalache II (1994)



Antes de tirar la casa por la ventana animándose a vestir de amarillo con figuras geométricas multicolores, Navarro Montoya ya había dado algunas señales de hacia donde quería ir (?).
Tal vez por eso, unos días antes, a fines de noviembre de 1994 por el torneo Apertura, el Mono quiso probar qué se sentía y salió a jugar en el 1-1 contra Ferro en la Bombonera con un buzo lleno de colores y formas abstractas. Puro arte dirán los que lo bancan. Un espanto dirán los que usan asteriscos para escribir su nombre.

miércoles, 16 de junio de 2010

Andrés Bogado


Ponerse a hojear un viejo álbum de figuritas de fútbol, es una excelente forma de recordar a ídolos de la infancia. Pero también, guste o no, es una excelente forma de traer el recuerdo de un Andrés Sebastián Bogado por ejemplo. Caso que llegó a la primera división como promesa, duró casi nada y desapareció en un silencio absoluto. Modus operandi calcado a tantos otros que sobrevolaron a la velocidad de la luz el mundo Boca.
Estamos hablando de un volante ofensivo nacido allá por octubre de 1973 en Paraná, Entre Ríos, y que surgió de las inferiores y asomó la cabeza gracias su habilidad y por qué no decirlo, una más que buena media distancia. Claro que todos estos pergaminos fueron bien ganados pero en La Candela. Su permanencia en el fútbol grande no le daría tiempo a revalidar absolutamente nada. Porque las chances escasearon y la época no ayudó mucho que digamos si tenemos en cuenta que jugó apenas 4 partidos oficiales y ese ínfimo rodaje fue en el Boca 1994/95. Una combinación que puede prender fuego a cualquiera.
Le tocó debutar el 6 de noviembre de 1994 en medio del Apertura cuando Menotti decidió plantar un muletto en Arroyito poara visitar a Central. El experimento, con la excusa de la marcha triunfal en la Supercopa, salió bastante mal y no por culpa de Bogado eh. Esa soleada tarde entró por Tréllez faltando 20 minutos para terminar atacando junto a Zapatilla Sánchez, Emiliano Romay y Silvio Rudman. De más está decir que fue derrota mucho más contundente que el 1-2 final. También cantó presente por la última fecha de ese campeonato, ya con Quique Hrabina como técnico interino, en la derrota con Gimnasia de Jujuy en el Norte. Entró en los últimos minutos y fue parte de la remontada de Boca que pasó de un desastroso 0-3 a un 2-3 que estuvo a centímetros de ser empate. Pero al final de cuentas fue derrota.
Enseguida vino Marzolini y tuvo bastante rodaje durante enero en las Copas de Verano. Pero parece que no alcanzó como para ganarse un lugar en la consideración del técnico. Porque su reaparición, y al mismo tiempo despedida, fue por las fechas 17 y 19 del Clausura 95. De modo que vio desde adentro como Boca se quedaba sin nafta para luchar por el título junto a San Lorenzo y Gimnasia. Jugó los 90 minutos completos en la derrota 0-1 con Belgrano en la Bombonera y en la bajada de telón de la última fecha, noche de triunfo 3-1 ante los jujeños en cancha de Boca. Luego correteó en algunos amistosos más, como el recordado (?) 1-1 frente a la Selección de Colombia en Mendoza por la Copa Brahma donde jugó 1 minuto, y sin saberlo decía hasta siempre.
Su carrera siguió básicamente en el Ascenso con las camisetas de Atlético Tucumán, Aldosivi, San Miguel, San Telmo, Atlético Rafaela e Independiente Rivadavia de Mendoza,.para más tarde bajar un escalón y darle sin asco en Defensores de Cambaceres y Cañuelas.

martes, 15 de junio de 2010

La mitad más dos (XXVIII)


Piñera Echenique, Miguel Juan Sebastián. Político, empresario, inversionista (?) y actual presidente de la República de Chile.
.
Gracias a Bari

lunes, 14 de junio de 2010

Boca pierde los puntos contra San Lorenzo de Mar del Plata por el dóping positivo de Pancho Sá


