martes, 31 de agosto de 2010

Cañonazos en el cielo...


Un 30 de agosto gris y frío, Panchito se cansó de tanto vivir y decidió convertirse en leyenda. Tal vez ande ahora rompiendo redes en el Cielo, porque al fin de cuentas nunca dejará de ser goleador. Capaz que Dios y San Pedro se quedarán afónicos de tanto gritar gracias a esos remates furibundos que le ganaron el apodo de Cañoncito. Y tal vez ellos se mueran de envidia cuando les cuente una de las certezas que se llevó de esta vida: “...lo mejor que me pasó fue jugar en Boca y salir campeón...”
No había que pedirle firuletes ni gambetas, para eso estaba su gran amigo Cherro, aquel que lo convenció de ir a Boca primero, y de jugar de 9 después. Él era potencia, velocidad, guapeza, corazón, y el cañón de su pierna derecha. Surgió en Gimnasia, donde en su debut en tercera, metió todos los goles de un triunfo 9-1. A la semana lo pusieron en Primera, donde consiguió el único campeonato de primera división de la historia del club platense. Se hizo enorme en Boca, donde ganó tres títulos –el primero de ellos contra River y en su cancha- y metió 194 goles en 222 partidos, un número imposible que recién pudo romper un tal Martín Palermo, casi 70 años más tarde. Su pase a Boca fue uno de los motivos para la instauración del profesionalismo. Logró récords increíbles como el de 1931, cuando marcó 24 veces en 22 fechas para convertirse en el primer goleador del Profesionalismo, o el de 1934, cuando se consagró goleador del torneo metiendo 34 tantos en la misma cantidad de partidos. 
Jugó el primer Superclásico de la era rentada y por supuesto, fue él quien convirtió el gol del triunfo. Y además, haciendo calentar a las gallinas, que protestaron por un supuesto foul de Pancho. Como para que no se pongan tan mal, después les haría otros cinco. Claro, que de eso de amargar a los rivales la sabía lunga. ¡Si al único equipo al que no le hizo goles fue a Central! A los demás les metía pepas de todos los colores. Y siempre hacía la misma: “...me gambeteaba a uno o dos y le pegaba de donde venga...”. Así, con esa sencillez prima de su proverbial ingenuidad, contaba sus hazañas. 
Tres veces metió cuatro pepas en un partido, hizo 13 hat tricks, treinta veces la mandó a guardar por partida doble. Y él como si nada, como si fuera fácil. También tuvo hitos en celeste y blanco. Jugó la primera final de un Mundial de Fútbol, la de Uruguay 1930, una de las mayores amarguras de su carrera: para el la final la perdieron por no poner huevos y mancar así era algo que no entraba en su catálogo. No se lo perdonó nunca. Jugó y ganó el Sudamericano –la actual Copa América- de 1937. 
Se tuvo que ir del fútbol temprano, a los 29 años, por que su rodilla maltrecha le dijo basta. Hacía rato que le dolía, desde el Mundial, cuando le metieron un patadón de aquellos. Si hasta la vieja le decía que largara, que no jugara más. Pero siempre había alguno que lo convencía de seguir, el técnico Fortunato, el Machetero, o Cherrito. Hasta que el dolor fue más fuerte y bajó la persiana. Los arqueros habrán respirado aliviados: había hecho 236 goles en toda su carrera. Los debe haber metido en una valijita y se los llevó para arriba, a compartirlos de vuelta con su amigo Cherro… Eso sí, como seguro existe un equipo de ángeles, ahora la camiseta número nueve tiene dueño, si al fin de cuentas, decir Varallo y decir gol, es la misma cosa.
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Autor: Beto

lunes, 30 de agosto de 2010

Jonathan Philippe


Joven promesa de las divisiones inferiores de Huracán y con un breve paso por el Grasshoppers de Suiza, Jonathan Philippe llegó a Boca con laureles de máximo goleador histórico de las inferiores del "Globito". Tal vez ese mote le pesó... o no. Lo cierto es que este rápido delantero disputó apenas 86 minutos en partidos oficiales con la camiseta xeneize y no convirtió goles. Estos encuentros fueron en el Torneo Apertura 2008 ante Huracán cuando ingresó por Ricardo Noir faltando 6 minutos para el cierre, en la Copa Sudamericana del mismo año 72 minutos ante Liga Universitaria de Quito en el partido de ida y 8 minutos en el de vuelta. La sumatoria de minutos no da un partido jugado...
Como todo joven a punto de debutar, las esperanzas de Phillipe estaban por las nubes. La tarde del domingo 31 de agosto de 2008 Boca visitaba a Huracán en cancha de Argentinos por la cuarta fecha del Apertura. Carlos Ischia, DT por ese entonces, encontraba muchas dificultades para armar el equipo. Ausentes por lesión Martín Palermo y Rodrigo Palacio, el "Pelado" acudiría a Ricardo Noir y a Lucas Viatri para que salten a la cancha como titulares, y al mismo tiempo Phillipe ocuparía por primera vez un lugar en el banco de suplentes. Con un dejo de ilusión el propio jugador contaba ese momento: "...fue una linda sorpresa. En la semana había leído mi nombre, pero no pensé que iba a ser tan rápido. Es una alegría enorme, porque uno trabaja con la ilusión de llegar...". Finalmente esa tarde con el partido 2-0 a favor, reemplazó a "Tito" Noir y en los pocos minutos que jugó le dio una asistencia a Nicolás Gaitán para el tercero y definitivo tanto del partido.
Luego del debut debió esperar casi un mes para volver a aparecer. Fue el 23 de septiembre cuando por la primera fase de la Copa Sudamericana, Boca recibió en La Bombonera al por entonces vigente campeón de la Libertadores, Liga de Quito. Esa noche Boca alistó un combinado de pibes con muchas ganas de sobresalir y vaya si lo lograron. Boca goleó 4 a 0 con baile incluído y con el empate 1-1 en Ecuador avanzó a la rueda siguiente.
Pero a pesar de esa doble buena actuación, Phillipe ya no jugaría por los porotos. Sí lo volvería a hacer cuatro veces más en amistosos ante Independiente, Racing, Lask Linz y Aris Salónica, estos dos últimos encuentros en la gira que hizo Boca por tierras europeas en el invierno del 2009.
Actualmente, Phillipe se encuentra en Suiza jugando para el Sport Club Kriens.

domingo, 29 de agosto de 2010

Boca 1972


Arriba: Rogel, Pachamé, Sánchez, Mouzo, Chapa Suñé y Silvio Marzolini. Abajo: Ponce, Peracca, Galván, el Tano Novello y Peña.

sábado, 28 de agosto de 2010

Festejos Imborrables (XXXVII)


La Oveja Bordet y el Tata Brown tratando de alcanzar al Chino Tapia, tras su terrible golazo de tiro libre a Racing de Córdoba en el arco de Casa Amarilla. Primera fecha de la temporada 1985/86.

viernes, 27 de agosto de 2010

Reservas (VIII)


Formación de la Reserva de Boca campeón 2009/2010 en el partido consagratorio ante Banfield. Ese lunes 17 de mayo Boca formó con: Josué Ayala; Santiago Villafañe, Breyner Bonilla, Enzo Ruíz, Leandro Aguirre; Alejandro Alfonso, Guillermo Fernández, Gonzalo Cabrera, Nicolás González; Blandi y Jonathan Phillipe.
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jueves, 26 de agosto de 2010

El pelado se hace desear para prender el ventilador...


"Hubo muchas cosas en este caso y lo mejor es que si hay que decir algo, habrá que esperar algún tiempo...". Con esta frase de Carlos Ischia, último técnico campeón en el Apertura 2008, comienza otro repaso con lo más importante (?) que les sucedió esta semana a algunos personajes que pasaron por Boca.
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Si nos referimos al pelado amigo de Caranta, hay que contar que este último fin de semana al ex técnico de Boca le abrieron la puertita de salida del Atlas luego de conseguir (?) un punto sobre quince disputados en el torneo azteca. Pero las razones de su despido hay que buscarlas más allá de los malos resultados futbolísticas. Al parecer, la relación del DT con la dirigencia y especialmente con el director deportivo, Rafael Lebrija, no era la mejor. Según gente cercana al Atlas, la situación entre el técnico y el manager se desquebrajó desde el primer partido, cuando Atlas cayó ante el Morelia. 
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Pero no sólo de calvos sin trabajo se habla en México sino de las buenas actuaciones de dos viejos conocidos. En primer lugar, Aníbal Matellán marcó su primer gol en San Luis Potosí. El ex defensor de Arsenal y Universidad Católica convirtió el empate parcial en dos, pero sobre el final Ramón Morales puso el tercero para que la Universidad Autónoma de Guadalajara se llevara la victoria en lo que fue la quinta fecha del Apertura. Otro que tuvo una gran actuación fue Cristian Giménez al convertir tres tantos para su equipo, el Cruz Azul, ante el Chiapas. Desde su arribo a México el ex atacante de Boca lleva convertidos 59 goles en 213 partidos.
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De los picantes mexicanos, pasamos al kebap (?) de Turquía en cuya Superliga Franco Cángele marcó un tanto en la victoria del Kayserispor frente a Karabukspor. Su gol, a los 26 minutos del primer tiempo, fue el único del partido que le dio el triunfo a su equipo, el Kayserispor, sobre el Karabukspor. Con esa anotación, Cangele suma dos en igual cantidad de fechas disputadas. En el mismo país, Federico Insúa se entrena para hacer su debut con el Bursaspor. 
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Por último, uno que le hace honores a esta sección es Oscar Trejo a quien la prensa española lo califica como un jugador que trata el balón con mimo (?). El ex volante del Mallorca jugará en el Rayo Vallecano de la Segunda División. 

miércoles, 25 de agosto de 2010

Damián “Kitu” Dïaz


Se entiende por malabarismo el arte de manipular y ejecutar espectáculos con uno o más objetos a la vez, manteniéndolos en equilibrio o arrojándolos al aire alternativamente, sin dejar que caigan al suelo. Los malabares son llevados a cabo por un malabarista que se sirve de diversas partes del cuerpo para llevar a cabo su faena. ¿Qué tiene que ver esto con Boca y con Damián Rodrigo Dïaz? Muchísimo.
El aterrizaje del Kitu en el xeneize vino rodeado de una impresionante vendida de humo noticia que llenó de esperanzas a todos los hinchas: el que llegaba era un crack, un habilidoso, un dotado. Y el mismo Díaz se llenó la mochila de plomo: “...un día me ofrecieron participar en un torneo en Belo Horizonte, junto con otros ocho chicos argentinos. Era una linda aventura y acepté. No nos conocía nadie pero dimos el batacazo: le ganamos al Gremio y nos clasificamos. Después nos eliminaron, pero a mí me citaron para realizar una prueba en el San Pablo. La hice y me ficharon para planteles juveniles. Cuando llegó el momento de hacer contrato profesional no me ofrecían buena plata, mi mamá se opuso y volví a Rosario. Pero allá en Brasil jugué de volante por derecha. Había jugadores de una técnica impresionante. Me dejó muchas enseñanzas. Esos partidos eran choques de destreza. Te permiten manejar mucho la pelota, tirar un caño es algo frecuente y hasta tocar la pelota mirando para otro lado. Son detalles tontos, pero que a mí me salen con naturalidad. Siempre entré a una cancha a divertirme, es mi forma de jugar y jamás busco sobrar a un rival...”. Tan grande fue la burbuja, que hasta se lo empezó a apodar “Firulete”.
Alistado (?) de movida en el bando (?) de Riquelme, Díaz debutó en pavada de presentación: estadio Nou Camp de Barcelona, el 16 de agosto de 2008 por la Copa Joan Gamper. Encuentro que se esfumó en el descuento y que sirvió de fogueo para toda la camada de pibes que venía motivada por la labia de Carlos Ischia. De todas maneras, no tardaría mucho más en llegar su debut oficial. Fue la noche del 23 de septiembre cuando un Boca más que muletto se despachó en la Bombonera con un 4-0 a la Liga de Quito para, prácticamente, sentenciar los octavos de final de la Sudamericana. Esa jornada jugó los ocho minutos finales al ingresar por Neri Cardozo.
Pero el 2008 se fue de largo para nuestro homenajeado. Claro, Boca peleaba dramáticamente el Apertura que pese a todo conquistaría y con un regalito en el fondo de la tabla. Y como a ese equipo no le sobraba nada, no hubo mucho margen para aventuras.
Sin embargo, el 2009 lo esperaba con los brazos abiertos. Llegaba su hora. Pero no, nada que ver. Y eso que el técnico lo mandó de movida en la cuarta fecha contra Huracán en La Boca. Y eso que un par de días antes, su amigo, lo invitó a ponerse las pilas de una vez. Obviamente con otras palabras. Díaz intentó tirar un par de fintas pero se lo notó faltó de fútbol, a otra velocidad. Y si encima le sumamos que las fintas no salieron y que Ischia lo voló en el entretiempo, el incendio fue total.
Pareció su final ese mismo día y de hecho, lo fue. Por más que haya jugado un par de veces más, ya había aroma a historia cerrada. Correteó algunos ratos en el Clausura, algo en la Libertadores y fue parte del hundimiento lento y penoso del ciclo Ischia, tocando fondo en la fecha 17 con un 0-3 en contra frente a un Racing que pelaba por no irse a la B. Esa noche en el Cilindro formó un mediocampo insólito junto a Battaglia, Nico Gaitán y Riquelme. ¿Quien marcaba? Seba obviamente. Tan obvio como que Battaglia fue expulsado promediando el segundo tiempo y se terminó de consumar la goleada.
Tras finalizar el semestre, se fue del club dejando en el haber apenas 7 partidos oficiales y un montón de intentos de caños, pisadas y lujos no consumados. Su carrera, con pasado en Argentino de Rosario y Rosario Central, siguió en la Universidad de Chile y actualmente en Colón de Santa Fe.

martes, 24 de agosto de 2010

lunes, 23 de agosto de 2010

Walter "Chueco" Gaitán


De breve paso por Boca, Walter Nicolás Gaitán siempre se caracterizó por su buena pegada y habilidad pero también por su andar un tanto cansino, rasgo que más de una vez le ocasionó reproches y murmullos de la tribuna.
"El Divino", tal cual lo apodaron en México por su estilo de juego, surgió de las prolíferas divisiones inferiores de Rosario Central, club con el cual debutó en primera en 1997. En el Canalla jugó tres años hasta que fue vendido al Villarreal de España. En el Submarino Amarillo no tuvo una buena estadía y luego de una temporada regresó a la Argentina a pedido de Carlos Bianchi.
Gaitán jugó su primer encuentro en la tercera fecha del Clausura 2001 con una buena actuación ante Gimnasia en La Plata. La semana siguiente jugaría ante Newell´s, siendo el héroe del equipo al convertir el empate sobre el final del partido. Sin embargo, no fue fácil para él afrontar su debut en La Bombonera. Absorbido por la marca exasperante de Leo Ponzio, el rosarino comenzaba a sentir los primeros murmullos de la tribuna y de Bianchi que le gritaba "...abrite, Walter, abrite. No ves que por el medio te comió todo el partido...". Pero no hubo caso. Al finalizar el encuentro Gaitán comentaba su debut: "...no fue uno de mis mejores partidos, pero por suerte pude meter el gol del empate. Boca no se entregó nunca, peleó hasta el último minuto, tuvo situaciones como para hacer más goles, y por lo menos pudimos conseguir un punto que nos permite seguir a la misma distancia del puntero River...".
Por ese entonces, el andar de Boca en el torneo local era irregular, pero no así en la Libertadores, en la cual Gaitán sí pudo demostrar su calidad. Un claro ejemplo se vio la noche del 13 de junio del 2001 cuando en Parque Antarctica, por las semifinales, Boca jugó uno de los mejores partidos que se recuerden en la última década. Esa noche el enganche marcó el primer gol a los 2 minutos. El partido finalizó empatado y Boca venció en los penales.
Para el semestre siguiente, con Boca campeón de la Copa, Gaítán siguió en el club y su nivel personal seguía en alza. Más allá de la mala campaña del equipo, en ese Apertura disputó 12 partidos y convirtió 8 tantos, uno de ellos el del empate ante River 1-1 en el Monumental.
Ya con Tabárez en el banco, el "Chueco" arrancó siendo titular en la Libertadores 2002 (convirtió un tanto) pero después fue perdiendo terreno tanto en la Copa como en el campeonato local, hasta que finalizada la temporada 2001/2002 partió al Tigres de México. Allí ganó dos interligas mexicanas en 2005 y 2006, fue elegido el mejor jugador del Clausura 2006 y salió goleador del Apertura 2005. En Octubre de 2007 estuvo parado por tres meses, ya que pidió una licencia por problemas personales. En 2008 pasó a Necaxa donde no jugó mucho, y desde 2010 es jugador de Veracruz de México, que está jugando en la segunda división mexicana.
En total, el rosarino disputó 51 partidos con la camiseta de Boca y convirtió 14 goles. Un balance bastante aceptable más allá de su forma de jugar, exasperante para varios hinchas.