El 23 de noviembre de 1980 Boca visitó a San Lorenzo de Mar del Plata en el estadio mundialista por la última fecha del campeonato Nacional. Pese a que ambos equipos ya estaban eliminados sin ninguna chance de pasar de ronda, como es de preveer, la llegada de Boca convulsionó a La Feliz y le puso un marco imponente al estadio José Minella.
Así fue como sin presiones y casi como un amistoso, Rattín experimentó mandando a volantear a Gareca y puso en cancha al Loco Gatti, Cacho Córdoba, Pancho Sá, Capurro, Hugo Alves, Abel Alves, Chapa Suñé, Gareca, Randazzo, Muñeco Outes y Mono Perotti.
Antes de los quince Boca ya ganaba 2-0 con goles de Outes de palomita (foto) y Gareca. Pese al descuento de los marplatenses y algunas zozobras en el final, el resultado final quedó en un triunfo 2-1 que servía para despedirse del fútbol oficial en 1980 y ponerse a pensar como reconstruir un ciclo terminado.
Pero el cierre fue a tono con un año bastante oscuro. Días después estalló la noticia que el control antidóping de Pancho Sá había dado positivo. El Tribunal no dudó y el 5 de diciembre falló con todas las de la ley. Cuatro meses de suspensión para Pancho y partido ganado para San Lorenzo de Mar del Plata por 1-0. Pero ¿qué pasó concretamente?
Antes del partido, el Loco Gatti le pidió al masajista del plantel, el Torito Quintieri, un Colifedril, un medicamento contra el resfrío. Al mismo tiempo, Pancho Sá le pidió una aspirina común y corriente de las que se venden en los kioscos. Pero el Torito sin querer se equivocó ya que las pastillas eran iguales y Gatti terminó tomándose el analgésico y Sá el Colifedril.
Tras el partido a Pancho Sá le tocó el control antidóping y para sorpresa de todos, días después salió positivo su resultado. El Colifedril había sido agregado un tiempo antes en la lista de medicamentos prohibidos y nadie tuvo en cuenta el tema.
El Tribunal de Disciplina de la AFA, pese a todos los descargos que se hicieron, no tuvo contemplaciones, aplicó la fría ley y el que recibió el palazo por la cabeza fue Sá. El incidente, más allá de la bronca lógica de Sá, dejó secuelas en la interna del plantel ya que Pancho quedó enfrentado a muerte con Hugo Gatti por entender que el Loco no había hecho lo suficiente, más allá de hablar con los directivos, como para aclarar el tema y salvarlo de la sanción.