domingo, 22 de agosto de 2010

La llegada de Maradona a Boca en 1981


A principios de 1981 y después de una interminable novela entre los presidentes Benito Noel y Próspero Cónsoli, Boca y Argentinos Juniors llegaron a un acuerdo y metieron todos los ganchos necesarios para que Diego Armando Maradona, ya el mejor jugador de fútbol del momento, se pusiera la camiseta de Boca. No vamos a entrar en detalles legales sobre el papel jugado por el Barcelona, ni mucho menos en temas económicos. Lo cierto es que el club se endeudó hasta las manos en una época donde el dólar se iba a las nubes y hasta armó un combo de jugadores para mandar con moño y todo a La Paternal. El paquete estaba conformado por ídems y otros que no lo eran. A saber: Santos, Bordón, Zanabria, Salinas y Randazzo. Obviamente había intenciones de limpiar el plantel.
Cuando hablamos de interminable novela nos referimos a semanas enteras de idas y vueltas, adornadas por la presión que metía la gente del Bicho para no vender a su joya. De hecho, el martes 10 de febrero, el plantel de Argentinos tuvo que ir a entrenarse al Club de Teléfonos porque la mano venia pesada en La Paternal: aparecieron diez tablones de la cancha incendiados, una horca pintada con los nombres de Consoli y otros dirigentes de peso y mucha amenaza telefónica. El utilero Miguel Di Lorenzo, bah (?), Galíndez, se encargó de blanquear todo: “…yo atendí una vez y me asusté en serio. Me dijeron que con el canchero nos fuéramos enseguida porque iban a quemar todo…”.
En el medio de ese clima enrarecido llegó finalmente la hora señalada. El viernes 20 de febrero por la mañana, Diego y Jorge Cyszterpiler cayeron a bordo de un Mercedes 450. Faltando una cuadra para llegar a la cancha, hicieron un cambiaso de auto para despistar a la guardia periodística, y en un Ford Taunus entraron por el portón de acceso al estacionamiento. El revuelo y las corridas de los periodistas fue un poroto después de ver a malones de gente salir de la pileta del club en busca de un autógrafo del nuevo refuerzo.

Tras la firma, se organizó ahí nomás para ese mismo viernes 20 de febrero por la noche, un amistoso contra el Bicho en La Boca. Evidentemente importó poco y nada que Maradona estaba físicamente al límite por un tirón producido en su último entrenamiento con Argentinos. En esa calurosa jornada, el partido/excusa convocó a multitud de gente y periodistas ansiosos por ver el instante clave: la salida del Diez por el túnel con la camiseta xeneize. Pero hubo que esperar 45 minutos para las fotos, ya que Maradona jugó el primer tiempo para Argentinos y recién el segundo para Boca.

Tras el descanso y con Boca arriba con gol de Mouzo, Diego se sacó la camiseta de Argentinos, se la regaló a Francis Cornejo y se mudó del vestuario visitante al local. Escuchó a Marzolini darle pista a Falopa Randazzo para que pueda entrar y quedó todo listo. La salida de Boca al campo de juego para el segundo tiempo fue conmovedora. Los flashes iluminaron la boca de lobo que era la Bombonera en esa época e inmortalizaron el momento histórico. Y el propio Diego quedó shockeado: “…ojalá todos los clubes tuvieran una hinchada como la de Boca. Es sensacional. Comprendí cuánta grandeza tiene el día que jugando para Argentinos le metí cuatro goles en cancha de Vélez. La hice cuatro y esa hinchada me ovacionó…”.

Comenzó el segundo tiempo y senseguida empató Argentinos, pero era claro que la cosa no podía terminar de semejante manera. Maradona, que prácticamente no podía moverse, anotó de penal su primer gol en Boca y puso el 2-1. Pero en el final hubo una siesta y el Bicho lo dio vuelta con goles de Olarán y el ex Boca Bordón.
La formaciòn inicial puesta por Marzolini fue Gatti, Colorado Suárez, Acevedo, Mouzo, Cacho Córdoba, Quiroz, Chueco Alves, Randazzo, Pichi Escudero, Muñeco Outes y Perotti.

Cuarenta y ocho horas después del debut, la única vez que Maradona usara medias Adidas azules en Boca, se dio el estreno oficial. Fue el domingo 22 de febrero de 1981, por la primera fecha del Metro y con goleada 4-1 a Talleres en una Bombonera que reventó de gente y tuvo que cerrar sus puertas dos horas antes del encuentro ante las avalanchas de los hinchas que soñaban con sacar una popular en las viejas ventanillas del estadio, coparon de vereda a vereda la calle Pinzón desde del Valle Iberlucea hasta Almirante Brown y fueron invitados a retirarse a puro bastonazo de la Montada luego de que soltara los caballos entre la multitud.
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Gracias a Guille y a Javier Romero por la colaboración


sábado, 21 de agosto de 2010

Reservas (VII)


Parados: Adrián Gunino, Barroso, Achucarro, Lucas Pratto y Josué Ayala. Agachados: Rossi, Battaglia Jr, Erbes, Colazo, Aguirre y Mondaini.
Reserva del 24-10-2009, victoria ante River 1-0, gol de Lucas Pratto.

viernes, 20 de agosto de 2010

Ojos bien cerrados (XI)


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28 de noviembre de 2000. Copa Intercontinental. Segundo gol de Palermo al Real Madrid por Fantino.

jueves, 19 de agosto de 2010

"Bielsa se cree Dios pero no lo es..."


El "Mundo Boca", como ya hemos adelantado hace unos días atrás, excede lo que acontece domingo a domingo con el primer equipo y se extiende al resto del planeta. Es por eso que una vez más en esta flamante sección resumiremos lo más destacado que ha sucedido con algunos personajes que alguna vez pasaron por el glorioso Boca Juniors.
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El primer protagonista es Víctor "Robocop" Marchesini, ex zaguero de Boca de fines de los 80 y principios de los 90 recordado por su gol en la remontada de Boca ante River por la Copa Libertadores 1991. Resulta que el ex futbolista y actual entrenador de Juventud Unida de Gualeguaychú, equipo que milita en el Argentino B, iba a ser el nuevo ayudante de campo de Marcelo Bielsa en la Selección de Chile pero que fue despedido antes de asumir el cargo por hablar con la prensa. El ex defensor, muy enojado con lo que sucedió, declaró: "...Él (Bielsa) no es nadie para retarme y sucede que se cree Dios, pero no es Dios. Yo no hablé con la prensa...". Además expresó: "...todo ésto sirve de experiencia para saber lo que no hay que hacer. Mi padre me dio una pauta de conducta sobre lo que tengo y no tengo que hacer...". Durísimas las palabras de Víctor contra "El Loco" Bielsa. Sí, más loco que nunca.
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Otro jugador que nuevamente fue noticia es Ariel Carreño al marcar para La Equidad en la victoria 4-2 ante Once Caldas, aunque esta vez sin romper ningún récord. El bueno de Ariel viene siendo figura de un equipo que marcha séptimo en el Torneo Finalización de Colombia.
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En Europa nos enteramos que Mauro Boselli debutó en la Premier League de Inglaterra con su nuevo equipo, el Wigan. Lamentablemente, el delantero no pudo convertir y su equipo fue goleado 0-4 por el Blackpool. Mal comienzo para Mauro que sí había podido hacer goles en el amistoso ante el Dundee United de Escocia.
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También en el Viejo Continente está Gastón Sangoy, que firmó para el Sporting de Gijón. No le va mal al delantero en estos primeros partidos con su nuevo equipo ya que en amistosos preparatorios marcó ante la Ponferradina y por el Trofeo Colombino le hizo un golazo al Atlético de Madrid.
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Para finalizar, desde este humilde espacio le damos nuestras felicitaciones a Roberto Abbondanzieri que levantó su cuarta Copa Libertadores, esta vez con el Inter de Brasil que venció en su estadio a las Chivas de México por 3-2. El Pato no fue titular en la final pero de todas formas participó en varios partidos de la campaña.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Aldosivi 1 - Boca 1


Los seis años que tardó Boca en volver a salir campeón del fútbol argentino, léase 1992-1998, desataron un fervor contenido en el pueblo xeneize. El lado A de la historia contaba que la dirigencia de Boca quería agradecer de alguna manera el apoyo de la gente del interior para con el equipo y por tal motivo organizó una serie de tres partidos amistosos (uno sólo fue en La Boca) a jugarse en la primera semana de diciembre de 1998. Sin embargo, como en toda historia, había un lado B que por lo bajo contaba que la cúpula directiva del club acumulaba una deuda de 3 millones y medio de dolares para con el plantel en concepto de premios por el torneo obtenido. Por tal motivo, qué mejor idea que organizar partidos amistosos para cumplir con el pago.
La serie de tres encuentros que había comenzado en La Bombonera con goleada 5-0 ante la Universidad Católica continuó en Mar del Plata, ciudad que no acostumbraba a recibir al xeneize en otra estación del año que no sea la del verano. Aldosivi, rival de esa noche, venía de caer derrotado en Salta y sumaba 8 partidos sin poder obtener una victoria en la Primera B Nacional. En la previa, el "Indio" Solari, que acababa de regresar al club portuario, se refería al partido con un tono que mezclaba ironía y un toque de realidad: "...el martes a la mañana me reuniré con los muchachos y confirmaré el equipo. Pondremos lo mejor que tengamos porque sino Boca nos golea...".
Por su parte, la delegación xeneize viajó con lo mejor que tenía: Óscar Córdoba, Roberto Abbondancieri, Jorge Bermúdez, Walter Samuel, Cristian Traverso, Rodolfo Martín Arruabarrena, Aníbal Matellán, Guillermo Valdez, Fernando Navas, José Pereda, Mauricio Serna, Diego Cagna, Gustavo Barros Schelotto y Guillermo Barros Schelotto, José Horacio Basualdo, Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Emiliano Rey y Antonio Barijho formaron parte de la lista que armó el Virrey para ese amistoso.
Esa noche de diciembre, feriado por el día de la Vírgen, se esperaba una buena cantidad de público en el Estadio Mundialista pero ésto no sucedió. Apenas 13 mil personas disfrutaron (?) de una fría vuelta olímpica de Boca antes del comienzo del partido y de una pobre demostración de fútbol. Inevitablemente, esa poca cantidad de espectadores no alcanzó para que los dirigentes saldaran cuentas y pudieran cumplir con su objetivo ya que los organizadores apenas cubrieron los costos y Boca sólo percibió 125 mil dólares...
A esa altura lo que menos importaba era el encuentro. Boca y Aldosivi jugaron un partido flojito y con pocas llegadas de gol: un cabezazo de Palermo, un bochazo del Melli Guillermo que sacó muy bien Néstor Merlo y un centro cruzado de Balmaceda para los locales fueron las chances más claras (?). Según cuentan las crónicas, el más motivado fue Fernando Navas, jugador nacido en la "Ciudad Feliz", que jugó como si fuera un partido por los porotos y que al final terminó convirtiéndose en la figura.
En el segundo tiempo hubo algunos movimientos de piezas en Boca pero que nada cambiaron. El campeón jugó al trotecito, dominó, pero no se esforzó mucho ya que aún quedaba enfrentar a Unión para salvar el invicto. Una buena para Bianchi fue la aparición del joven defensor Guillermo Valdez, posible alternativa de Hugo Ibarra.
En medio de la pobreza del encuentro, Riquelme, cuándo no, hizo una apilada de izquierda a derecha y dejó solo al Mellizo Guillermo, quien definió fenómeno y puso el 1 a 0. Quince minutos después, a los 30 del segundo, Abbondancieri rechazó mal un centro y Araujo no perdonó.
Al final fue un empate que dejó poco y nada, especialmente para los bolsillos de los directivos.

martes, 17 de agosto de 2010

La grabación de “Amigos son los amigos” en la Bombonera antes de un partido


El 13 de septiembre de 1992 la Bombonera fue escenario del choque contra Huracán por la sexta fecha del Apertura, partido que servía para empezar a confirmar el buen arranque y la pilcha de candidato al título. Pero esa soleada tarde, el pasto de la cancha de Boca fue simultáneamente escenario de otro suceso trascendente (?). Y claro que no nos referimos al último partido oficial de Charles con la azul y oro, Estamos hablando de lo sucedido minutos antes de que salgan el Orejón Crespi y ambos equipos al campo de juego, instante en el cual ante una Bombonera repleta, Carlos Calvo corrió a Katja Aleman desde mitad de cancha, la alcanzó entrando al área de Casa Amarilla y le comió la boca alevosamente mientras la abrazaba. Todo decorado con una estruendosa ovación de la tribuna hacia quien por esos años solía mostrarse muy seguido en el codo de la platea media.
La escena duró segundos, pero fueron suficientes para elevar aún más los monstruosos picos de rating que pelaba “Amigos son los amigos” cada martes a las 21 horas por el canal de las pelotas. El personaje que hacía Carlos Calvo, el mítico (?) Carlín Cantoni, se sacó las ganas y llegó al momento cumbre de la tira en plena Bombonera repleta. Una vez consumado el acto, se fueron por el túnel y Boca y Huracán pudieron armar un partidazo que terminó 2-2.