domingo, 13 de junio de 2010

El Independiente - Boca del Torneo de Verano 1993


El estreno del Boca campeón 92 sumado a la rutilante incorporación del Beto Acosta, levantaron muchísima expectativa en Mar del Plata. Por eso, la noche del 20 de enero de 1993, el estadio mundialista Minella estuvo colmado por 30.000 espectadores que pagaron su ticket. Bueno, ojo que también estuvieron las barras de Boca e Independiente. Lo concreto es que hubo un montón de gente que dejó en boleterías unos 400.000 pesos/dólares por ver 90 minutos de fútbol. Minutos que no pudieron ser vistos en su totalidad.
El partido lo ganaba Boca con gol del Beto Márcico y venía bastante tranquilo pese a un par de amarillas puestas por Castrilli. A los 40 hubo tarjeta roja para Gustavo López y a los 2 del segundo tiempo, en una juga aislada, llegó el empate de Néstor Craviotto. A partir de ese momento, los de Avellaneda cerraron filas y se refugiaron todos atrás en plan de llevarse el puntito. Pero el castillo de arena se derrumbó a los 34 minutos de esa segunda parte. Tras varios minutos de cascoteo incesante sobre al área de Independiente, una entrada fulminante del Beto Acosta fue frenada por Craviotto con un foul más grande que una casa. Castrilli marcó el claro penal y sin que nadie lo supiera, llegaba en ese instante la hora del bochorno.
Tras interminables protestas de varios jugadores del Rojo, con Luisito Islas a la cabeza, el Sheriff despuntó el vicio y le mostró la roja al muy amigo de Arzeno y Meijide arquero. En ese momento tomó protagonismo Jorge Marchetta, que en vez de tratar de poner paños fríos, empezó a hacer gestos desde el banco de suplentes como incitando a una retirada. Pero el disparate parece que fue contagiooso, porque en la platea, la plana mayor de la dirigencia de Independiente tomaba la misma actitud: se paraba y también hacía gestos de retirarse.
Con la pelota ya puesta en el punto penal, todos miraban a Marchetta y esperaban la entrada del arquero suplente Velázquez por algún jugador de campo, pero el técnico seguía más preocupado en vender humo incitar a sus dirigidos que en otra cosa. Lo concreto es que a los 35 minutos del segundo tiempo, Craviotto, Moas, Desio, Pelado Meijide, Cagna, Perico Pérez, el Dani Garnero, un tal Fernández y Turco Mohamed emprendieron una lenta caminata hacia los vestuarios. A algunos de ellos se los notaba fuera de sus cabales y bastante nerviosos. Seguramente influyó que el abandono fuera acompañado por un estruendoso “...se cagó, el Rojo se cagó...”. No era para menos.
Los jugadores de Boca se reían disimuladamente quedaron firmes en el campo de juego hasta que un minuto después, a los 36 según el informe del juez, el partido quedó oficialmente suspendido.
Si bien en la cancha había terminado el espectáculo, en los vestuarios recién comenzaba. Y abrió el juego, sanguíneo como siempre, Don Antonio Alegre: “...esto fue una vergüenza, se ha defraudado a la gente que pagó su entrada para ver el espectáculo completo. Esto es exclusiva culpa de los dirigentes de Independiente. Yo vi, porque estaba al lado mío, los gestos que el vicepresidente les hacía a sus jugadores. Ests cosas le hacen muy poco bien a la que es una de las instituciones más importantes del fútbol argentino...”.
En simultáneo, el presidente del Rojo Horacio Sande se contó un chiste que estuvo buenísimo trató de defender lo indefendible: “...Independiente es una institución seria y no puede prestarse a este tipo de cosas. Si nos tratan así vamos a evaluar si vendremos o no a este torneo las próximas veces que nos inviten...”.
El fallo a dictaminar cayó en el Tribunal de Penas de la Liga Marplatense, entidad que tenía bajo su jurisdicción la Copa de Oro 1993, Y en menos que canta un gallo se expidió:
1) Dar por finalizado el partido Boca - Independiente con el resultado 1-0 a favor de Boca (art. 152).
2) Suspender a Luis Islas por dos partidos (art. 186), a Gustavo López por 1 (art. 204) y a Jorge Marchetta por 30 días (art. 262) –sanciones que solo tienen validez en este tipo de torneos–.
3) Remitir a la AFA lo informado por el árbitro involucrando a dirigentes de Independiente.
El último punto del fallo, el 4), fue como para hacerse una remera el más contundente de todos: Independiente queda descalificado del torneo por abandono.

sábado, 12 de junio de 2010

Reservas (III)


Grupo en la pensión de Boca, año 1998:
Elías Bazzi, José Galván, Diego Cepeda, Juan Forchetti, Carballo, Facundo Bonvín, Pablo Jerez, Leonardo Verón, Carlos Tévez, Páez, Pablo Doffo, Imboden, Cristovao, Esteban Herrera.
.
Gracias a Mero

viernes, 11 de junio de 2010

Ojos bien cerrados (VII)


.
14 de diciembre de 2003. Final de Copa Intercontinental en Yokohama. Definición por penales frente al Milan por Mariano Closs.
.
Gracias a Fuqinho