lunes, 16 de agosto de 2010

Juan Manuel Cobián


Antes que cualquier jugador de fútbol sea considerado polifuncional habría que recomendarle dos cosas: una, que asimile conceptos tácticos para desempeñarse y conocer los secretos de diferentes puestos dentro del campo de juego. Y dos, tal vez la más importante (?), que mire un poquito la carrera de Juan Manuel Cobián.
Muchacho nacido en el conurbano bonarense en noviembre de 1975, y que tras un fugaz paso por las infantiles de Estudiantes de Buenos Aires, llegó a La Candela on edad de pre-novena para ponerse la azul y oro.
Su arribo a pura ilusión fue dejando bien en claro que llegaba un ocho de interesante ida y vuelta. Pero al comenzar su derrotero en las inferiores pasó a ser utilizado inmediatamente como volante central.
Hasta que su camada llegó a las manos de Raffo como entrenador. Y el Coqui lo puso de cuatro. Y aunque es verdad que el Tano Novello más tarde lo usaría como tres, la zona derecha de la defensa quedó definida como su lugar en el mundo. Pero su sueño, evidentemente, era otro: “...me gusta jugar de cinco. Porque de chico siempre lo hacía. Me gusta tener la pelota y creo que tengo la capacidad de hacer jugar bien al equipo. Quizás no me me luzco tanto en la cancha. Pero me gusta lograr que mis compañeros jueguen bien...”.
Allá por mayo de 1993, en la quinta división, llegó a destacarse al ser nombrado capitán y hasta fue bautizado “capitán de la ilusión”, por encabezar una camada de pibes que prometía y mucho. ¿Quiénes eran? Luppino, Huici, Silvio Rivero, Dotta y Gustavo Aranda, entre otras joyas de la cantera.
Pero en los ratos libres seguía tirando fichines a ver si se salía con la suya: “...le pego bastante bien a la pelota, me gusta estar en contacto con ella. Soy un jugador de marca, pero cuando me suelto en ataque sé bastante y tengo capacidad para definir así que puedo jugar arriba y hacer goles. También me encantan los tiros libres, queiro patear siempre...”. Viendo como venía la mano, hasta Morfú y Cañete, los arqueros de ese equipo, deben haber vivido momentos de intranquilidad en la lucha por el puesto de guardameta.
Así despacito y en silencio, llegamos como por arte de Maggia al 14 de enero de 1997, primer partido de Bambino Veira al frente de Boca. Y esa jornada, llevada a cabo en el Morumbí para enfrentar al San Pablo en el marco de una copa amistosa llamada Clubes Hermanos, fue el escenario que vio a nuestro homenajeado correr sus únicos 5 minutos en la primera de Boca.
Ingresó por Néstor Lorenzo a los 85 y al toque del segundo gol de San Pablo. Así que vio en vivo y en directo y desde adentro de la estancia, el descuento esperanzador de Pedro González y el mazazo definitorio de Serginho para la derrota 1-3 final.
Pese al estreno, no tendría la mínima chance de ganarse un lugar en ese plantel y siguió carrera inmediatamente en Huracán de Corrientes. Lo que vendría despues es como mínimo raro. Un paso por el fútbol inglés en el Sheffield Weds, Charlton Athletic y Swindown Town. Hubo en el medio un toco y me voy en el Aberdeen de Escocia y más tarde una chance en España con la camiseta del Linares en la segunda B. Pero un buen día pegó la vuelta y se fue muy cerquita de sus orígenes en el Pincha de Caseros. A Almagro, el rival de toda la vida, para ser más exactos.
Para cerrar un dato para investigar (?). Hace cuestión de meses, días antes del Mundial de Sudáfrica 2010, se filtró que un tal Juan Cobián fue el empresario encargado de finiquitar el penoso USA Tour, donde el Boca de Pompei cayó en sus tres presentaciones.

domingo, 15 de agosto de 2010

Festejos Imborrables (XXXVI)


Diego y Cacho Córdoba en andas de la hinchada para dar la vuelta olímpica en una Bombonera que se venía abajo luego de empatar 1-1 frente a Racing. Festejos por la obtención del Metro 81.
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Gracias a Javier Romero

sábado, 14 de agosto de 2010

Ojos bien cerrados (X)


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16 de septiembre de 2001. Fecha 6 del torneo Clausura. Walter Gaitán a River por Marcelo Araujo.
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Gracias a Fuqinho

viernes, 13 de agosto de 2010

La mitad más dos (XXXIII)


Castro Ruz, Fidel Alejandro, ¿de carne y hueso o de cera?. Militar y político cubano nacido el 13 de agosto de 1926.
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Gracias a Clau

jueves, 12 de agosto de 2010

Festejos Imborrables (XXXV)

Vuelta olímpica en estadio de River, prolijamente embanderado en azul y oro de punta a punta, tras el empate 1-1 contra Quilmes. Boca campeón del Metro 76.
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Gracias a Leandro F.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Breyner Bonilla


Se llevaban jugadas sólo dos fechas del Torneo Apertura 2009 cuando los hinchas de Boca recibían la mala noticia de que uno de los mejores jugadores salidos de la cantera iba a ser vendido al Espanyol de Barcelona. Se trataba de Juan Forlín, el joven defensor que había sido puntal de la defensa en el equipo campeón del Apertura 2008. La venta de este jugador abría un cupo para realizar una incorporación y así fue como de la mano del ex jugador y por entonces representante Jorge "Patrón" Bermúdez, llegó Breyner Bonilla, defensor central de 23 años que con solo una prueba ante Tigre, subió al primer plantel del "Coco" Basile. Hasta el propio jugador se sorprendió de su rápido ascenso "...Boca me ilusiona, necesitaba llegar a un equipo grande. Por eso espero pelear por un puesto y jugar de la mejor manera...", y además se autodefinió "...como 6 pero me es indiferente jugar como 2 también...".
A pesar de haber compartido entrenamientos con el primer equipo, en ese torneo, el colombiano no jugó ningún partido para Boca, pero sí para Suecia (?) en la Copa Revancha disputada en Mendoza ante River en el verano 2010. Esa noche el xeneize perdió por penales, pero Bonilla cumplió una aceptable actuación.
Dos meses más tarde, un Boca en picada llegaba al superclásico del Clausura con el objetivo de salvar un semestre que a esa altura ya estaba perdido. El encuentro es recordado por el diluvio que inundó esa tarde la Bombonera, lo que llevó al árbitro a postergar el partido para el día jueves de la semana entrante. En los días previos al segundo (?) partido se lesionó Hugo Ibarra por lo que Abel Alves decidió incluir a Breyner entre los titulares que iban a completar los 80 minutos restantes. Esa tarde, en su presentación oficial, el moreno hizo dupla con el brasilero Luiz Alberto y ambos cumplieron una destacada actuación. Victoria 2-0 de Boca con doblete de Gary Medel y todos contentos.
Sin embargo, lo peor para Bonilla estaba por venir. En la fecha 13 Boca visitaba a Colón de Santa Fe en medio de rumores de peleas en el vestuario y de camas hechas al técnico. Obviamente en este contexto no se podía esperar un resultado favorable. Al final fue 0-3 con baile. Pero si algo se recuerda de ese partido es la tremenda patada que Bonilla le pegó a Bertoglio, haciendo que todos los hinchas de Boca se olviden por un tiempo del apellido Krupoviesa.
Lo que siguió a partir de ese incidente fue una catarata de hechos que marcaron la vida del colombiano en Boca. En primer lugar le dieron 3 fechas de suspensión por la acción brusca sobre el jugador de Colón y días más tarde en un móvil televisivo lloró por que el "Bichi" Fuertes lo discriminó diciéndole "negro de mierda".
Ese encuentro ante el Sabalero marcaría su despedida oficial y recién aparecería en la gira que realizó Boca por Estados Unidos en junio de este año al mando de Roberto "Tito" Pompei. Ya con Claudio Borghi como nuevo técnico, Bonilla sabía que no iba a tener más lugar y por eso, tras apenas 3 partidos oficiales, se marchó al Sporting Cristal de Perú en donde hace unas semanas siguió sumándole líneas a su curriculum como futbolista.