jueves, 10 de junio de 2010

Claudio “Fastidio” Angarola



El fin de semana del 15 de agosto de 1981 se vivían momentos históricos. Y ojo que nos referimos a la vuelta olímpica del Boca de Maradona frente a Racing ese día sábado, pero también a lo que sucedió el domingo 16 en cancha de Independiente. Esa jornada, por el Torneo de Primera B y reeditando un clásico de antaño (?), Quilmes empató 1-1 con Argentino de Quilmes. ¿Y? Que el gol del Mate, último gol oficial convertido ante el Cervecero, fue obra de Claudio Gerardo Angarola quien tal vez a esa altura no imaginaba que empezaba la cuenta regresiva para su regreso a Boca.
Y hablamos de regreso porque Fastidio, futbolista nacido en enero de 1960 y de indudable vocación ofensiva, surgió de las inferiores de Independiente de Avellaneda y recaló a Boca en 1980. Pero pasó de largo en el xeneize y casi que no estuvo, ya que a través de un dirigente que tenía contactos (?) en Argentino de Quilmes terminó aterrizando en la Barranca. De ahí se fue a San Telmo hasta llegar a Boca en 1984. Un lindo (?) año para caer a La Candela con el bolsito en la mano.
Tras la huelga de los profesionales vio la oportunidad de su vida allá promediando la segunda rueda del campeonato. Debutó oficialmente el 14 de octubre junto a otros pibes de su camada que pusieron el pecho a las balas y cayeron 0-2 contra Ñuls haciendo de locales en cancha de Vélez. Esa tarde jugó de diez tratando de organizar los avances y abastecer a la delantera conformada por Guerrini, Galarza y Vales.
Su trayectoria duró lo que tardó en solucionarse el conflicto gremial y al terminar noviembre de 1984 se despediría de la camiseta de Boca. Dejó para las estadísticas algunos números que, dado el contexto no hay forma de que sean fáciles de digerir. Seis partidos oficiales y cero gol convertido. A veces como diez y a veces como delantero. Y casi siempre mordiendo el polvo de la derrota y en forma de goleada (Unión, Temperley, River y el Bicho). Rascó un punto frente a Chacarita en San Martín pero legalmente no terminó de jugar el encuentro ya que se suspendió a los 20 del segundo tiempo y no fue de la partida en la reanudación.
Tras su paso fugaz por la primera de Boca, se lo puso rastrear durante 1986 defendiendo la camiseta de Comunicaciones.

miércoles, 9 de junio de 2010

La caja de Boca


Resulta que está todo bien (?), el blog ya está por fin en Twitter, la mano viene tranquila y de repente, de la nada, llega un mail de Guille avisando sobre un nuevo producto oficial lanzado por Boca.
Y uno, que ya creía haber visto todo con bares, hoteles, cementerios, bebidas energizantes, dibujitos animados, pan dulces, señales televisivas, porristas, equipos de polo, radiotaxis y aviones, llega a la penosa conclusión que no. Siempre hay lugar para algo más. Así que, un pasito para el fondo señores, que sube la Caja de Boca Juniors. Producto que según su propio blog anda dando vueltas desde fines de 2009.
Básicamente es una caja. Y cumple las funciones de una caja. Pero mejor (?) que lo expliquen sus mentores: “...un nuevo producto oficial del club de la Ribera acaba de lanzarse al mercado. Se trata de una novedosa caja para guardar botines y calzado de modo práctico y sencillo, como así también revistas, apuntes. La caja está hecha de cartón y permite apilarse una sobre otra, sujetándose entre sí. Además cuenta con una abertura frontal que facilita la tarea de almacenar y extraer sin necesidad de retirar la caja. Decorada con motivos azul y oro, la Caja de Boca cuenta con el logotipo oficial de Boca Juniors. Se pueden conseguir en el sitio de La Caja de Boca y para mayor información escribir a info@lacajadeboca.com.ar...”.
Obviamente desde su blog se la arengó a lo grande: “...¿sos un verdadero fanático, un hincha POSTA?. Entonces no podés NO tener LA caja oficial de BOCA... Un producto original del club más grande, para crecer cada vez más (y seguir siendo la envidia de los demás)...”.
Y aunque no sabemos su precio, no sabemos cómo anduvo de ventas y la verdad que tampoco sabemos si sigue existiendo o no, de lo único que podemos estar seguros es que el mundo Boca da para cualquier cosa. Pero cualquier cosa en serio.