martes, 10 de agosto de 2010

Panathinaikos 2 - Boca 3


La llegada del plantel de Boca a Atenas, en plena gira de 1984, fue bastante a los tumbos por decirlo suavemente. Primero y principal, porque cargaba sobre el lomo los nueve goles del Barcelona. Segundo, porque dos días antes había perdido frente al Sevilla con el caramelito incluido de cinco horas de espera en el Aeropuerto. Y tercero, porque surgió un tema legal que casi tira todo para atrás.
Boca debía cobrar un cachet de 15.000 dólares por presentarse en el Estadio Olímpico de Atenas frente al Panathinaikos. Pero un llamado de último momento de los directivos griegos al empresario catalán José María Minguella, organizador de la gira, trató de bajar el precio a 10.000 verdes. Finalmente hubo acuerdo, pero surgió un nuevo problemita. Los números no le cerraban al tal Minguella. El traslado de Boca de España a Grecia, más los gastos de estadía y demás, le costaron 30.000 dólares. Y cómo esa cifra era casi imposible de recuperar, sacó un as de la manga. Convenció a los popes del Panathinaikos para que la noche del amistoso con Boca, le hagan de paso cañazo, el partido despedida a Dimitris Domazos, catalogado por los medios como “el mejor jugador de fútbol que Grecia dio en toda su historia”. Poco importó que Domazos tuviera 42 años y ya hacía dos que había colgado los botines. La movida seguraba un estadio colmado de punta a punta. Y adelante con los faroles.
Efectivamente la noche del 31 de agosto de 1984, el Estadio Olímpico se venía abajo de gente. Pero poco pareció importarle a un Boca que arrancó con todo. Puso contra el arco a los griegos y a los 8 minutos, tras un centro de Stafuzza desde la derecha, el Potrillo Morena la dominó y cruzó un zurdazo medio incómodo a la red.
Pero ese Boca no era garantía de nada. Cinco minutos después llegó el empate local gracias a un penal ejecutado por Charalambinis. Y casi sobre la media hora, el juez Antoine Vassaras, se puso la gorra otra vez tuvo vista de lince y dio otro penal. Pero esta vez, entre el palo primero y Balerio después, el arco xeneize se mantuvo a salvo.
Boca fue un poco más, pasó al frente con un gol de Porté tras un rebote, pero en el segundo tiempo hubo un nuevo empate local tras otro error de la defensa. Esta vez gracias a los servicios (?) de Mario Alberto. Pero en medio de un griterío ensordecedor de las tribunas, Porté bajó con el pecho un centro de Mendoza y clavó el 3-2 final con una media vuelta.
Con la victoria decretada gracias a la labor de Balerio, Pasucci, Alberto, Segovia, Cacho Córdoba, Stafuzza, Gallego Vázquez, el Pelado Sotelo, Porté, Morena y Carlitos Mendoza, Boca tuvo que salir arando para seguir su derrotero de amistosos. Los próximos destinos, Niza y Turín, obligaban a jugar dos partidos más en 24 horas. Hecho que dejó una reflexión final del técnico Dino Sani de camino al hotel: “...este equipo no está preparado para jugar en Europa y la verdad tengo miedo por lo que pueda pasar en Buenos Aires cuando se reanude el campeonato. Van a llegar destrozados fisicamente...”.

lunes, 9 de agosto de 2010

Elías Bazzi


El paso de Elías Bazzi por la primera de Boca fue brevísimo. Tan sólo 2 fueron los partidos en los que este marcador central zurdo surgido de la cantera xeneize pudo ponerse la camiseta más pesada del país.
Su historia en inferiores no es muy distinta de la de cualquier chico llegado del interior. Bazzi cayó (?) en Boca en 1996, proveniente de Deportivo Arroyito. De la misma camada de César González, Gabriel Christovao, Jonatan Fabbro y Roberto Colautti, zurdo, destacado por su cabezazo y su técnica, hasta tuvo la chance de ser convocado por Néstor Pekerman para el Sub-20 y formar parte de la pre selección que ganó el Mundial de Argentina 2001.
El cordobés debutó de la mano de Carlos Bianchi el 11 de junio del 2000 ante Colón con sólo 19 años. Esa tarde, el Virrey optó por colocar suplentes y resguardar a los titulares para un partido por Copa Libertadores. Como cuentan las crónicas, ese fin de semana Bazzi tenía previsto viajar a su ciudad natal para pasar unos días con seres queridos. Sin embargo, el llamado del técnico le cambió los planes y en vez de tramitar pasajes para él, terminó haciéndolo para su familia que aquella fría tarde presenció en La Bombonera su debut con victoria ante el Sabalero por 3-2.
Asi vivió Elías su presentación oficial: "...se dio tan rápido que no caigo, sólo me había entrenado con los grandes a mediados del año pasado...",
El debut había pasado y junto con el mismo, las expectativas de Elías de poder seguir siendo parte del primer plantel crecían. Pero eso no sucedería hasta dentro de un año cuando el 11 de junio de 2001, Boca despedía el clausura empatando en La Plata con Estudiantes 1-1. Ese partido marcaría el final de la carrera (?) de Bazzi en Boca.
Al año siguiente, cuando nadie se acordaba de él, resurgió en el Chelsea, pasó una prueba, jugó dos partidos pero por problemas de documentación debió marcharse. De vuelta en Argentina anduvo por Chicago y Deportivo Italiano en donde disputó una temporada en la Primera B Metropolitana. En 2004 emprendió viaje a España para jugar en el Mallorca pero no en el de Primera sino en el B, que disputa el torneo de Segunda.
Nuevamente en el país, en 2005 estuvo en Godoy Cruz pero debido a que no era titular se marchó a Rumania para jugar en el National de Bucarest donde convirtio dos goles contra Dinamo y CFR Cluj. En 2006 fue vendido al FC Arges donde jugó mas de 60 partidos y convirtió 4 goles. Hasta estos días continúa en ese club.
La historia de Elías Bazzi, como la de tantos otros pibes, refleja lo difícil que es para un joven jugador consolidarse en la primera de Boca. De todas formas, nadie podrá discutirle que alguna vez jugó en "El Templo".

domingo, 8 de agosto de 2010

La avalancha en Socios con el gol de Perotti a Ferro


Es conocida, está recontra vista, la historia pasa de boca en boca y cada día aparece más gente que esa tarde bajó los escalones de la tribuna de Socios de Casa Amarilla sin pisarlos. Pero no importa. esto es así (?).
Acá lo que importa son dos cosas. Primero, que siempre viene bien poder robar y subir un post. Y segundo, que lo ocurrido faltando nueve minutos para que termine esa verdadera final Boca - Ferro en la fecha 32 del Metro 81, fue (MODO Bambino Veira ON).una cosa de locos (MODO Bambino Veira OFF).
Es imposible ver el video y no detenerse en la cantidad de hinchas empujándose y cayendo que, ante la inminencia dramática de la pelota entrando en el arco de Barisio, quisieron pegarse al alambrado, ayudar a que entre la bocha de una vez por todas y festejar lo que esa tarde del 2 de agosto, se vivió prácticamente como la obtención del campeonato. Por más que a la semana, Maradona le pusiera una cuota de suspenso en Rosario.
Acompañando la monstruosa avalancha, la Bombonera se vino abajo en un alarido interminable, la sirena de los barcos sonó en el Riachuelo y para los que éramos pibitos ese Día del Niño de 1981, terminó siendo el mejor de los regalos.

sábado, 7 de agosto de 2010

Droopy (XXII)