lunes, 7 de junio de 2010

La ley Boca Juniors


Los hinchas de Boca estamos acostumbrados a ser diferentes. Destacados por ser pioneros, campeones, primeros. En una palabra, distintos. Y este blog es la prueba de tal afirmación.
“Boca es Boca” porque es grande y evidencia la importancia social del club que trasciende los límites barriales para beneficiar a toda la comunidad, a todo el país. Es así que Boca, es el primer y hasta ahora único club argentino que posee una ley. Si señores, la ley nacional 16774, llamada la ley Boca Juniors.
Para quienes no se dediquen a impuestos ni sean contadores, vale la siguiente aclaración: a partir de esta ley ningún club de la Argentina debe abonar ningún impuesto nacional al momento de contratar servicios para mejorar su institución o comprar bienes para ese fin.
En otras palabras, si por ejemplo un River quisiera demoler su estadio para hacer uno nuevo que incluya algo de calefacción, no debería abonar el IVA ni sufrir retenciones de ganancias en cada una de las facturas de las empresas constructoras. Cosa que hace mucho más económica la operación comercial.
Pero ojo, y siguiendo con el ejemplo de River y lo que se le viene, que la ley no solo beneficia a los clubes que están en primera división. Este beneficio también lo pueden y podrán aprovechar quienes hayan descendido de categoría, los clubes deportivos barriales y sociales de todo el país.
No todo el mundo lo sabe, pero gracias a Boca esta norma legal se aplica para que los clubes más chicos acondicionen sus canchas de básquet, natatorios, vestuarios, y todo lo que constituya en sí las “instalaciones deportivas”, incluyendo materiales y tasas por importación de elementos que formen parte de las instalaciones y obras.
.
Historia de la ley Boca Juniors
La historia dice que el Congreso de la Nación autorizó al Poder Ejecutivo a donar al Club Atlético Boca Juniors una fracción de 40 hectáreas ubicada en los terrenos ganados al Río de la Plata.
El club debía destinar estas tierras a la construcción de un estadio de 140.000 espectadores con canchas auxiliares, canchas de básquet, tenis, piletas de natación, gimnasio, pistas de patinaje y atletismo con la cláusula de que si las obras quedaban incompletas, el terreno y sus obras pasaban a manos de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.
A partir del año 1979, el intendente Cacciatore sancionó varias ordenanzas admitiendo que el Club Atlético Boca Juniors había incumplido la realización de las obras en los plazos estipulados pero otorgó diversas prórrogas para cumplimentar lo originalmente pautado, solo que a partir de este momento se dieron varias desprolijidades en cuestiones legislativas (se modificaron cantidades de hectáreas y prioridades de las obras), que hicieron dudar al mundo entero de la seriedad del proyecto.
A esa altura, el tema de la Ciudad Deportiva de Boca era tan poco claro que ya estaban instaladas miles de dudas sobre políticos y empresarios con favores onero$o$ y poca seguridad jurídica, y el club ya tenía poca certeza sobre si lo que se construía terminaría siendo propio.
El fondo de esta historia es que la “Ley Boca” nació con la intención de alivianar la carga impositiva que este megaproyecto requería.
Una ley que nació como un sueño para unos y negocio para otros, pero sustentada por el club más importante... y a conciencia de algunos políticos de la década del 60, quienes la pensaron sin afán recaudatorio, y la hicieron extensiva al resto de los clubes deportivos con la finalidad de facilitar y acercar el deporte a toda la sociedad.
.
Autor Dr. Anchorena Bergés

domingo, 6 de junio de 2010

Primer Encuentro Oficial de Imborrable Boca: que no se corte eh...


Semejante cacho de escudo fue el decorado perfecto para que El Obrero abra sus puertas y permita que Imborrable Boca lleve a cabo su Primer Encuentro Oficial. Y la cita en el mítico bodegón de La Boca, sábado 5 de junio de 2010, fue la excusa para que un grupo de gente (?) por fin se conozca las caras.
Hubo entrega de dvds, fotos de Hrabina autografiada y hasta posters de Giuntini, Neffa y la Larva Saturno con la nueve. Pero también hubo rabas, provoleta, tortilla a la española, asado, entraña, matambrito de cerdo, fritas y flan con dulce de leche. O mejor dicho, dulce de leche con un toque de flan.
Pero también hubo mucho debate junto a Guille, Leandro, Miguel, MVAUDIO, Sebi, el Enmascarado, Charly, Maldito Jinete, Mero y kavanagh acerca de pasado, presente y futuro del xeneize.
La verdad, se la pasó de primera y el interminable almuerzo se cerró cerca de las 17 con promesas de reencuentro en el corto plazo. Que así sea.

sábado, 5 de junio de 2010

Droopy (XVIII)


Espectador español en las afueras del Santiago Bernabeu. Final de Champions League 2010,
.
Gracias a Agustín Barille

viernes, 4 de junio de 2010

Boca 1987/88


Arriba: Ruso Hrabina, José Luis Villarreal, el Loco Gatti, Ruso Domenech, Ruso Abramovich y José Luis Cucciuffo. Abajo: el Coya Gutiérrez, Graciani, Melgar, Tapia y Comas.

jueves, 3 de junio de 2010

Equipación Adidas con diferentes tonos de azul (1980)


Si bien es verdad que hay registros de vestimenta Adidas usada en partidos aislados a fines de 1978, el año 1980 se toma como el de la llegada de la marca de las tres tiras a Boca. Fue promediando la primera rueda del Metropolitano, y en medio de una pobre campaña, que el xeneize sacudió el mercado con su nueva indumentaria.
Pero tal vez por ser los primeros pasos, hubo algunas desprolijidades bastante llamativas. En general durante ese año, lo que predominó en toda la equipación fue el uso del azul oscuro. Pero hubo unos cuantos partidos en los que Boca salió a la cancha con el azul de la camiseta y pantalones muchísimo más claro que el de las medias.
A lo largo de la historia Boca usó azul oscuro o tipo Suecia. Pero los dos en la misma equipación, no. Acá en la foto vemos a Pancho Sá en el choque contra All Boys en la Bombonera.

miércoles, 2 de junio de 2010

Manchester United 2 - Boca 0


A mediados de 2002, el Boca de Tabárez se hizo un lindo hueco en la agenda para presentarse en Old Trafford y dar la cara en uno de esos amistosos que valen la pena jugar en serio. Así fue como tras dar batalla y ganar 1-0 en la cancha de Banfield el miércoles 7 de agosto, cruzó el Atlántico y jugó en el Teatro de los Sueños el sábado 10.
La alineación que tramó el Maestro fue un poco rara. A saber: Pato Abbondancieri, línea de tres con Schiavi, Burdisso, Crosa. Un mediocampo con Negro Ibarra, Cascini, Battaglia, Clemente Rodíguez y el Equi González. Y arriba cero sorpresas: Tévez y Chelo Delgado. Y si Boca puso lo que puso, ni hablar de un Manchester que tiró a la cancha a ingleses VIP como Roy Keane, David Beckham, John O'Shea, el colorado Scholes, Ferdinand y a ingleses de alma (?) como Juan Sebastián Verón.
El clima en las tribunas antes del partido parecía copado. De hecho, minutos antes se había celebrado un casamiento en el estadio y se respiraba (?) el aroma a fiesta. Pero bastó para que salieran los equipos y los 56.000 piratas mostraron la hilacha. Pero mejor que hable (?) el Pato: "...miré a los muchachos y todos estábamos sorprendidos. No esperábamos que nos putearan así, pero tampoco que nos recibieran con un aplauso. Por eso agarré y les dije que saludáramos a los ingleses. Y ahí nos aplaudieron...". Bien por la actitud del arquero, que pese a ya haber cambiado la “c” de su apellido por la “z”, viajó sin su nuevo pasaporte y fue anotado como Abbondancieri.
Con la pelota rodando, Boca jamás tuvo el control del partido. Se lo notó quebrado al medio y tratando de seguirle el ritmo al Manchester. Hizo un digno papel pero la derrota 0-2 con goles del holandés Van Nilsterooy fue más que contundente en el campo de juego. Sin embargo, tampoco era cuestión de dejarse pisotear. Y ya mismo veremos por qué.
El clima se enrareció en el segundo tiempo con algunas entradas duras. Y con el casi box que protagonizaron Burdisso y Verón. Pero el momento cúlmine fue, obviamente, la roja a Tévez faltando 20 minutos.
El Apache venía de comerse dos cruces tremendos de Paul Scholes. En uno, fue decididamente atendido por el Colorado. Y a los pocos minutos, aunque no dio la sensación de un ajuste de cuentas, Tévez saltó a buscar una pelota, en el aire bajó el brazo y terminó conectando su codo con la cara del inglés. El árbitro Riley, en tiempo récord, pegó un pique y le revoleó la roja en la cara a un Carlitos que se fue insultado por todo el estadio. Por más que intentó pedir disculpas en el acto, la realidad es que casi se arma una linda katinga en el medio de la cancha. Bastó ver a Crosa buscando a Butt para entender que sólo faltaba una chispita para hacer volar todo por el aire. Pero por desgracia (?) todo quedó en la nada.
Se restableció la calma y el final fue con el Manchester regulando y Boca yendo pero sin lastimar. Y si estuvo lejos del gol con once, mejor ni hablemos de los últimos minutos con diez jugadores y el Pipa Estévez como delantero.