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Video de Blank & Jones - The Nightfly (Official Video HQ), entre el 1.10 y 1.30 minuto.
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Gracias a Jorge Holzmann

viernes, 6 de agosto de 2010

Luiz Alberto da Silva Oliveira


Para Boca, su relación con Brasil tiene varias aristas que son positivas en cuanto a resultados frente a equipos de ese país, pero con altas y bajas en relación a jugadores que se han puesto la gloriosa camiseta xeneize. Tanto Jorginho y Baiano son dos claros ejemplos de esta última apreciación. Ambos con pasos cortos y con muy flojo nivel demostrado, hacían pensar que la lección se había aprendido: no más jugadores brasileros en Boca. Pero no...
Una de las tantas situaciones bizarras que se dieron durante el ciclo de Abel Alves fue la sorpresiva contratación del zaguero central Luiz Alberto, tras la intempestiva ida de Julio César Cáceres a principios de febrero y con el campeonato ya comenzado. Las condiciones para su llegada incluían un contrato de tres meses a cambio de 300.000 dólares, con la posibilidad de extenderlo por dos años más.
En los papeles, el oriundo de Río de Janeiro venía con buenos antecedentes debido a una larga trayectoria que incluía estadías (?) en el Flamengo (1997-1998), Saint Etienne (2000-2001), Real Sociedad (2001-2002, 2004-2005), Inter (2002), Atlético Mineiro (2003), Santos (2005-2006) y Fluminense (2007-2010), este último club con el cual enfrentó a Boca por las semifinales de la Libertadores en ´08. Sin embargo, como siempre se dice, la camiseta de Boca no es para cualquiera.
Una tarde de verano, a comienzos de febrero, era el marco ideal para la presentación del nuevo jugador. Luego de cumplir con la protocolar firma de contrato, las clásicas palabras para salir del paso y la posterior foto con la camiseta, el moreno se puso a disposición del Chueco Alves, pero durante su primer entrenamiento se ahogó y no pudo seguir. Las cosas no empezaban bien para el veterano jugador y en la prensa y los hinchas se instalaba la duda de su presente físico y futbolístico.
No obstante, el 23 de febrero, gracias a la ondanada de cambios que se sucedían en el equipo fecha tras fecha, Luiz Alberto hizo su presentación en la Bombonera ante Estudiantes. Esa noche de viernes fue empate 1-1 con buen debut del brasilero, que se mostró seguro en la marca y hasta se dio el lujo de pisarla contra la raya y salir jugando ante el aplauso de toda la parcialidad local. Hasta ahí todo era esperanzador pero en las dos fechas siguentes (empate 4-4 ante Vélez y la derrota 1-2 con Racing) el central comenzó a mostrar la hilacha. Ni hablar de su impresentable partido en la goleada 0-3 ante Tigre, con gran responsabilidad en el segundo gol del Chino Luna al no trabar con fuerza una pelota con Blanco y perderla en el lateral derecho del campo.
Con un Boca hundido, las críticas florecían desde todos los costados posibles. Para colmo, en la fecha posterior se venía River y el bueno de Luiz fue nuevamente de la partida formando dupla con el colombiano Bonilla. Inédito. Esa doble tarde (?) ante el Millonario, anduvieron bien y las voces en cuanto al nivel del equipo y de algunos jugadores, incluído Luiz Alberto, se aplacaron.
Pero la victoria ante River, el doblete de Gary Medel y los festejos durante la semana fueron sólo un espejismo ya que en los dos partidos subsiguientes, Boca volvió a la "normalidad" y Luiz Alberto cayó en un pozo del que nunca más podría salir. Las derrotas ante Chacarita (1-4) y Rosario Central (1-2) dejaron expuesto lo peor del brasilero: mal en lo físico, a destiempo en todas las jugadas y hasta desganado.
Finalmente, aquel partido ante los rosarinos fue el último de su corta carrera en el club. Abel Alves no lo usó más, ni siquiera para los suplentes, y ante la llegada de "Tito" Pompei ya no volvería más por La Boca. El 19 de abril acordó su rescición de contrato y se marchó a Brasil con el triste balance de 7 partidos disputados. Pero no sería ese el final de la historia. Unos días más tarde, en declaraciones a un matutino de Brasil el moreno decía: "...a Boca fui con una ilusión tremenda. No bien escuché la propuesta ni lo pensé, pero no vi cómo estaba el equipo. No sabía lo que le había ocurrido el año anterior. No tiene más nada de aquel equipo campeón de años atrás. Podían traer a los mejores del mundo que no íbamos a mejorar. El ambiente era tan malo que no se podía hacer nada...”. Como si esto fuera poco también agregó: "...los problemas son públicos y complicados. Pero así y todo la hinchada no abandona. Nunca vi una cosa igual. Veníamos de tres derrotas al hilo cuando llegó el superclásico con River, el más importante para el club, y la Bombonera estaba que explotaba. Temblaba. Fue el partido más emocionante de mi carrera. Me sorprendió mucho… Las caras de los fanáticos, no paran de cantar y alentar. Es una hinchada diferente...”.
De esta manera Luiz Alberto cerraba su capítulo con Boca, embarrando la cancha como nunca la embarró en el campo mientras defendió los colores azul y amarillo. Hasta hoy no se sabe qué es de su vida.

jueves, 5 de agosto de 2010

Pipa Higuaín vs Alfredo Torres


A casi nada del comienzo de México 86, el Boca de Zanabria dejaba el alma en esa nueva aventura que era la Liguilla Pre-Libertadores, un mini torneo de llaves a doble partido que otorgaba una plaza a la Copa a disputarse luego del Mundial.
A los clasificados por la temporada 1985/86 se le sumaron equipos del interior. Así fue que en octavos de final, Boca pasó caminando tras eliminar con dos triunfos a Alianza de Cutral-Có Neuquén. El choque de cuartos fue contra Olimpo de Bahía Blanca, equipo que no tenía ningún tipo de roce en el fútbol de élite a excepción de un par de campeonatos Nacionales unos años antes. Y lo que todos preveíamos como una especie de entrenamiento se convirtió de repente en una lucha de gladiadores romanos.
El partido de ida, 11 de mayo en la Bombonera, arrancó fuerte pero leal. Boca no jugó bien el primer tiempo pero se fue 1-0 arriba gracias a un cabezazo de Roberto Pasucci en el arco de Casa Amarilla. El entretiempo invitó a comerse unos choris y a soñar con un par de goles más para asegurar la serie y viajar a Bahía a conocer el Carminatti. Pero nada más lejos.
A los dos minutos del segundo tiempo Olimpo clavó el empate y a partir de ahí la cancha se convirtió en el ring de Titanes. El aurinegro se atrincheró y empezó a levantar la patita para defender como sea ese empate sacado de la galera. El tema es que Boca contaba en sus filas con tipos como Pasucci, Higuaín, Stafuzza y el uruguayo Krasouski, más otros como Juan Amador Sánchez que no le escapaban a la contienda.

Y a los 15 minutos llegó la hora de la verdad. Tras una entrada durísima de Higuaín a Florit, Romero cobró el foul pero los dos se levantaron, se pechearon, empujaron y seguramente se dijeron un par de cositas. De la nada copó la parada Alfredo Enrique Torres a tratar de arriar al Pipa, pero Higuaín lo conectó en la cara inmediatamente. No fue una piña. Fue más bien un estiletazo tipo kung-fu, pero que lo impactó de lleno en la cara y lo tiró al piso. Roja para el noqueador y para el noqueado y enorme tumulto con manotazos volando para todos lados.
Desde ya la cosa no quedó así. Por lo menos para Florit en primer lugar. Porque tres minutos después, y se ve que todavía calentito, fue a buscar una pelota y le metió un planchazo descomunal a la Chancha Rinaldi. Duchas y una despedida con proyectiles para Florit. Tengamos en cuenta que eran épocas en que no existían las mangas de seguridad.
La última medio hora, Graciani cobró de lo lindo, Pasucci y Krasouski emparejaban la cosa y Boca puso contra el arco a Olimpo, lo peloteó, pero no pudo quebrar el 1-1.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Juan "Loco" Bernuncio