martes, 1 de junio de 2010

Adrián Gunino


Así como pasa en la vida, el fútbol está lleno de hechos que no tienen una explicación lógica. Y si la tienen, muchas veces no está al alcance para que la mayoría de los mortales podamos entenderla. Por supuesto que Boca no escapa a esto, y en casos como el que nos ocupa hoy, no queda otra que resignarse de rodillas ante la evidencia y punto. Adrián Gunino, marcador de punta derecho uruguayo, jugó en Boca.
Su sorpresivo arribo fue a mediados de 2009, a préstamo por un año, sin cargo, con opción de compra y para ser sinceros, con un colchón bastante flaco: escasos 16 partidos en Danubio de Uruguay y rodaje en el Sub-20 de la Celeste.
Pero si nos ponemos en contexto, hay un hecho ineludible a mencionar: el Negro Ibarra estaba con un pie y medio afuera del club. Alguien le habrá visto (?) condiciones y así llegó nuestro homenajeado de un día para el otro y en el marco de lujo que tuvo el comienzo del segundo ciclo Basile. Refuerzos varios, viaje de pretemporada a Alemania y participación en la estelar Audi Cup. Cuando le pasó un micrófono cerca, el uruguayo no arrugó: “...soy un lateral-volante con proyección al ataque, con mucha llegada, me gusta ir al fondo y tirar centros. También soy agresivo y tengo marca. Me gusta el huevo, huevo, huevo de Boca. Y estoy contentazo. Llegar a un club así me fascina. Soy un botija de 20 años al que le falta mucha experiencia, pero estoy seguro de que puedo jugar en la primera de Boca...”. Con semejante previa y por obra y gracia del destino, saltó a la cancha frente al Milan de Italia. La verdad que como arranque, ni en el mejor de los sueños. Pero...
Pasó que el Negro Ibarra finalmente se arrepintió y tras el ruego (?) de Basile se quedó en el club. Mientras tanto, un viaje con la Sub-20 oriental le impidió a Gunino estar en el inicio del campeonato. Pero a su llegada, tuvo el esperado debut oficial, aunque medio de emergencia. Fue la noche del 3 de septiembre de 2009, frente a Ñuls en la Bombonera y por la tercera fecha del Apertura. De repente, se vio obligado a saltar al campo de juego a los 20 del primer tiempo ante una de las tantas lesiones musculares que tuvo Ibarra en la temporada. Con 70 minutos por delante y un rival que esperaba cómodo metido atrás, tuvo su oportunidad. Pero entre una pelota que cubrió mal y perdió infantilmente en el corner de los palcos que da al Riachuelo y casi nada de trepadas al ataque en el segundo tiempo, su cabeza fue prácticamente guillotinada esa misma jornada. Se lo notó muy contenido. ¿Algo de nervios? Puede ser. Lo concreto es que a partir de ese momento, su paradero pasó a ser un misterio y esos 70 minutos se convirtieron en su único rodaje oficial en el xeneize.
Primero se habló de una lesión y luego de que estaba de viaje con la Sub-20. Pero empezaron a pasar las fechas, los meses y las colas de jugadores probadas por Basile para tratar de armar una zaga. Y Gunino fue siempre salteado olímpicamente. Claro, seguía en el Sub-20 (?).
Pero ojo que volvió una noche. Fue el 13 de enero de 2010 por la Copa de Verano en Mar del Plata, cuando tuvo la suerte de jugar el primer tiempo en el partidazo 3-3 contra San Lorenzo. Pero a la vez tuvo la desgracia de batir la valla de Abbondanzieri en un rebote bastante desafortunado. Alfio le cortaría la cabeza nuevamente en el entretiempo y ya el incendio sería absoluto. Y eso que vendrían en poco tiempo Alves y Pompei como técnicos. Pero nada de nada. Calculamos que estaría nuevamente de viaje con la Sub-20. A mediados de 2010 desapareció en el mayor de los silencios y sin dejar rastro alguno.