A fines de 1982 la dirigencia de Boca tomó al toro por las astas y fue a la carga para contratar sí o sí a Francisco Antonio Ruiz (?), arquero de Atlético Tucumán. Pero como la billetera de Boca tenía agujeros por todos lados, el que terminó viniendo fue su suplente en el Decano: Juan Ángel Bernuncio.
El Loco tuvo su bautismo de fuego el 23 de febrero de 1983 en el estadio Minella de Mar del Plata cuando se lesionó Gatti en un partido de Copa de Verano frente a Estudiantes. Esa noche jugó algo más de media hora pero le resultó bastante productivo el rato en cancha. Primero porque mantuvo el 0-0 y segundo porque pudo mostrarle al mundo (?) que de una vez por todas, Gatti ya tenía reemplazante. Y no nos referimos tanto a las cualidades técnicas sino a un tema más de imagen. Porque ver salir al verdadero Loco y ver entrar corriendo a un pibe con pelo largo, vincha, bermudas y medias bajas llamó la atención de muchos antes de tocar su primer pelota.
Tras el debut y toda la ilusión del mundo seguramente, el mazazo. Boca contrató los servicios de Barisio, arquero récord en Ferro. Así que nuestro homenajeado ya no debía pelear con un arquero sino con dos. Y con bastantes más pergaminos para ser sinceros.
Será por eso que recién vio la luz en junio de ese año durante un amistoso en la cancha Municipal de Formosa frente al Combinado local. Partido que terminó 2-0 con goles de Stocco y el Potro Domínguez y en el que pudo jugar un rato al reemplazar a Barisio. Su último acto fue a fines de octubre, también de 1984, en otro amistoso. Ya sin Faraone y con el Zurdo López como técnico, jugó en Corrientes frente a Boca Unidos y se retiró victorioso tras el 2-1 final. Pero sus cartas estaban echadas. Por lo menos en Boca.
A principios de 1985 pegó la vuelta a Atlético Tucumán para seguir siendo suplente y más tarde cuidaría los palos de Central Córdoba de Santiago del Estero (1986/87). Hasta que pintó la posibilidad y se fue a probar suerte al fútbol boliviano calzándose los buzos de Real Santa Cruz, Oriente Petrolero y Real Potosí.
En 2006, se supo que ya como director técnico, parece que tuvo mucho laburo en Concepcion de Tucumán hasta que en 2008, se sacó definitivamente la vincha y se puso la gorra para dirigir los destinos de Atlético Policial de Catamarca.

martes, 3 de agosto de 2010

Exiliados imborrables

Para aquellos que piensan que la trayectoria de todos los jugadores de Boca empieza cuando debutan y termina cuando se van del club, arranca hoy en Imborrable Boca una nueva sección que intentará probar que ésto no es cierto. Señores, después de Boca hay vida. Es por ésto que cada semana o cuando tengamos tiempo (?) iremos recopilando aquellos sucesos que tengan que ver con ex jugadores xeneizes por el mundo. Transferencias, hechos curiosos y hasta experiencias de vida pasarán por esta nueva sección. Ah, y lo bueno es que no necesitás pasaporte trucho para entrar y leer lo que posteamos...

En esta edición debut, el primer protagonista es el joven defensor colombiano Breyner Bonilla, de paso más que fugaz con la Azul y Oro y con más patadas que rechazos al palco. Luego de caer en la volteada en la limpieza del plantel post ciclo de Abel Alves, el morocho se fue a Perú para jugar en el Sporting Cristal y tuvo gran protagonismo este fin de semana al marcar el primer gol del partido en la derrota 1-2 de su equipo ante José Gálvez por la 26ª fecha de la Liga Incaica. Hasta aquí todo bárbaro pero resulta que su gol fue en contra de la propia valla. Parece que el colombiano no da pie con bola, o mejor dicho pie con cabeza o lo que sea (?).



Otro jugador con pasado xeneize que tuvo su minuto (?) de fama durante la semana es Ariel Carreño, quien hace ya tres temporadas que juega en el fútbol colombiano. Luego de pasar por Millonarios y Once Caldas, el bueno (?) de Ariel recaló en el modesto equipo La Equidad el cual enfrentó al Junior. Resulta que el muchachito de la película no permitió que los espectadores se acomodaran en sus gradas cuando en tan sólo 7 segundos abrió el marcador. Cual transmisión de Canal 7 allá por los años 80, así contaba su proeza el delantero: "...Carlos Rentería me la dio, yo se la di a Dager (Palacios), él se la dio a (Leonardo) Castro, él encaró y me la dio en profundidad. Yo quedé mano a mano y definí por arriba del arquero...". De esta manera, Ariel batió el record de Bernardo Redín quien en 1996 marcó un tanto en 8 segundos. Seguramente Carreño habrá soñado con hacer un gol así en el arco que da a Casa Amarilla. No pudo ser pero por lo menos tiene un consuelo.

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Gracias Mero

lunes, 2 de agosto de 2010

Barcelona 2 - Boca 1


No está tan mal que uno tienda a pensar que la derrota contra el Barça en la Copa Joan Gamper 2008 fue por culpa de los poderes sobrenaturales de la camiseta amarilla flúo. Pero poniéndonos un poquito más rigurosos hay que clavar los ojos en el señor González Vázquez, el juez del partido.
Estamos todos de acuerdo en que el Barcelona es el que arma la Copa, elige los equipos a dedo y pone su estadio, pero de ahí a lo que pasó ese 16 de agosto de 2008 hay un largo trecho.Con el minuto 90 ya pasado y Boca ganando 1-0 con gol de Viatri, el árbitro adicionó de la nada cinco minutos. Y ese rato fue clave para un Boca que ya a esa altura mostraba un equipo lleno de pibes. Así fue como en ese rato la victoria se evaporó mediante un cabezazo de Puyol y una corrida de Samuel Eto’o que terminó en fusilamiento a Caranta. Imposible olvidar a Boca moviendo del medio y al tipo este vestido de negro terminando el partido.
El trámite había sido parejo y la realidad mostraba a un Boca que, sin exagerar, tenía controlado el encuentro tras la exquisita definición de Viatri con cara interna y a colocar.
La formación inicial que puso Ischia en cancha fue Caranta, Negro Ibarra, Cáceres, Paletta, Morel, Castromán, Battaglia, Dátolo, Tano Gracián, Tito Noir y Palermo. Pero tras el descanso metió un conglomerado de jugadores imposible de clasificar. A saber: Alvaro González, Toro Roncaglia, Pampa Calvo, Pochi Chávez, Vargas, Nico Gaitán, Damián Díaz, Neri Cardozo y Lucas Viatri.

domingo, 1 de agosto de 2010

Los dos goles a Gatti desde lejos, de caño y en menos de diez minutos

Todos somos concientes que así como Hugo Gatti marcó una época, dio cátedra debajo de los tres palos y se convirtió en un prócer de Boca, de vez en cuando se mandaba alguna que otra metida de gamba. A veces por cancherear, a veces porque sí (?).
Y así llegamos al 11 de abril de 1982, tarde en la que el Loco dijo algún tiempo después que fue la única vez que sintió ganas de irse a los vestuarios en la mitad de un partido. Bueno, técnicamente no era la mitad porque iban apenas 19 minutos, pero todos lo entendimos. Y no era para menos.
Por la primera fase del Nacional 1982 el Boca del Polaco Cap visitó a Central Norte de Salta en la cancha de Gimnasia y Tiro. Como era de esperar hizo mucho calor y había un marco imponente de gente que acampó un par de días para entrar al estadio. A todo esto se le sumó un condimento extra: los pozos del campo de juego tipo bache.
Y así fue como tras un comienzo parejo en donde Boca no podía domar la pelota, los salteños empezaron a sacarle jugo al tema. A los diez minutos, Prycodko pateó un tiro libre desde más de 25 metros y la pelota tras unos piques venenosos se le escapó de caño a Gatti. Locura en el estadio que duró apenas seis minutos hasta que empató Boca a través del uruguayo Krasouski. Pero faltaba lo peor.

A los 19, tras algunos toques intrascendentes, Rubiola pateó desde más de 30 metros y Gatti siguió el manual. Cuclillas, el cuerpo detrás de las manos y todas las de la ley. Pero ni así. La pelota pegó un último pique traicionero, planchó su parábola y se le volvió a meter de caño. Descontrol y gaste en las tribunas.
Central Norte se atrincheró atrás y defendió con uñas y dientes la ventaja. Pero la realidad es que Boca jugó muy mal, sintió el mazazo de esos dos goles y terminó perdiendo el partido 1-2. En los vestuarios hubo lo que hoy se llamaría silenzio stampa, hubo agarrada entre Mouzo y el Loco y recién tiempo después, el mismo Hugo Orlando habló del tema y hasta deslizó la posibilidad de brujerías por parte de unos chamanes salteños.